44-45

6.6K 282 56
                                    

Capítulo 44

No me contestó… Aún seguía con ella, lo sabía. Llegada la noche volví a casa de ___ por tercera vez, esta vez ella me abrió, me sentí aliviado al verla nuevamente. Se veía realmente adorable, tenía la cara llena de harina al igual que todo lo que traía puesto, se veía demasiado tierna, quise tomarla y besarla en ese momento. Antes que pudiera decirle algo escuche una voz bastante familiar acercarse, era Harry… ¡¿Qué hacía Harry en casa de ____?! Todo dentro de mi hirvió en ese momento y la pequeña fiera que habita en mi estomago se alocó en ese instante.

-¿Preciosa, quién es?-¡¿Preciosa?! ¡¿Preciosa?! Él no tenía ningún derecho a llamarla así. Harry era un idiota ¿cómo se atrevía a tratar así a mi ___? Peleé con Harry y creo que ese fue el peor error de mi vida, gracias a eso perdí a ___... quería morir ¡Si, morir! No podría imaginar otra cosa sin ella…Conduje rápido hasta mi casa, al entrar nuevamente a mi habitación vi sus cosas, esta vez la presión en mi pecho se hizo tan fuerte que caí totalmente devastado a mi cama, lloré y lloré hasta que solté todo lo que llevaba dentro. Siempre creí que los hombres no lloraban, y siempre que yo sentía la necesidad de hacerlo prefería hacerme el fuerte y evitarlo, pero esta vez me sentía tan destruido, tan desolado… no sabía que haría desde ese momento.

_________.

Los días han pasado, monótonos, aburridos y bastante tristes. Le conté a mi madre sobre lo ocurrido con Niall y ella también está de acuerdo con la decisión que tomé, por el otro lado mi padre está que hierve de furia gracias a Niall y que dañó a su “pequeña”. No he vuelto a saber nada de Niall ni de ninguno de los chicos, claro, los veo a diario en la televisión y los escucho en la radio todo el tiempo, pero no he vuelto a tener comunicación con ninguno de ellos. Creo que todo ha pasado muy rápido.  Ese día no había querido salir, ni hacer nada; la depresión crecía a diario en vez de disminuir. Los días de frío se aproximaban, por lo tanto ese día estaba bien abrigada, tomando un chocolate caliente que Eva me dio con la excusa de que eso me subiría el ánimo, echada en mi cama cubierta por una cobija suave y cálida, mientras veía televisión en mi habitación. Estaba sola en casa; Eva se había ido hacia algunos minutos. Sonó el timbre de la casa, me saqué todo lo que tenía encima y en ese instante el frío me golpeó con violencia, ya que una ráfaga entro por la ventana; estaba lloviendo con fuerza, justo como sucedía dentro de mí. Arrastré mis píes hasta la puerta de la casa y la abrí perezosamente. La sorpresa fue enorme cuando vi a aquel chico de tez ligeramente bronceada, cabello castaño claro, ojos color chocolate intenso y rasgos casi perfectos, parado justo frente a mi ¿Qué hacía él aquí? Además la tormenta era descomunal y él se encontraba con un suéter no muy grueso, sus típicos jeans y un par de tenis.

-¿Adam? ¿Qué haces aquí?

-Supe lo de Niall… -dijo con su mentón temblando, tenía frío y podría notarlo a kilómetros, el chico se estaba congelando allí afuera.

-Pasa, pasa. –dije en cuanto me di cuenta.

-Gracias. –murmuró. Entró a mi casa y se sentó en el sofá del living, caminé rápido hacia la cocina y serví una taza del humeante chocolate para llevárselo a Adam, aun estaba estupefacta por su visita… fui nuevamente hacia el living y le di la taza a Adam.

-Lo siento Adam… ¿Pero qué haces aquí?

-Supe lo de Niall y me pareció la excusa perfecta para venir, no podía dejar perder nuestra amistad por algo como eso…

Abracé a Adam, fue casi un impulso. Pero recordé los viejos tiempo de nuestra amistad lo había extrañado, a pesar de todo él era un gran amigo, extrañaba sus brazos rodeándome. Me senté junto a él en el sofá, Adam me miraba atento.

They don't know about us (Niall Horan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora