capítulo 11.

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EL MARIDO DE MI HERMANA.

CAPÍTULO 11.

Empecé a caminar tratando de seguirlo con la mirada, ya que había mucha gente. Justo en ese momento escuché.

—Ale, ¿a dónde vas?

La miré, ella me miró con un gesto de confusión.

»¿Pasa algo? —se acercó y miró siguiendo mi mirada.

Volví a mirar, pero ya no había nadie, solo un señor con una gabardina negra y una niña en brazos. Mi cara de decepción era evidente, ¿lo había imaginado? Pero, ¿por qué después de tanto tiempo y así de la nada? Vanessa pasó su mano por mi brazo.

—¿Estás bien?

Mi corazón se había acelerado por un tonto espejismo de mi cabeza. Sacudí la cabeza para alejar esos pensamientos  y traté de sonreír.

—Creí ver a alguien, pero es imposible.

Empezamos a caminar.

—¿A quién? —inquirió con curiosidad.

Sonreí.

—A mi golondrina —frunció las cejas en un gesto de confusión —, a ese novio que aún no sabe que lo es.

Solté una risita, ella negó.

—Todavía sigues con eso, tengo curiosidad hace mucho no lo mencionas, ¿qué pasó con él?

—Mi golondrina emigró lejos de mí, pero tengo fe de que regresará algún día.

Soltó una risita.

—Quien te escuche va a decir que estás loca. Pues ojalá que ese chico regrese, es un tonto, no sabe lo que se está perdiendo. La niña más linda de todas. Y si regresa no lo dejes escapar.

Apretó más mi brazo e hizo un gesto de puchero, yo la imité. Pensé; espero lo mismo. Seguimos visitando tiendas y llegamos a una de lencería, literal me  arrastró.

—Ayúdame a elegir algo lindo para él —se puso roja.

Solté una carcajada e hice una mueca exagerada de asco.

—¡Fuchi! A mí no me metas en esas porquerías, eso te lo dejo a ti, no quiero saber qué cosas sucias hacen.

—Shhhh —me regañó —, baja la voz.

Me arrastró por la tienda.

»Ayúdame a elegir algo sexy y lindo.

—Yo que voy a saber de esas cosas.

Entre cerró los ojos, me crucé de brazos.

»Le diré a mamá que me quieres corromper.

Me dio un pequeño golpe juguetón en el hombro.

—Cómo te digo, Santa Alexia.

Soltó una carcajada, apretó mi nariz.

»A mí no vas a engañarme tú te la pasas con Luca, no creo que solo de fiesta, ya te has quedado en su casa y él vive solo, además también esas salidas con tus amigos.

Hice un gesto de indignación.

:—Vas a negarme que entre ustedes no ha pasado algo.

—Luca es mi primo, además somos amigos.

Rodó los ojos.

—Ajá, fingiré que te creo. Además no somos primos de sangre. Harían una linda pareja —soltó una risita.

©EL MARIDO DE MI HERMANA. lDonde viven las historias. Descúbrelo ahora