Capítulo 1: La llegada al castillo

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El año escolar había comenzado, ya era el tercero desde que el famoso Harry Potter llegara allí con cara de niño asustado. A pesar de todos los lugares que los tres aventureros habían atravesado durante esos dos años, nunca se habían cruzado con Francine, la muggle, el castillo era muy grande , lleno de cuartos y lugares secretos así que quizás, muchas personas pudieran estudiar allí por años sin verse jamás los rostros.
Esa tarde, Francine entró y caminó por las amplias filas de la bibliotecade buscando y rebuscando algo, finalmente se dio por vencida y consultó a Madame Pince la bibliotecaria, que amablemente le señaló la mesa en donde estaban sentados trabajando arduamente Harry, Ron y Hermione. Francine sonrió con amabilidad y se dirigió a la mesa.

-Hola, mi nombre es Francine y me preguntaba si ese libro que esta allí lo necesitarán en la próxima media hora, ya que quisiera consultar algo.
-Hola, ¿cómo dijiste que te llamas? -preguntó Ron
-Francine.
-Nunca te habíamos visto en la biblioteca -,dijo Harry.
-¡Oh! yo sí te he visto, recuerdo que me pregunté qué clase darías -, Contestó Hermione, que era la más experta en el tema de la biblioteca.
-No doy clases, simplemente ayudo en lo que necesiten, puede ser a la señora Pomfrey, Hagrid, aquí mismo -,Respondió ella.
-¡¿Conoces a Hagrid?! -dijo Harry extrañado.
-¡Oh, sí! es muy difícil sino imposible no conocerlo -,dijo bromeando Francine.
-Ya lo creo -. Rió Ron y agregó: ¿Y por qué no enseñas?
-Simplemente por que no soy hechicera.
-¿No? -dijo Incrédulo Ron- ¿Eres una squib?
-No, ni siquiera eso, soy muggle, pero otro día les contaré mi historia, si seguimos conversando la señora Pince nos reprenderá así que consulto esto y se los devuelvo -,dijo Francine.
-Puedes quedártelo, ya hemos terminado -,dijo Hermione.
-Gracias –,respondió Francine y partió a otra mesa. Se puso a revisar las hojas y tomar notas en un cuadernito de estilo muggle.
Una hora estuvieron trabajando los chicos en su mesa antes de retirarse, Francine continuaba trabajando muy concentrada cuando ellos partieron, ella parecía conversar sola y opinar sobre lo que estaba leyendo antes de anotar. 
Pasaron muchos días sin que volvieran a cruzarse con Francine, asistieron a las clases de toda la semana, a las prácticas de quidditch y a la biblioteca, pero no había ningún rastro de la misteriosa mujer.
Por otra parte, el tiempo bueno estaba por terminar así que cuando el sábado amaneció soleado y templado los chicos prefirieron hacer parte de sus tareas al sol, para luego recorrer los terrenos del colegio, visitar a Hagrid y anticipar alguna información que él tuviera sobre Francine ya que ella había comentado que lo conocía.
Se sentaron en la hierba cerca del lago a la sombra de algunos árboles y comenzaron a escribir en los pergaminos un ensayo que la profesora McGonagall les encargara, sobre los pasos para lograr la transfiguración del caracol en una roca de río. Por supuesto Hermione fue la primera en terminar, así que se puso de pie y comenzó a atisbar sobre los trabajos de Harry y Ron.
-No, Ron ese no era el movimiento de la varita, primero apuntaba hacia abajo y después es el golpe, si lo haces como dice allí lo harás explotar -,lo corrigió Hermione.
-Si no te callas probaré lo que dices en ti -,amenazó Ron de mal humor.
-Bueno, sólo quise ayudarte para que termines antes, pero si te vas a sentir herido... -,respondió ella.
-¡OH! sólo déjame terminar y luego me lo corriges ¿Sí? -,dijo Ron intentando compensar su rudeza.
-Bueno, como quieras -,replicó ella suspirando con exasperación.
De pronto un ruido de zapatos que avanzaban llegó hasta ellos y unas risas burlonas los acompañaron, una voz que arrastraba las palabras dijo: -¿No estás en la enfermería Potter? Quizás deberías mudarte allí así nos ahorrarías la desagradable tarea de llevarte -,dijo Malfoy aludiendo a los desmayos que le causaban los dementores que vigilaban el castillo, por la amenaza del ataque de Sirius Black. Los amigotes Crabe y Goyle festejaron el chiste con una risa tonta.
-El que va a terminar en el hospital eres tú si no te callas -,amenazó Harry.
-¡Oh, vamos! No te quitaré ese privilegio, ¡He! Miren, allí vienen los dementores ¡Preparen la camilla!- Gritó él y los demás se rieron hasta que se les terminó el aire. Antes que Harry pudiera cumplir su amenaza se fueron a paso rápido y riendo a viva voz.
-¿No tendrán otra cosa que hacer? -dijo Hermione con fastidio -¡Nunca los he visto hacer la tarea o visitar la biblioteca, no sé cómo llegaron al tercer año!
-Creo que Snape los habrá ayudado-,comentó Harry.
-Sí, les habrá dado un empujoncito, aunque pensándolo mejor, debió ser un empujón bastante fuerte para Crabbe y Goyle-,Dijo Ron.
- Ya lo creo -,rió Harry.
Continuaron con la tarea un rato más pero Ron y Harry se aburrieron intentando escribir de una manera que Hermione considerara aceptable, así que enrollaron los pergaminos y salieron rumbo a la cabaña de Hagrid. Golpearon la puerta y su voz alegre, así como los ladridos de Fang les dieron la bienvenida.
-Hola, pasen, pasen, estaba preparando mi clase, ya verán, será emocionante -,dijo alegremente.
Hermione tuvo un mal presentimiento así que le dijo a Hagrid: -¿Has pensado bien lo que nos vas a presentar?
-¡Oh, sí! ya he pensado lo que haremos las próximas cinco clases, ya verán, seré un gran profesor -,dijo él rebosante de entusiasmo.
- Si, no es que no lo crea... - Hermione buscó apoyo y consejo de Harry y Ron -.Sólo que algunos animales son... -,ella dudó-, Buenos para ti, pero para otros chicos...
-Si, ya lo he pensado y no habrá ningún problema.- Dijo él.
Hagrid les trajo té y unas galletas que olían muy bien, luego de sorber de las tazas hasta acabar el té y limpiar el plato de galletas de una manera que emulaba casi a Fang, los chicos aprovecharon para hacer sus preguntas.
-¿Conoces a Francine? -Preguntó Harry como para olvidar el peligroso tema de las clases.
-Si ¿cómo saben de ella? Aquí casi nadie la conoce -, dijo Hagrid.
-La hemos visto en la biblioteca, hace unos días habló con nosotros y nos pidió un libro de pociones -,dijo Hermione.
- ¿De pociones? ...lo está haciendo... -,pensó Hagrid en voz alta.
-¿Hacer qué? -preguntó Ron con curiosidad.
-¡Oh! es un proyecto secreto de ella, no quisiera contarlo, se lo he prometido... -dijo Hagrid.
-Bueno, ¿Al menos puedes contarnos algo sobre ella? -preguntó Harry
-¿Es verdad que es muggle? -preguntó Ron.
- Sí es verdad, pero no deben decírselo a nadie, le traerá problemas a ella y a Dumbledore -,recomendó Hagrid.
-Ya lo sabemos, pero cuéntanos algo de ella Hagrid, ¿qué hace aquí? -preguntó Hermione ávidamente.
-¡Oh! sólo puedo decirles que ella no es lo que parece, ha sufrido mucho desde niña, creo que por eso Dumbledore le ha permitido quedarse... -Relató Hagrid sin ampliar mucho el tema.
-¿Por qué no nos puedes decir? -preguntó Ron decepcionado
-Por que se lo ha prometido -,dijo Hermione al tiempo que Hagrid decía algo parecido.
- Pero nosotros somos de fiar.- Intentó convencerlo Ron.
-Además ella prometió contarnos, así que confía en nosotros -,dijo Harry.
-Entonces esperen a que ella les cuente, pues considera que soy de confianza... pero si les cuento... -objetó Hagrid.
-Entendemos Hagrid -,afirmó Hermione.
-¿Quieren un poco más de té y galletas? Las ha traído Francine, son de una receta francesa, ella es francesa -,explicó Hagrid.
-Bueno, ¿Y ella ha venido hace poco? -preguntó Hermione.
-Hace tres años -,respondió Hagrid automáticamente -,le ha dicho a los elfos domésticos que me prepararan esto con una receta de ella, creo que no le gusta mi cocina y por eso siempre que viene me trae algo -,meditó Hagrid en voz alta.
Harry, Ron y Hermione se miraron entre sí pues ellos eran más o menos de la misma opinión que Francine y se alegraron mucho de que quedara algo de su regalo.
-¿Por qué ha venido a verte? -preguntó Hermione.
-¡Oh! ella tiene un proyecto que está elaborando en el bosque y necesita mi ayuda -,dijo Hagrid herméticamente.
