Esa Navidad fue la mejor que pasaron muchos de los presentes ya que años anteriores por diversas circunstancias habían estado solos, sin familia, fugados etc. Así que la alegría era sincera en sus corazones y sus risas. Comieron bastante, bebieron bastante también y las animadas charlas se extendieron hasta tarde. Al día siguiente la familia Weasley, junto con Harry se dispusieron a salir nuevamente a visitar al papá de Ron.
-Hola Harry -,dijo Francine alegremente, pero luego percibió la seriedad del muchacho.
-¿Has tenido visiones de nuevo, no es cierto Harry? -él asintió sin mirarla -.Habla con tu padrino, él te escuchará, pero creo que pronto te darán una forma de tratar con ellas, ya verás.
-¿Cómo supiste de mis visiones?
-Así como tú supiste lo que me estaba pasando hace dos días, yo siento cuando tu sueño intranquilo se debe a esas visiones y no sólo a nervios por las cosas comunes.
-Harry ¡Vamos! –Se oyó la voz de La señora Weasley llamándolo para salir.
-Vete, anda, no hagas enojar a la señora Weasley.-Se despidió Francine.
El resto del día de Navidad se gastó entre la ida y vuelta para la visita al señor Weasley en el hospital St. Mungo . La idea de la partida comenzó a instalarse en la mente de todos y conforme avanzaba el tiempo, lo mismo ocurría con el humor taciturno de Sirius.
Luego del regreso del hospital, y ya finalizando las vacaciones de Navidad, Harry tuvo la alegre noticia de que tendría clases especiales con Snape sobre oclumancia para ayudarlo a evitar que Voldemort ingresara en su mente.
Si las circunstancias eran de por sí bastante tensas y tristes debido a la pronta partida de todos, lo peor que podía ocurrir era un enfrentamiento entre Snape y Sirius para empeorar las cosas. Era bien sabido del odio que ambos se profesaban, alimentado ahora por que los dos hombres amaban a la misma mujer, así que las chispas siempre salían de sus ojos al verse. Y es justamente eso, lo que ocurrió. En la charla que mantuvo Snape con Harry por las clases de oclumencia, ante la presencia de Sirius, se desató una discusión desembocando por poco en un duelo de magos. Francine tuvo que aferrarse a su escritorio para no intervenir al oír el revuelo, pues consideró que su presencia allí sólo empeoraría las cosas. Por suerte, todo terminó simplemente con un aumento del rencor de cada uno hacia el otro.
-¿Qué ha ocurrido?- Preguntó Francine cuando todo se calmó.
-He tenido un par de palabras con Snape.
-Bueno, creo que han sido más de un par de palabras -,dijo Francine observando la agitación que aún tenía Sirius en su cuerpo.
-Es cierto, pero él hace un tiempo me ha advertido que no te lastime por que me pesará y hoy, yo he hecho algo parecido por Harry -,espondió Sirius restándole importancia a lo sucedido.
-¿Qué dices? ¿Qué te ha dicho Severus? -,preguntó asombrada Francine.
-Que si te hago sufrir me pesará -,respondió Sirius con los dientes apretados -,algo así le dije a él sobre Harry.
-¡Ahora se preocupa por mí! Ese hombre no se puede creer...-reflexionó.
-Bueno ha sido un mal momento y de todos modos ya se fue, y mañana lo harán los demás.
***
Un mes después de Navidad un mensaje de Ojoloco llegó mediante un interesante macetero que Sirius tenía en un rincón donde las pequeñas piedras blancas se alineaban formando palabras. “ En dos días estaré allí” decía.
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Una muggle en Hogwarts
FanficLa historia de Francine es la historia de la única muggle que vivió en Hogwarts y que si no fuera por su manera de ver las cosas y enfrentarse a la adversidad, ni siquiera sabríamos de su existencia pues los magos cuentan historias de héroes magos...