capítulo 23

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El marido de mi hermana.

Capítulo 23.

Seis meses después...

Seis meses en los que no había tenido contacto alguno con Luca, ambos seguimos por caminos diferentes, sabía que le estaba yendo muy bien, me daba mucho gusto por él. Yo continué trabajando y estudiando. De hecho estaba a una semana de graduarme de la universidad, el mismo día de mi cumpleaños #23 y saben que era lo más ilógico, el mismo día que mi hermana y su esposo cumplían su primer aniversario de esposos, una total y estúpida locura. Lo peor era que mamá quería hacer una triple celebración.

Yo repetía en mi cabeza todos los días lo mismo; ya lo olvidé, ya lo olvidé. Se supone que la mente tiene poder, lo repetía tantas veces a ver si de esa manera se cumplía. La meta era repetirlo tantas veces como fuera posible hasta que yo lo creyera.  No podía arriesgarme, así que no estaba dispuesta a compartir una celebración con ellos, por eso se me ocurrió algo, bueno la idea fue de Lara, solo tenía que cruzar los dedos para que me dijera que sí.

Llegué al lugar que se convirtió en mi refugio, el club Paraíso Infernal.  De vez en cuando me pasaba por el lugar por una copa y por la compañía de Josh.

—Turquesa —me saludó con una sonrisa —, ¿empezamos temprano?

Sonreí mientras arrastraba el taburete.

—Dame algo, pero sin alcohol.

Soltó una risita con su gesto serio que lo hacía ver tan varonil. Me acercó la copa. Sonreí, haciendo lo que solía hacer: morder mi labio inferior. Él arqueó una ceja con curiosidad como si anticipara lo que yo estaba por decirle. Tomé la copa que me ofreció y nuestros dedos se rozaron brevemente.

—¿Tienes planes para el viernes? —solté.

Él esbozó una sonrisa dejando ver esos hermosos hoyuelos.

—¿Por qué? —respondió con otra pregunta—. ¿Acaso quieres invitarme a una cita?

—Bueno, en realidad el viernes me graduó y quería invitarte —añadí, tratando de sonar casual.

—Tengo el pequeño presentimiento de que no será algo insignificante, no sé por qué, pero creo que hay algo más tras esa invitación —me miró a los ojos.

Volví a sonreír, una pequeña sonrisa malvada. Él negó y se acercó un poco apoyándose en la barra dispuesto a escuchar.

—Ese día también cumplo años… mamá quiere hacer una celebración triple.

Arqueó una ceja inquisitivamente.

—¿Por qué triple? —inquirió, pero luego hizo un sonido con su lengua—. El aniversario de tu hermana.

Asentí.

—¿Qué papel desempeño yo?

Él no se iba con rodeos, ya sabía perfectamente que había una intención. Mordí mi labio inferior.

—No quiero estar en esa celebración y necesito una disculpa válida, pensaba decirle a mamá que ya tengo planes con alguien, ahí entras tú…

Se alejó a atender un cliente sin dejar de mirarme de reojo, luego se volvió a acercar.

—¿Hasta dónde tengo que llegar? ¿quieres que finja ser tu novio, o tu casi algo? ¿por qué lo haces? Por tu cuñado —eso último fue una afirmación.

—Evito compartir un mismo espacio.

Se acercó tanto que sentí su respiración en mi cuello.

—¿Por qué evitarlo si ya no sientes nada? Al menos eso es lo que aseguras.

©EL MARIDO DE MI HERMANA. lDonde viven las historias. Descúbrelo ahora