Tomaron té y comieron las deliciosas galletas, pero a pesar de los habilidosos intentos no lograron sacarle mucha información a Hagrid, no era difícil emboscarlo para lograr que contara cosas, pero ese día estaba particularmente astuto y no dejó escapar más información que esos pocos trozos. Cuando la tarde comenzó a caer Hagrid obligó a los tres amigos a regresar al castillo, para evitar riesgos con los dementores o con Sirius Black, así que los acompañó hasta la puerta del castillo y allí se despidieron.
Harry, Ron y Hermione fueron a dejar las cosas a su cuarto común y a prepararse para la cena, pero olvidaron que debían recoger un libro para un ensayo que les había mandado Snape y de devolver otro que ya no usaban, así que caminaron primero hacia la biblioteca.
-¡Ufff! ya había olvidado ese ensayo. ¿Por qué querrá que escribamos sobre hierbas venenosas si ya hemos visto veinte como tres veces? -Se quejó Ron.
-No lo sé, pero yo aún no he comenzado -,dijo Harry.
-Bueno, les recomiendo entonces el capítulo ocho -,comentó Hermione.
- Sí, ya -, dijo Ron con voz cansina.
-¡Shhh! escuchen -,dijo Hermione en voz baja -,Es la voz de Francine, parece que habla con alguien.
Desde el otro lado del corredor, donde se tomaba hacia la biblioteca se oyó venir la voz de Francine: -Profesor, profesor, hace días que lo busco ¿No ha recibido mis mensajes?
La voz sarcástica de Snape respondió: - Como usted sabrá, tengo demasiadas ocupaciones que me impiden dar consultas personales a cualquiera que las pida.
-Lo sé profesor, pero lo que quiero consultarle sólo llevará dos o tres minutos -. La voz de Francine se oía molesta pero intentando conservar un tono amable.
-Ya le avisaré cuando disponga de esos tres minutos, por ahora saldré de viaje y no podré atenderla, además no creo que tenga un tema tan importante como para cambiar mis ocupaciones por ellas -,le respondió la voz de Snape en un tono despectivo que no intentó ocultar.
-Bien, lamento haberlo molestado -,contestó la voz de Francine cuyo tono era forzadamente amable.
-Además, ya sé lo que es usted... y no creo que deba estarse metiendo en temas como para consultar conmigo -,agregó Snape en un tono aún más despectivo, si eso era posible.
-Tanto usted como yo tenemos cerebros similares como para pensar -,replicó Francine con furia en sus palabras.
- ¡NO ME COMPARE CON USTED! -le advirtió Snape con voz peligrosa.
-Tiene razón, realmente me dio asco hacerlo -, dijo ella provocándolo, a esto siguieron unos segundos de silencio. 
-¿Va a atacarme?...¡Y yo que siempre creí que usted era un hombre valiente! ¡Cómo me equivoqué!
Del otro lado Harry, Ron y Hermione escuchaban pegados a la pared para evitar que sus sombras en el suelo los delataran.
-¡Va a atacarla!-dijo Hermione tapándose la boca.
Harry sacó su varita como para intervenir.
-¡Espera! hay silencio -,dijo Hermione en voz baja.
-¿Que estará ocurriendo? -dijo Ron -. Al menos no veo chispas.
Unos pasos se oyeron alejarse y otros acercarse, así que Harry, Ron y Hermione se despegaron de la pared y fingieron estar viniendo en ese momento, Harry guardó su varita.
- Maldito viejo avinagrado, ya vendrás a pedirme audiencia y entonces... -Francine se sobresaltó al ver a los chicos aparecer del recodo, se preguntó si habrían escuchado algo, así que con una fingida voz casual los saludó –. Hola, emm ¿No van a cenar?.
-Si, estabamos er... llevando estos libros a la biblioteca -,respondió Hermione rápidamente en la misma fingida voz casual.
Como todos querían terminar rápidamente el asunto continuaron su camino.
-¿Qué creen que fue eso? -,dijo Ron
-No lo sé, pero no terminará bien si continúa molestando a Snape -,concluyó Hermione.
Luego de pasar por la biblioteca Harry, Ron y Hermione fueron al gran comedor a cenar. Snape no se encontraba allí.
-¿Qué será ese viaje de Snape? -dijo Ron.
-No lo sé, este año está muy misterioso -,opinó Harry.
-¿Solo este año?- Se burló Ron -,tal vez esté comunicándose con Sirius Black. 
-No empecemos de nuevo con esa discusión, siempre nos hemos equivocado con él, no empezaremos ahora con conclusiones sobre él y Black -,dijo Hermione adivinando lo que pensaban los muchachos. 

Una muggle en HogwartsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora