Andrés llegó en la noche a casa y se cambió el anillo a su dedo izquierdo regresando a la normalidad según Andrés, porque algo extraño había pasado. Andrés era un hombre pero sus genitales no habían cambiado. El anillo brilló una vez mas.
El anillo aprendió la lección
La reina debe concebir al niño
su barriga crecerá y el legado seguirá
su sexo será femenino y la reina será
El anillo cuidará de la reina
Siempre se verá perfecta
Andrés no podía creer lo que escuchaba, el poder tenía un precio y debía pagarlo. Aunque no sentía nada por Jorge en el fondo de su corazón sentía un alivio saber que en su barriga crecía una parte de el, era un sentimiento muy escondido pero ahí estaba. talvez el anillo lo hacía, para que acepte su condición, no lo sabemos, pero ese pequeño sentimiento ayudaba.
- Mierda, he perdido mi pene hasta que nazca el niño eso creo
- estúpido anillo, me haz convertido en un deforme.
Andrés cambio nuevamente el anillo al otro dedo regresando a su nuevo cuerpo femenino. De repente el anillo brillaba nuevamente. Nuevas emociones surgían del corazón de Andrea.
- Tengo que ver una manera de solucionar esto
- Debo tomar alguna pastilla o algo
- no se, pero...
La mirada de Andrea se relajó instantáneamente y bajó la mirada a su vientre
- Que tan malo puede ser.
- Mierda, otra vez nuevas emociones
- No, no quiero esto.
Andrés se retiró el anillo, sabía que esas nuevas emociones eran culpa del anillo. Al retirarse el anillo, no había cambiado de sexo con la excusa de lo querer ser un monstruo, aunque en el fondo se había acostumbrado a su cuerpo femenino, cada vez lo sentía más como su propio cuerpo y su yo masculino lo veía como un mal recuerdo. Pues sentía que había vivido mucho más como Andrea en unas semanas que como Andrés en años. Era evidente sus emociones cuando abrazaba su yo femenino de manera inconsciente cada vez que se miraba al espejo dejando ir una sonrisa.
Al no tener pijama se colocó un camisón dejando todo su cuerpo inferior al descubierto . Era la primera vez que iba a dormir conscientemente como una chica, no sabía cómo acomodar sus pechos y su cabello le estorbaba.
Al despertar, se levantó con una sonrisa pues era un día perfecto como primer día de Andrea, primer día de muchos prósperos que estaban por venir . Aún no era oficialmente accionista de la empresa ya que aún no se sabía nada de Jorge, talvez tengan que pasar días para comenzar los tramites correspondientes pero no impedía que Andrea se sienta realizada por haber cumplido su objetivo más importante dando un salto que nunca creyó. Por el momento tenía asuntos pendientes con sus compañeros y el famoso presidente de la empresa en la que trabaja . De igual manera aunque tenga el poder de anillo, debía cuidar a los clientes que a la final son importantes para su futura nueva empresa.Se levantó y tomó una ducha como Andrea, quería acostumbrarse a frotar aquel cuerpo que como hombre deseaba tocar. Mientras se colocaba el jabón, sus manos subían desde su definido ombligo donde con una sonrisa pensaba en su bebé mientras sus manos llegaban a sus pechos deslizándose suavemente ante dos montículos de piel perfectamente formados. Al frotar sus pechos se dejaba llevar por el placer de ser quien era ahora. Tenía un cuerpo espectacular, y por primer vez lo disfrutaba aceptando completamente que su yo femenino era lo mejor que le había pasado.
Al salir de la ducha, como Andrea, podía sentir como la brisa erizaba su nueva piel femenina mientras intentaba cercar su largo cabello.
Andrés se tomó el tiempo necesario para arreglar cada parte de su cuerpo para que quede perfecto.La sensación de ser la próxima dueña de la empresa en la que trabajo años la exitaba, pues decidió ir con algo más atrevido a trabajar pero sentir como si fuera un día normal de trabajo. Andrea quería explotar esa sensualidad que le había regalado en anillo y disfrutar las suaves texturas que rozaban su piel femenina. Despues de colocarse las suaves pantimedias que cubrían sus piernas, subió por su cuerpo una falda que era más pequeña con un material especial, la misma que había comprado el día de ayer en aquel lugar. Para completar su vestimenta, encontró tacones rojos que torneaban sus perfectas piernas mientras el color contrastaba la sensualidad de una joven mujer. Al mirarse al espejo Andrés vio el reflejo de una nueva mujer exitosa, poderosa y deseada. La sensación le inspiraba a caminar de una manera coqueta y provocadora olvidando completamente que era un hombre.
Andrés se había acostumbrado a su esclavo pero sabía que el anillo le estaba cambiando y restringió su uso solo para ocasiones en las que necesitaba usarlo.
Después de bajarse del automóvil de su esclavo miró su futuro edificio, uno de los edificios de Jorge que en pocos días sería de Andrea. Con unas gafas que resaltaban sus perfectos labios pintados de rojo, caminó lentamente con su nueva manera de caminar hasta el ascensor. Sus compañeros que iban atrás de ella, miraban sus largas piernas que terminaban en una pequeña falda que resaltaba su trasero. Algo que Andrés comenzaba a disfrutar, pues después de todo lo que había pasado, había desarrollado nuevos placeres. Entre ellos, el placer de sentirse contemplada e inalcanzable.
Al llegar a la oficina, como siempre todos sus compañeros no podían ignorar sus presencia. La misma que gritaba con el sonar de sus tacones rojos. Aunque no llevaba el anillo, e su dedo, sentía esa seguridad de ser la reina de todos. Tenía planes para sus compañeros, planes que iban acompañados con el anillo.
Mientras caminaba miró el puesto de Andrés vacío, aquel puesto donde pasó años trabajando, aquel puesto al que nunca regresará pero quería sentirlo nuevamente como Andrea. Quería recordar que ya no será aquella persona que estuvo sentada ahí con falsas esperanzas de subir de puesto. Cómo querer romper su maldición tomó haciendo y cruzó sus piernas para recordar que ahora era Andrea.
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El anillo de Cleopatra I Tg
FantasyAmor, deseo y poder describen la historia de un chico que en una excursión por Egipto se pierde en un desierto encontrando un anillo perdido con un poder oculto. Cuando se lo coloca en el dedo, descubre la magia y poder de el, convirtiéndose en su y...