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Fueron regañados al día siguiente. No por irrumpir en la enfermería, porque Taehyung los había sacado antes de que alguien diera con ellos y se había encargado de borrar cualquier rastro suyo, si no porque Jimin había pasado la noche fuera de su cuarto, y su padre sabía de quien era la culpa. Taehyung había aceptado noblemente la responsabilidad, disculpándose haciendo una reverencia completa sobre el suelo y suplicando perdón. Su padre había refunfuñado algo sobre el tema, asignando a Jimin las labores de río el resto del día para quitarle las ganas alborotar por la noche de nuevo. No hizo preguntas sobre la cabeza vendada.

Por desgracia para su padre, Jimin se limitó a usar ese tiempo para bañar a Taehyung en el río, ayudándole a lavarse la espalda y divirtiéndose decorando su cuerpo con hojas que iba encontrando flotando sobre el agua. Taehyung se hallaba igualmente entretenido, vengándose de Jimin a base de cosquillas y casi teniendo un ataque al corazón cuando el chico apenas pudo sacar la cabeza que jugando le había dejado un rato bajo el agua, demandando que dejaran de tontear a partir de ahora para asegurar la recuperación de la herida de Jimin.

–Soñé contigo anoche –musitó Jimin, retirando la última de las hojas de su mejor amigo. Esta había estado descansando justo sobre la cima de su hombría –justo como la vestimenta de Adán.

–¿Fue un buen sueño? –inquirió Taehyung, apartado de un manotazo los dedos exploradores de Jimin. –Más te vale que sí.

–Eras una patata –dijo seriamente Jimin, y Taehyung tuvo que resoplar una risa, odiando a Jimin por ser tan precioso e infantil incluso cuando de sueños se trataba. –Así que sí, no hace falta decir que fue genial.

–¿Estoy más capacitado para ser una patata?

–Bastante más. No tenía que oír tus cotorreos.

–Mocoso –rió Taehyung, pellizcando el ombligo de Jimin. Éste le dio una patada en la espinilla y le sacó la lengua, pero dejó que Taehyung le besara la nariz de todas formas. Jimin sabía a primavera temprana y verde hierba. A Taehyung nunca le había gustado especialmente la primavera, pero ya que el chico parecía florecer en esa época, siempre le daba la bienvenida con brazos abiertos.

–¿Dormirás conmigo de nuevo esta noche? –preguntó Jimin tras un largo periodo de silencio, con las manos sujetando los brazos de Taehyung, como si estuviera intentando no imponerse demasiado. Taehyung le acercó a él y recorrió sus gruesos vendajes con los dedos, unos centímetros por encima para no ejercer presión alguna.

–Me quedaré contigo esta noche y todas las siguientes a partir de ahora –proclamó Taehyung, con el mero pensamiento de dejar solo a Jimin haciéndole sentir náuseas por la preocupación. Aunque, por otro lado, ahora también tenía que tener miedo de sí mismo. Había perdido la cabeza frente a Jimin. Había hecho daño a Jimin. Él, Taehyung. No Jeongguk. Al menos físicamente. Era reprobable y casi suficiente como para obligarse a sí mismo a salir de la vida de Jimin, pero sabía que las consecuencias de ello serían mucho más dañinas.

Una cesta completa de carpas y truchas y varios platos limpios más tarde, Jimin y Taehyung fueron finamente capaces de volver al castillo y que se les concediera algo de tiempo libre por parte del padre de Jimin, para comer algo de bacalao y melocotones. A mitad de su festín, Seokjin apareció para mandar a Jimin a llevarle la cena al príncipe, pero Taehyung estalló y discutió con el chico hasta que el último finalmente se rindió y prometió llevarla él mismo.

–No puedo mantenerme alejado de él para siempre –dijo Jimin en voz baja, y muy en su interior Taehyung supo que era verdad. Jimin había nacido y sido criado para servir a la familia real y Jeongguk sería rey algún día. Sin embargo, eso no significaba que Taehyung no pudiera prolongarlo y evitarlo, en la medida de sus posibilidades, hasta que ese día llegara.

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no me olvido de esto tampoco bbs. quizás en los caps siguientes no deje nota abajo para no matar la ~atmósfera~, creo que le quita encanto, la verdad jajjajaj

ALL THE KING'S MENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora