Capítulo 1
-¡____, ven acá por favor! – escuché a mi padre gritar desde el primer piso
Paré la música que hasta el momento había estado inundando mi habitación de alegría y esperanza; obviamente One Direction y camine rápidamente por las escaleras para poder atender al llamado de mis padres.
-¿Si? –me senté junto a ellos en la mesa.
-___, tenemos una noticia -<<¡maldición!, nos mudaremos otra vez>>, pensé
-¿Qué pasa? –pregunté nerviosa.
-Sabemos que aun falta bastante para tu cumpleaños, pero aun así queremos darte tu regalo ya –dijo mi madre con la cara en completa seriedad, como si me estuviese diciendo que alguien había muerto.- Aquí tienes –deslizo a través de la mesa un sobre delgado color blanco perla con sus dedos, lo puso frente a mí y luego sonrió.
-Gracias –hablé dudosa y emocionada antes de tomar el sobre- ¿Qué es?
-Míralo tú misma –me respondió mi padre con una amplia sonrisa en su rostro.
-¿Es dinero? –pregunté tratando de adivinar.
-¡Ábrelo! –exclamaron ambos al tiempo.
Puse el sobre entre mis manos temblorosas por la emoción y lo abrí, saqué lentamente el contenido aun sin verlo, sentí entre mis dedos dos trozos de un cartón delgado con varios cifrados huecos de seguridad, frío y suave ¿Qué podría ser? En verdad no quería adivinar así que bajé mi mirada velozmente hacía lo que se hallaba entre mis dedos.
-¡¿On-One Direction?! –dije en shock- ¡Boletos para ver a One Direction! –exclamé con todas mis fuerzas.
-Mis padres rieron ante mi reacción- Si hija, veo que te gusta ¿eh? –me dijo mi madre mientras reía.
-¡Es lo mejor que me ha pasado! –volví a exclamar con fuerza y una enorme sonrisa en mi cara- Nunca lo espere, ustedes siempre me dijeron que no. Que no me dejarían ir a sus conciertos –seguía en shock.
-Lo sabemos –habló mi padre- Pero también sabemos cuánto te gustan esos cuatro chicos.
-Cinco. –corrigió mi madre. Sonreí.
Hizo un gesto gracioso y prosiguió- Y creemos que mereces más que nadie ir a verlos.
-¡Los amo! –corrí alrededor de la mesa para abrazarlos con fuerza- Son los mejores ¿sabían? –mi rostro tenía la sonrisa más grande que había tenido en toda mi vida. Prácticamente se estaba partiendo en dos ante mi sonrisa.
-Sí –dijo mi madre bromeando.
Corrí rápidamente a mi habitación y cerré la puerta. Puse mi CD de One Direction en el volumen más alto posible y comencé a bailar de una manera bastante graciosa. No lo podía creer, mi sueño, el sueño de conocer a esos cinco chicos que siempre me han acompañado con sus letras y voces angelicales se estaba volviendo realidad. Las lágrimas de alegría se escurrían por mis mejillas, estaría en VIP, en primera fila, viéndolos cerca escuchándolos cantar frente a mí, a unos pocos metros, esto era un sueño.
-Falta muy poco –susurré observando mi boleto. Faltaban dos días para que mi sueño finalmente fuera realidad.
Caí profundamente en sueño después de tanto saltar, bailar y cantar de felicidad. Era Diciembre, exactamente 8 de diciembre, lo que significaba que estaba gozando plenamente de mis vacaciones de Navidad, todo era perfecto.
-Un día menos –fue lo primero que pensé al despertarme en la mañana.
Hice lo de siempre, bajé a desayunar; ¡Sola!
Ya era costumbre, mis padres estaban trabajando y mi hermano mayor estaba de visita en España por unos meses. Tomé un pequeño baso, serví algo de jugo y en un plato serví cereal. Me senté frente al televisor esperando a ver alguna noticia de One Direction en la TV mientras desayunaba, mi corazón brincaba de alegría cada vez que aparecía en la pantalla propaganda del gran concierto, y no podía evitar que una enorme sonrisa se dibujara en mi rostro cada vez que eso aparecía. A la hora del almuerzo pedí una pizza, amaba la comida y gracias a dios siempre podía mantenerme en muy buena forma por el ejercicio. Más tarde llamé a Adam; uno de mis mejores amigos para salir, él por supuesto me dijo que sí. Desde que nos conocemos hace siete años, todos han dicho que yo le gusto a Adam, en verdad no me importa demasiado, él también me lo dijo pero yo lo quiero tener como mi mejor amigo.
Llamaron a la puerta, era Adam, fui rápidamente a abrirle
-¡Hola ___! –me abrazó con fuerza tan pronto como me vio.
-Hola Adam –besé su mejilla.
Después de unos minutos de la llegada de Adam, una tormenta azotó con fuerza la ciudad. El cielo era gris oscuro y la luz apenas podía entrar por las ventanas de mi casa. Entonces decidimos acabar con nuestros planes de salir.
-No entiendo porque te gustan tanto esos chicos. Además sabes que no los vas a conocer –dijo con tono un poco teñido por los celos.
-¡Claro que sí, Adam! –lo golpeé con una almohada.
-¡No, no es verdad! Tus padres siempre se han negado a dejarte ir a alguno de sus conciertos. Sacó la lengua en forma burlona, quise ahorcarlo.
-Pues ya no es así –me paré en busca del sobre con los boletos que mis padres me habían dado y se lo entregué a Adam.
-¿Te dejaron ir? –preguntó Adam sorprendido.
-¡Sí! –exclamé con felicidad- Yo también me sorprendí –reí.
El resto de la tarde fue muy divertida, Adam era mi mejor amigo desde que éramos niños y siempre nos habíamos llevado muy bien, a los 9 años me confesó que gustaba mucho de mí y desde ese momento siempre ha tratado de demostrarlo, no me ha importado demasiado, Adam es como un hermano para mí. Le quería, pero no de la forma en la que tal vez, él quisiera que yo lo quisiera.
-Bueno linda, me tengo que ir, es tarde –besó mi mejilla.
-Adiós Adam.
Era un poco tarde y mis padres no llegaban así que comí algo mientras veía televisión y luego me fui a dormir, cada vez estaba más cerca el momento. A la mañana siguiente me desperté muy temprano, increíblemente emocionada.
-¡Hoy es! –grite feliz cuando desperté. Parecería loca. Pero no importó, quería gritarle al mundo lo emocionada que estaba, y así lo hice.
Corrí rápidamente al baño para arreglarme, era muy tarde, casi medio día. Había dormido demasiado, así que me levante de prisa a arreglarme, tenía que estar temprano en el lugar del concierto ya que las filas de entrada eran infinitas. Me duche rápido y salí a vestirme, me puse unos shorts de Jean ya que hacía mucho calor ese día, y también me puse mi blusa con el logo de One Direction, arreglé muy bien mi cabello y me puse un poco de maquillaje, muy poco para que no dejara de verme natural, seguí a ponerme mis zapatos y guardar mis cosas en un pequeño bolsito útil para tener mi cámara y algunas cosas más durante el concierto. Eran las 12:20 cuando terminé de arreglarme, baje a la cocina me preparé un sándwich y tome algo de jugo. Mis nervios estaban creciendo a un ritmo espeluznante, volví corriendo al baño antes de salir, debía cerciorarme de lucir perfecta, ya que estaría en primera fila, muy cerca de los chicos, había posibilidades de que me viesen. Suspiré profundo antes de salir de mi casa y luego abrí la puerta, salí y cerré está detrás de mí. Tomé un Taxi que me llevara al lugar del gran evento, en pocos minutos estábamos allí. Solo veía montones de chicas, algunas vestidas de Zanahorias, con camisetas alusivas a One Direction, gente vendiendo objetos de los chicos, otras chicas llorando por los altos precios de las entradas, o por la falta de ellos. Autos, policía cuidando de la gente, personas de la televisión cubriendo el evento y varias cosas más. Pagué el taxi y me fui hacia la fila. No podía creer que en unas horas estaría frente a mis ídolos. ¡Frente a One Direction!
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They don't know about us (Niall Horan)
Fiksi PenggemarNadie jamás podría saber qué ocurre tras las cámaras y el espectáculo. Nadie sabe que tal vez las grandes estrellas también tienen sus locos y pequeños secretos.