El pinto ya había llegado al instituto solo, no es que se había olvidado de su amigos, claro que no, bueno esta vez no, más bien tenia aun presente lo sucedido el día anterior con Geno, el hermano de Error.
Flash back
— ¡Ink espera! — le grito Geno, quien seguía al pinto por detrás. Después de saber la maldita verdad debía de hablar con este a como de lugar.
— Lo siento Geno, sé que no estoy en posición de pedirte nada, pero... ¿Puedes guardar el secreto de lo que te conté?
— ¿Por qué? — pregunto Geno, sin comprender esa petición.
— Geno. Conoces a Error, él jamás me creerá y sé que nunca quera hablar de ese tema y menos que tú se lo digas.
— Pero Ink, ¿Acaso no quieres recuperar la amistad de Error?
— Créeme, Geno. Nada volverá a ser como antes... —Ink, solo siguió su camino sin siquiera notar como el semi- muerto lo miraba con ojos de preocupación.
Ink corrió lo más rápido que pudo, no llego a su casa, más bien llego a un parque, el mismo donde hace tras años atrás, casi en primaria pasaba la mayor parte del día con Error.
— Error... —murmuro, mirando un árbol grande el cual estaba justo en el medio de todo el parque. Ahí es donde más la pasaban juntos, mientras Ink dibujaba Error se la pasaba durmiendo a un lado de él.
Fin, del flash back
Ink tenía que reconocer algo, extrañaba a su viejo amigo, extrañaba los buenos momentos que pasaban juntos. Extrañaba a Error y sabía que nada lo que había pasado con él volvería de nuevo a revivirse.
— ¿Eh? — Ink, volvió a la realidad, notando como un joven, al parecer de un grado superior al él rondaba los pasillos sin rumbo aparente. Se acerco cuidadosa mente para ver si necesitaba algo de ayuda. — Disculpa. ¿Estás perdido?
El pintos solo podía observar, como el usuario lo quedaba mirando. Era una mirada fría, pero eso no lo inmuto para nada, ya que para su a ver, la de Error era más penetrante.
— ¿Acaso eres nuevo? — cuestiono Ink, sin ninguna pizca de miedo en sus cuenca. — Si no sabes dónde queda tu siguiente clase, te puedo guiar al panel de mapa. —ante ese último, noto como el extraño reirá. — ¡Oye! ¿De qué te ríes?
— Bueno... —por fin emitía palabra alguno el extraño. — Se supone, que en estas circunstancias deberías de decir algo como; Yo te puedo guiar, o algo así.
— Ah, es que soy algo olvidadizo. — respondió con sinceridad, apenado, pero sincero antes sus palabras. — Normalmente olvido donde quedan mis clases, que si no fuera por mis amigos, siempre estaría llegando tarde. Así que, no tuve de otra que, mínimo aprenderme donde está el panel del mapa, pero aunque viera el mapa siempre término perdiéndome.
— Se nota que no eres un buen guía. — cuestiono entre risa. — Mi nombre es Reaper, y si soy nuevo desde hace un par de días. Pero no estoy perdido.
— ¿A no? —pregunto dudoso, Ink ante esa respuesta.
— No, solo llegue temprano. Quería conocer mejor el lugar y memorizarme buenos atajos para los cambios de horario. —comento la muerte, divertido. — Por cierto, eres la primera persona que me habla con normalidad desde que llegue.
— ¿Por qué? — interrogó sin comprender. — ¿Acaso muerdes?
Reaper, no pudo evitar reír con ese comentario, mas a su pesar su expresión cambio drásticamente. Miro a Ink de arriba a bajo, como analizándolo, estaba por decir algo pero el contrario se le adelanto.