Probando el anillo

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Después de pagar, a la salida notó que un señor no paraba de verla, Andrés no podía dejar de sentirse incómodo con su presencia. El señor era de esas personas que piensan a las mujeres en sus pies. Su físico era gordo y mal cuidado pero vestía ropa fina. El señor le decía palabras que no se entendían en contexto pero era claro que eran groserías. Andrea cansada regresó a ver a los ojos del señor.
-De ahora en adelante me respetarás y serás mi sirviente por 1 año- Dijo Andrés probando las posibilidades del anillo.

- No verás mi cuerpo hasta que te lo pida
- Tu mirada será siempre al suelo o a mis ojos, solo si es necesario
- darás tu vida por mi bien estar.
- Y serás mi sirviente leal

Andrea salió feliz del centro comercial con diversas bolsas llenas de ropa y accesorios, atrás de ella estaba su nuevo sirviente con la mirada al suelo cargando todas sus bolsas.

El sirviente al ver el vehículo al que tenía que subir las compras de su Reina, vio que  "no era digno". Con la mirada al suelo dijo.

- Mi Reina, el vehículo que dispongo para movilizarme es suyo y yo seré su chofer.
- Porfavor perdóneme si no es suficiente para usted pero una Reina no merece ser movilizada en este carro. Dijo el sirviente apuntando el vehículo económico de Andrés.

Andrés sorprendido y ofendido, sin saber que hacer le dijo.

-Gracias sirviente déjame en mi casa y regresarás caminando a ver mi vehículo, dijo Andrés con recelo y algo de miedo.

- si mi Reina dijo el sirviente.

- wow no puedo creer el poder que tiene este anillo pensó Andrés.
- pero que extraño, porque el anillo no me hipnotizó.
- ahora que lo Recuerdo, la señorita tampoco cayó en el hechizo.
-Talvez no afecta a las mujeres, pero, ¿porque me afectaba antes ?
Los pensamientos de Andrés fueron interrumpidos al notar que su nuevo sirviente era dueño de un Land Rover Evoque último modelo.
-Quien demonios es este señor se preguntó Andrés.
- No quiso tomar mucha importancia y se subió al vehículo con el temor que el hechizo acabe.

-¡Si no funciona esto, estaré en el vehículo de un acosador. !!

Pero había algo que le hacía sentir un poco de seguridad, el tiempo del hechizo ya era bastante prolongado. Mientras seguían el camino Andrés jugaba con el anillo y al sacárselo pudo notar que su sirviente regresaba a la normalidad.

- Que demonios hago aquí. - Regresó a ver a Andrea con una cara de malas intenciones.
- Creo que ya sé que hacemos aquí.
- Eres la muñeca de la tienda.
- Espera te llevo a un lugar mejor, Dijo el señor abalanzándose hacia Andrea.
Antes que el señor actúe, Andrés con un grito se colocó rápidamente el anillo, regresando el hechizo y teniendo nuevamente a su sirviente.
Andrés todo asustando con la mano en el pecho y una respiración profunda dijo.
- Creo que está es la última vez que hago esto. Casi me muero.
Mi reina, ¿está bien ?
- Si, solo conduce.
Andrés llegó a su casa y le dijo al sirviente,
-Cuando dejes mi carro en la casa ve y sigue con tu vida normal hasta que yo te llame.
- Dejarás cualquier cosa que estés haciendo y vienes.
- Si mi Reina.
El sirviente dejó su carro en el departamento y se fue caminando 10 kilómetros al centro comercial.
-Demonios, olvide que si me retiro el anillo se va el hechizo y el sirviente despertará.
- No puedo arriesgarme a eso hasta que mi carro esté aquí.
Al mirar la hora notó que eran las 6:30.
- Tengo que prepararme rápido, la cita con Jorge no espera.
Con un salto de emoción comenzó a vestirse.
Andrés se tomó el tiempo para que cada detalle de su cuerpo quede perfecto. Al colocarse el vestido daba vueltas en el espejo
-Este vestido se ve hermoso
- y se ve.... tremendamente sexy.
- Jorge me va a amar y talvez....

