La normalidad había vuelto a Hogwarts. La Profesora Sprout junto a Madame Pomfrey hicieron unas pociones en base de mandrágora que lograron reanimar a aquellos que habían sido petrificados. Todo el colegio estaba reunido en el Gran Comedor escuchando las buenas noticias. El Profesor Dumbledore le otorgó a la casa de Ravenclaw 40 puntos por la valentía de Aleyna. Alicia sonreía, no solo feliz de poder ver a los chicos que habían sido reanimados estar con sus compañeros de nuevo si no ver a los que no habían vuelto de vacaciones. Desde la mesa le guiñó un ojo a Melanie y a Harriet, y saludó a Draco con un movimiento de su mano. Los tres chicos la saludaron de vuelta.
Cuando iban saliendo del Gran Comedor, conversaba tranquilamente cuando un estudiante que venía corriendo chocó contra ella. Alicia levantó una ceja y vio al chico.
-¿Potter cual es la prisa?-
Harry, seguido por Neville Longbottom, Luna Lovegood, Ginny y Ron Weasley y Hermione Granger, la vio, respirando agitado.
-Lo siento profesora, pero es que, tienen a Canuto.-
Alicia se abrió los ojos como platos.
-¿Quien lo tiene y en donde?-
Harry suspiró. -Usted sabe quien en el Ministerio de Magia. En una sala llena de bolas de cristal con humo azul.-
Alicia lo vio con sorpresa. -Departamento de Misterios. Corre Harry, yo llamo a los de la Orden.-
El chico asintió. -Gracias profesora.-
Harry arrancó a correr con los otros y Alicia jaló de Snape hacia su oficina corriendo.
Apenas cerró la puerta detrás de ella, la marca tenebrosa comenzó a quemar tanto en su brazo que Alicia soltó un chillido de dolor.
-Estan llamando a Viktoria.- susurró ella, viendo a Snape. -Dile a los de la Orden que tienen a Sirius en el Departamento de Misterios y que yo voy a estar ahí como Viktoria. Que Harry y otros chicos fueron a buscarlo. -
Alicia besó con fuerza los labios de Snape, soltó otro chillido de dolor, en un parpadeo se convirtió en Viktoria y se lanzó a su chimenea.
-¡MINISTERIO DE MAGIA!-
-Bu-
Bellatrix Lestrange volteó y soltó una risita al ver a Viktoria Delacroix parada detrás de ella.
-Te estabamos esperando.-
Viktoria se apartó un mechón de cabello del rostro. -Lo se. ¿Qué buscamos?-
-Una profecía, mientras Potter llega. -dijo Lucius Malfoy.
-¿Mientras Potter llega? ¿El chico va a venir?- inquirió Viktoria.
-Eso esperamos.- contestó Yaxley al lado de Lucius.
-Pues. ¿Cual es la profecía?- preguntó ella.
-La que diga el nombre del chico.- contestó Lucius.
Viktoria enarcó una ceja. -¿Lucius estás viendo la cantidad de profecías que hay? Hasta puede haber una tuya aquí.-
Lucius alzó una ceja, viéndola.
-¿Ah si? ¿Y qué diría?-
-Lucius Malfoy…-comenzó ella con una voz de ultratumba. -Morirás por que unas adolescentes envidiosas querrán tu cabello.-
Bellatrix y Viktoria explotaron en carcajadas. Lucius sacudió su cabello largo con el rostro serio.
-No me parece gracioso, Delacroix.-
Yaxley los mandó a callar. -Alguien viene.-
Apagaron las luces de sus varitas y escucharon los pasos y las voces de Harry y sus amigos.
-Harry… aquí hay una con tu nombre.- susurró Neville Longbottom.
Los mortífagos los rodearon en un segundo.
-Dámela, chico.- le dijo Lucius a Harry.
Bellatrix soltó una risita. -¿Neville Longbottom? ¿Cómo están tu mami y tu papi?-
Viktoria sacó su varita, lista para esquivar el primer ataque, el cual no tardó mucho en venir.
Comenzaron a lanzarse hechizos, destrozando todo el lugar. Las profecías caían de los estantes y los estallidos de las bolas de cristal resonaban por todo el lugar más los hechizos que se gritaban unos a los otros. De pronto, los siguieron hasta una puerta que daba a otra Sala. En el centro, había un par de rocas con una especie de aura transparente entre ellas. Cada mortífago sujetó a un chico y Lucius encaró a Harry. Viktoria tenía a Hermione removiéndose en sus brazos.
-Dame la profecía, ahora.- le dijo Lucius a Potter.
El chico se la tendió y apenas Lucius la tuvo en la mano, destellos blancos comenzaron a aparecer en la habitación, eran los miembros de la Orden del Fenix. Otros mortífagos comenzaron a escapar o, a luchar contra ellos. Viktoria reaccionó de milagro cuando vio que Nymphadora Tonks le lanzó un hechizo. Ambas comenzaron a luchar, y en un segundo, Tonks resbaló entre unas rocas y Viktoria se lanzó sobre ella.
-¿Cómo estás?- le susurró con la voz de Alicia.
Tonks sonrio. -Bien, querida.-
Ella suspiró aliviada. -¿Donde esta Sirius?-
Tonks sujetó mejor su varita.
-Sano y salvo.-
-¡AVADA KEDAVRA-
El hechizo que lanzó Bellatrix Lestrange resonó por toda la habitación. El rayo verde impactó contra el pecho de Sirius. Alicia y Nymphadora observaron todo estupefactas, en cámara lenta. Mientras se escuchaban los gritos de Harry, Nymphadora sacudió a Alicia.
-Busca a Dumbledore.-
Alicia desapareció.
-¡SIRIUS ESTA MUERTO!- gritó al aparecer en la oficina de Dumbledore como Alicia nuevamente.
El director la vio con horror.
-¿Que dices?-
-Bellatrix mató a Sirius y Harry con los otros chicos está allá y Usted-Sabe-Quien va en camino.- susurró ella al borde del llanto desesperado y asustado.
Albus la abrazó con fuerza unos segundos para que se calmara. Cuando Alicia ya respiraba con normalidad, ambos desaparecieron, apareciendo en el Ministerio de Magia.
Dumbledore fue a enfrentar a Lord Voldemort, que se había materializado frente a Harry, mientras Alicia corrió a buscar a los chicos y a los Aurores.
Encontró a todos llorando por la muerte de Sirius, y a Kingsley y Lupin apresando a un mortífago que atraparon. Alicia con los demás, se quedaron unos minutos ahí que parecieron una eternidad, derramando lágrimas amargas por el amigo que acababan de perder. Cuando se escuchó un fuerte alboroto arriba, corrieron a la escalera, y observaron como Lord Voldemort comenzaba a desaparecer y a Albus arrodillado frente a Harry en el suelo. Detrás de ellos todos los hombres y mujeres importantes del Ministerio aparecieron ahí, observando estupefactos la situación.
El Ministro dio un paso al frente, sorprendido. Alicia se acurrucó en un abrazo con Nymphadora.
-Ha vuelto.-
FIN.