Amor, deseo y poder describen la historia de un chico que en una excursión por Egipto se pierde en un desierto encontrando un anillo perdido con un poder oculto. Cuando se lo coloca en el dedo, descubre la magia y poder de el, convirtiéndose en su y...
Andrés no podía creer lo que estaba sucediendo, era la Reina del lugar y podía cumplir sus deseos, en sus pensamientos solo estaba Jorge y el recuerdo de aquella noche en el club, donde sintio su cuerpo femenino al máximo, donde sintió a Jorge dentro de Andrea. Los ojos de Andrea estaba cerrados mientras recordaba pero sus pensamientos fueron interrumpidos por aquel destello del anillo. Andrés sabia lo que significaba aquel destello y sabía que no iba a tener mucho tiempo para actuar racionalmente.
- Mierda- porque ahora
- Porque no puedo controlar esto
Las manos temblorosas de Andrea intentaban enviar un mensaje a Jorge pero el celular cayó al suelo, al moverse para intentar agarrarlo notó que la silla estaba completamente húmeda.
- ¡Alto! Dijo Andrea
la silla bajo y se levantó de la misma para agarrar el celular, al agacharse pudo sentir como el vestido apretaba todo su cuerpo, unas manos tocaron su cuerpo para ayudarla a levantarse, la sensibilizad de Andrea estaba al máximo y aunque esas manos le causaron cierta sensación, sabía que no iba a entregar su cuerpo a cualquier persona, aunque su cuerpo estaba excitado debía controlar sus instintos por Jorge. Al levantarse se vio reflejada en el vidrio de un escaparate, y vio el reflejo de aquel cuerpo que aun no lograba asimilar, miró una de esas mujeres exóticas que se ven rara vez caminando en un lugar publico con vestidos llamativos y cuerpos exorbitantes, de esas mujeres que son el centro de atención y les encanta sentirse deseadas.
Andrea quería sentirse deseada y verse como esas mujeres, quería ser aquella mujer exótica de Jorge, aquella chica que daba todo por un solo hombre y se olvidaba del resto, mientras resaltaba con luz propia. Entre las tiendas encontró una en particular, era una tienda dedicada a vender productos donde había ropa provocativa y varios instrumentos de estimulación para la pareja. La tienda era muy seria y elegante, donde lo vulgar se veía exclusivo.
Al entrar en ella, pudo que era el lugar adecuado donde podría sentirse como una mujer diferente, como una mujer exótica . Las personas de la tienda comenzaron a brindarle toda la atención. Entre las cosas pudo ver un maniquí con un vestido de latex y botas largas, uno de esas prendas donde la mujer es la dominante de su pareja, esas prendas que demuestran sensualidad y agresividad pero al mismo tiempo muestran delicadeza . Andrés se sentía seducido a usar esa prenda, quería mostrarse como una reina sensual y agresiva. Quería sentirse inalcanzable y poderosa.
- Es muy raro ver a una mujer con estas prendas dijo Andrés
- Una vez vi una chica caminar por el centro comercial con su novio y guarda espaldas. me volvía loco.
- Se veía una chica intocable, una chica de esas que debes tener suerte para verlas.
- Debo usarlo, debo sentirlo
- Debo ser esa chica inalcanzable y exótica.
- El maniqui tenia un vestido corto con unas botas largas que cubrían unas pantimedias
Andrés, recibió una caja con el conjunto.
- Por favor acéptelo mi reina ya esta pagado dijo una de las personas que atendían
Con nerviosismo y emoción poder verse como quería, Andrea se retiró sus prendas y comenzó a colocarse el apretado y elegante vestido de latex, seguido por las medias que resaltaban sus piernas.
Finalmente, Andrés sintió como la larga bota iba cubriendo sus delicadas piernas hasta llegar a la rodilla, mientras movía su pierna, podía sentir la apretada bota cubriendo sus piernas. No podía creer lo bien que se veía, era como una dulce y agresiva chica sensual. Mientras se miraba al espejo no podía creer lo bien que se veía, y la excitación que causaba sentirse agresiva con un toque sexual. Con un pinta labios rojo quiso resaltar sus sensuales labios para resaltar ese concepto atrevido.
-A Jorge le va a encantar esto.
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Andrés sentía ese placer masculino de ver su cuerpo nuevamente, ese placer donde puede ver un cuerpo exótico, todo el tiempo que desee sin vergüenza, sabía que el tenía la voluntad exponer su cuerpo ante sus ojos. podía escuchar el sonido del vestido y como las botas ajustaban suavemente sus piernas. Sus manos tocaban sus piernas mientras subían poco a poco hasta su entre pierna mientras suavemente se recostaba en el sillón. Su otra pierna sentía una sensación vibrante, era un vibrador en manos de una chica. . Era una de las chicas del lugar, una de esas chicas que saben muy bien como funciona el deseo sexual, a la final a eso se dedicaba.
-Si me permites, te enseñaré como funciona esto.
Andrés abría poco a poco las piernas exhibiendo su ropa interior que se opacaba con las pantimedias mientras el vibrador iba subiendo mas y mas hasta su vagina, un pequeño gemido salio de la boca de andrea. De repente otras manos tocaron los pechos de andrea, era otra chica del lugar.
- ¿Que es esa nueva sensación? pensó Andrés
el virador sobre la ropa hacía un excelente trabajo para Andréa. Sus caderas se movían involuntariamente mientras sus votas tocaban el suelo del sillón. Los hombres presentes esperaban afuera mientras las chicas del local intentaban ayudar a Andrea a llegar al orgasmo.
- Espero que lo este disfrutando señorita
En el acto otra chica explicaba como funcionaba cada instrumento mientras guardaba en una caja, una caja que iba a ser entragada a Andrea.
Andrea con las piernas abiertas y completamente entregada al placer, lanzo un ultimo gemido que le permitió llegar a un orgasmo incomparable. Andrea agitada revivió una la caja mientras intentaba levantarse del sillón.
- Porfavor una ofrenda de nuestra tienda para la reina
Andréa se levanto unos pasos con una pierna adelante al dar cada paso mientras sus botas generaba un nuevo sonido al caminar. tomo asiento en una de las sillas y reviso su celular.
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- 12pm - Jorge - Hola mi reina hoy nos vamos a divertir ¿ donde estas?
Andrea emocionada le envía la ubicación lista para entregarse nuevamente a Jorge.