Con el poco tiempo que le quedaba, prendió su computadora para estudiar los movimientos femeninos en un baile. Tenía que saber cómo una mujer se movía cuando bailaba.

Mientras se movía solo en los pies de su cama, no podía parar de mirarse al espejo imaginándose con Jorge.
Andrés poco a poco iba asimilando el cuerpo de Andrea y las sensaciones que lo acompañaban.
El anillo en su mano notó que comenzó a brillar.

"Debe engendrar un hijo para gobernar, la Reina encontró a su Rey"

Andrés no podía escuchar al anillo pero susurraba y su cuerpo lo entendía. De repente Andrés sintió nuevamente una sensación en su cuerpo, sentía que su cuerpo iba a explotar si no hacía algo rápido. Un sin fin de sensaciones de placer recorrían por el cuerpo de Andrea. Sin saber que hacer, Andrea se recostó boca arriba en la cama  levantando su vestido con las rodillas hacia arriba y las piernas abiertas lista para ser penetrada.

Andrés sabía que algo estaba diferente. Su cuerpo no respondía claramente pero no era suficiente para asustar a Andrés.
- No puedo quitarme el anillo. No sé qué pasará con mi carro.
Antes  de pensar otra vez  para reconsiderarlo su cuerpo no resistió más haciendo que el lado masculino de Andrés comience a tocar con deseo a Andrea .
Una serie de Gemidos robaban el silencio de la habitación, en la mente de Andrés, no podía quitarse la imagen de Jorge. El deseo era incontrolable, y Andrés solo se dejaba llevar por el placer del cuerpo de Andrea.

Andrea abría y juntaba sus rodillas mientras su mano no se movía de su vagina, la voz femenina de Andrés no paraba de gritar
-Házmelo Jorge
-Dime que soy tuya
Los gritos continuaban hasta que un orgasmo junto con un gemido largo  acompañado por unos pequeños espasmos en su pelvis abrieron nuevamente las puertas del silencio.
El anillo dejó de brillar y Andrés retomó la cordura.
- Uff, no sé qué está pasando.
- No digo que esto no es genial pero.
- todo esto me asusta.
- Los deseos de Andrea son incontables.
- Espero comportarme bien con Jorge.
- Mierda solo me queda media hora para que Jorge vegana verme.

Andrés se levantó acomodándose el vestido y su cabello.

- aaah abajo está todo mojado.
Tengo que cambiarme rápido de ropa interior. Antes de encontrar la ropa  interior limpia el teléfono de Andrea sonó.

- 7:50 pm - Jorge- Estoy donde me indicaste preciosa. Te espero abajo.

Andrés asustado comenzó a buscar otra ropa interior pero sólo habían tangas.
- Mierda jamás he usado esto. Espero que no se vea con el vestido.

Al subir la tanga por sus piernas notó como el hilo se mentía entre sus nalgas.
- Esto no es nada cómodo pero no hay tiempo.
Se subió a los tacones, y con emoción tomó su nuevo bolso rojo.
- ¡Al fin tendré donde guardar tantas cosas que necesito!. Dijo con una sonrisa
Al mismo tiempo Andrés cayó en cuenta lo que estaba haciendo.
- Nunca me imaginé estar preocupado por llevar maquillaje y otros productos en mi bolso.
- un hombre con bolso y preocupado por llevar maquillaje.
- ¡No se que me ha pasado, de repente mi yo femenino se está saliendo de control!. Dijo Andrés intentando convencerse nuevamente que no era el intentando rescatar su ser masculino, su ser original. Como si fuera fiel a una ideología pero tentado por otra.

El anillo de Cleopatra  I TgDonde viven las historias. Descúbrelo ahora