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Capítulo 48

_______.

Me he sabido acostumbrar a España. No entro en detalles de mis monótonos días. Despierto, desayuno, ducha, estudio, almuerzo,  descanso, cena y vuelvo a dormir; esos son mis días. Las últimas semanas he estado saliendo con Alex, en verdad no me agrada mucho hacerlo, pero mi hermano dice que me ayudará a olvidar a Niall. Debo admitir que me da un poco de temor estar a solas con Alex, además de ser mayor que yo, siento que quisiera quitarme toda la ropa que llevo encima con solo la mirada, ha habido veces en donde trata de sobrepasarse conmigo, pero obviamente siempre termino golpeándolo o mandándolo al demonio. Por ejemplo; hace algunos días, mi hermano no estaba en casa (como raro) por lo tanto estábamos solo Alex y yo, cabe aclarar que pareciese que este hombre también viviera aquí, ya que se pasa metido aquí noche y día. Volviendo a la historia, estábamos los dos solos en casa, viendo una película en el living, como ya les dije; me da algo de temor estar sola con él, entonces yo estaba sentada a un extremo del sillón y en el otro estaba él sentado. Alex trató de besarme en varias ocasiones, era brusco y violento a la hora de tratar conmigo. Aquel día, nuevamente, mi hermano me había dejado sola con el idiota de Alex. Esta vez él me había invitado a su departamento.

-Ven. –tomó mi mano en cuanto entramos al departamento- Te daré un paseo. –sonrió.

Comencé a caminar algo temerosa tras el castaño, primero me mostró la enorme terraza, el living, comedor, cuarto de televisión, cocina… finalmente su habitación, sentí algo de ¿miedo? Tenía una mala corazonada de aquello.

-Y esta… Es mi habitación. –abrió sus brazos. Algo me llamó la atención y fue la espectacular vista que tenía desde allí, en cuanto divisé la ventana me separe de Alex y caminé hasta la ventana, podía ver desde allí la mitad de Barcelona, era maravilloso.- ¿Te gusta? –se puso junto a mí.

-Es preciosa, Alex. –murmuré algo distraída.

Me tomó bruscamente por la cintura y me acercó a él- Como tú. –susurró a mi oído. Me aparté de él rápidamente, sentía asco con solo el hecho de tenerlo tan cerca- Oh ____(diminutivo) ¿Qué ocurre? –me volvió a tomar violentamente por la cintura.

-Suéltame Alex. –balbuceé tratando de soltarme de su agarre.

Rió suavemente- Tranquila linda, no ocurrirá nada.

-Alex… Suéltame. –exigí firme.

Volvió a reír. Me tomó salvajemente por las mejillas, con solo una de sus manos, ya que la otra estaba sosteniendo mi cintura y me acercó a él- No tienes por qué tener miedo.

Lo miré directamente a los ojos, el desprecio y repugnancia se hizo presente en mi rostro. Pensé rápido; subí mi rodilla con fuerza y lo golpeé donde más le duele a un hombre, inmediatamente me soltó y se dobló con las manos puestas sobre su entrepierna. Casi corrí hasta la puerta, pero Alex me ganó y se puso frente a ella. Era definitivo, sentía terror puro. El chico cerró la puerta y comenzó a caminar hacia mí, a medida que el daba un paso hacia adelante yo daba uno hacia atrás, hasta que me topé con su cama.  Alex soltó una macabra carcajada.

-¿Por qué estás tan asustada pequeña? Prometo que no haremos nada malo… -sonrió. Me eché hacia atrás en la cama ya que se acercaba a mí como un animal apunto de asesinar a su presa. Relamió sus labios mientras me miraba con lujuria.

-Alex… Por favor. –dije con terror, él rió nuevamente. Había algo mal con ese hombre.

Me haló por las piernas y me dejó recostada bajo su cuerpo. Quise llorar de miedo en ese momento. Intenté gritar pero además de que sabía que sería totalmente inútil la enorme y fría mano de Alex me cubrió la boca. Me quedé totalmente paralizada en ese momento, ¿Qué ocurriría? Luché con mi piernas para sacármelo de encima pero él tenía diez veces más fuerza que yo, así que no le fue un problema dejarme inmóvil nuevamente. Volví a intentar gritar, pero su mano presionó aun más mi boca. Su mano se escabulló por la parte de debajo de mi vestido, el miedo corrió por mis venas, cerré con fuerza mis piernas cuando sentí su mano aproximándose a mi entrepierna. No importó con cuanta fuerza presionara mis piernas, su mano logró separarlas. Quitó rápidamente la mano de mi boca.

They don't know about us (Niall Horan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora