Capítulo 5

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Harriet respiraba aún con jadeos en los brazos de Alicia. Seguía en shock por todo lo que había pasado, de manera tan rápida, y sin ella darse cuenta. Cómo en segundos había besado a su novio frente a toda la escuela y de pronto estaba cayendo y en un parpadeo estaba en los brazos de la profesora, a salvo. Ni siquiera en sueños las cosas solían suceder tan rápido. La adrenalina del momento seguía quemando sus venas, pero ya se iba calmando poco a poco.

-¿Te duele?-

Las palabras de la profesora la trajeron de vuelta a la realidad.

-¿Qué?-inquirió ella con suavidad.

-Que si te duele.- repitió Alicia casi que con ternura.

Harriet bajó la mirada a su pie, esperando encontrarlo guindando de un pedazo de piel y el hueso fuera sangrando, pero tan solo se veía torcido y el pantalón lleno de astillas de madera. Tragó algo de saliva, aferrándose mejor a Alicia, levantando la mirada hacia ella.

-Si, me duele.-

Alicia levantó una ceja.

-¿Desgarradoramente?-

¿Por qué le pareció a Harriet que Alicia estaba intentando no reírse?

-No….-

-Bien, Dukes, entonces no hay razones para llorar.-Bromeó, pero simplemente estaba tratando de animarla. Luego, su rostro adquirió una expresión más seria, tan solo un poco, pues seguía sonriendo. -Si te duele es que sientes el pie, entonces es bueno, no hay que amputar por la lesión. Si el dolor no es desgarrador, significa que no es fractura, o sea, son buenas noticias. Vas a estar bien, ya verás.-

 

Harriet se tranquilizó con ese comentario y alzó el mentón un poco al entrar a la enfermería.

-¡Madame Pomfrey!-

La enfermera reconocida por todos los alumnos y profesores de Hogwarts, salió de su oficina al escuchar su nombre. Al ver a Alicia con Harriet en sus brazos, alzó una ceja, señalando una cama vacía y Alicia obedeció, dejando con suavidad y sumo cuidado a la chica en ésta. Madame Pomfrey se acercó a ella, observando directamente el pie de la chica.

-Quidditch, debí haberlo imaginado.- fue lo único que dijo.

-Es primera vez que veo que se lesiona una que no está jugando.- dijo Alicia con una sonrisa ladina. Madame Pomfrey alzó una ceja, sin despegar la mirada del pie de Harriet, comenzando a cortar el pantalón y el zapato con su varita para sacarlos y poder ver el pie.

-Y también es la primera vez que la señorita Dukes nos visita como una herida y no para ver a alguien.- señaló la enfermera, frunciendo ligeramente el ceño. -Y es primera vez que tu pisas la enfermería estando intacta, Alicia.-

Alicia soltó una melodiosa carcajada, y Harriet no pudo evitar sonreír ladina, agradeciendo la charla y con la mirada clavada en la ventana de enfrente, pues de verdad no tenía ganas de ver como se encontraba su pie.

-Tengo que sacar las astillas que están clavadas en su piel. Puede que le duela, señorita Dukes.- dijo la enfermera.

Alicia se sentó en la cama al lado de Harriet y extendió su mano hacia la pelinegra.

-Toma mi mano y aprieta si te duele…-

Harriet la vio con cierto escepticismo, pues pensó que aquello era una broma. ¿Le estaba viendo cara de ser una niña cobarde o qué?

Madame Pomfrey con un movimiento de su varita sacó una astilla algo gruesa y Harriet se mordió el labio inferior para no soltar un gemido de dolor, al final, terminó tomando la mano de la profesora, mientras la enfermera sacaba las astillas.

Se Siente Bien Volver.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora