Amor, deseo y poder describen la historia de un chico que en una excursión por Egipto se pierde en un desierto encontrando un anillo perdido con un poder oculto. Cuando se lo coloca en el dedo, descubre la magia y poder de el, convirtiéndose en su y...
La rubia mujer era el centro de atención y era la Reina del mundo en un su castillo. Todo estaba a sus pies, ya había pasado tiempo suficiente para que el anillo necesite recargarse
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El anillo por instinto de supervivencia se activó nuevamente, pues necesitaba energía. El anillo comenzó a brillar y Andrea sufría pequeños cambios temporales para despertar el apetito sexual de los presentes y al mismo tiempo el de Andrea. El uso excesivo del poder y la experiencia del anillo ante todo lo logrado hasta el momento era suficiente.
La reina está en el punto más alto, en anillo no puede desaparecer. El anillo necesita energía.
Andrés sintió como su cuerpo se paralizó y el deseo sexual aumentaba. Tanto hombres como mujeres observaban a Andrea como la misma diosa del sexo. Los presentes comenzaron a desvestirse y manosearse entre sí, como si se tratara de una fiesta sexual.
Mientras Andrea sola en un sillón comenzó a tocarse. El anillo brillaba con fuerza y los presentes como si estuvieran hipnotizados se desnudaban y se besaban. El anillo debía elegir al semental del lugar.
Nadie tocaba a la reina, era una orgía para ella, un espectáculo para la reina. Andrea estaba en aquel sillón comenzando a sentir una desesperacion que jamás había experimentado mientras el anillo le otorgaba el poder de elegir al indicado.
Un hombre que aunque no tenía poder adquisitivo estaba dotado y fornido. Andrea no podía dejar de ver a ese chico, el anillo lo había elegido, pues había notado que todas las chicas del lugar instintivamente deseaban estar con el.
El hombre regresó a ver a la Reina y aunque estaba hipnotizado, sabía que era una ofrenda para el anillo. Desnudo caminaba entre La multitud hasta llegar donde estaba su Reina.
Andrea no podía aguantar más tiempo con esos deseos incontrolables. De un empujón, hizo caer a aquel chico en en sillón y se sentó sobre su miembro de aquel chico, con sorpresa pudo sentir el miembro dotado de chico haciendo un salto involuntario aliviando un poco aquel deseo.
- No puedo creer que esté haciendo esto- Pensaba Andrés.
- No puedo creer que esté teniendo sexo con una persona que no conozco.
- Pero, siento que si no lo hago voy a explotar.
Una vez se concretó la penetracion, los que estaban presentes intensificaron el momento. La mansión era un concierto de gemidos y orgasmos.
Todo estaba de acuerdo al plan de anillo. Para concretar el ritual, el chico debería dejar ir su esencia en Andrea. El anillo recuperaría su poder y podría terminar su deber, haciendo que Andrea sea la Reina absoluta del mundo.
Con aquel hombre, Andrea se entregaría completamente al anillo y su poder. El cargo de conciencia y amor de Andrea sobre Jorge fue un obstáculo para el anillo. Un obstáculo que mantenía a Andrea como un ser humano y no como una "Diosa" caprichosa, pero hubo un detalle que el anillo no pudo tomar en cuenta.
Alicia era la única mujer que no había caído en el hechizo por completo. Aunque Alicia respetaba la decisión de Andrea, no participaba en aquella orgía.
La noche que pasaron juntas era algo que el anillo no podía comprender, pues siempre fueron chicas heterosexuales las que controlaron el anillo. No podía comprender que Andrea se había enamorado de Alicia y Alicia se había enamorado de andrea.
Andrea completamente hipnotizada, continuaba con aquel acto sexual hasta que a lo lejos pudo ver a Alicia. La mirada de Andrea regresó a la normalidad y se detuvo completamente. El anillo intensificaba más los deseos de Andrea, haciendo que continúe pero en segundos nuevamente regresaba a la normalidad.
El chico, la agarró fuertemente y continuó con el acto mientras Andrea intentaba escapar de él y sus deseos, pues aunque Andres ya no quería continuar, su cuerpo disfrutaba cada penetracion.
Déjame en paz- Andrea pudo decir con dificultad mientras su cara y cuerpo pedían lo contrario.
Como era la Reina, el chico se detuvo y Andrea como si el miembro de aquel hombre dentro de ella era su deseo de vida, aquel vaso de agua el el desierto. Se levantó y caminó lentamente hacia Alicia.
Andrea no paraba de mirar al chico con deseo, pues lo que hacía estaba en contra de todo lo que si cuerpo deseaba. Era como si un adicto a las drogas o como si una persona hambrienta quemara todo para ir hacia una persona.
El anillo brillaba como nunca y su único medio era Andrea. La misma que no respondía a sus deseos. Andrés podía sentir que Alicia era esa persona con la que quería estar, podía sentir que con ella podía perdonarse por lo que hizo a Jorge.
Las dos chicas se miraron y sonrieron mientras el anillo perdía su brillo. Cuando estaban por topar sus manos, por atrás el chico fornido la agarró, haciendo que Andrea sientan un alivio al saber que iba a regresar a sus deseos.
