Capítulo 15 Nuevos planes

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Capítulo 15 Nuevos planes

Un mes después, egresando de la práctica de quiddich, el paso de los muchachos era cansado, pero Ron más que cansado lucía abatido, los hombros llevaban un gran peso invisible que los empujaba hacia adelante.
– No lo hicimos tan mal.– Comentó Harry.
– ¿Crees que así venceremos al equipo de Slytherin?– Preguntó Ron mirando al piso.
– Es sólo la primera práctica, el primer partido es dentro de un mes. Estaremos listos para entonces.– Afirmó Harry.
– ¿Sabes contra quién jugaremos?
– Si, Hufflepuff es nuestro primer contrincante.
La sombra triste del rostro de Ron se descorrió imperceptiblemente y una sonrisa de esperanza asomó a sus labios.
– Estaré al nivel del equipo para entonces.– dijo.
– ¡Así se habla Ron!
Luego de las duchas y un almuerzo nada frugal, especialmente para Ron, apuraron el paso a la clase de defensa contra las artes oscuras. Al llegar, el salón ya estaba lleno y al parecer algo inquietaba a los alumnos pues las conversaciones eran excitadas y risueñas. Cuando los muchachos entraron hallaron un salón muy cambiado respecto a las primeras clases: no había asientos, el escritorio ocupaba un rincón del salón y el profesor sostenía un enorme frasco de una gelatina verdosa, a su lado, como un ejército, se alineaban unas veinte cajas de las que salía el ruido como de un rascado. Junto al escritorio, una silueta humana de madera completaba la escena.
– Como ven, hoy tendremos la primera clase práctica. Les daré una demostración y luego lo harán ustedes. Es un hechizo muy sencillo que sin embargo es muy difícil de contrarrestar. Observen bien.– Sirius separó sus pies mientras los chicos se colocaban detrás de él con la mirada puesta en su puño cerrado sobre la varita. Una vez afirmado sobre sus piernas dijo con voz firme: – ¡Pyro! – Una potente llamarada de fuego emergió de la varita rozando la mitad de la silueta de madera pero dejándola increíblemente inmaculada. Los alumnos de Slytherin susurraron entre sí comentarios burlones.
– Como ven es un hechizo sencillo de hacer, no así su contrahechizo que forma parte de los llamados conjuros complejos, es decir, aquellos en los que hay que decir un conjunto de palabras o frases para convocarlos, además de ese contratiempo, tiene el de requerir una gran concentración. 
Hermione agitó su mano en lo alto – ¡Profesor Mbawe! 
– ¿Si Granger?– Dijo Sirius.
– ¿Qué es lo que hace este maleficio? ¡La silueta está intacta!– Objetó Hermione.
Sirius rompió a reír.– ¡Oh, eso! Esta maldición sólo carboniza objetos vivos, haciéndose más potente cuanto mayor es el ser vivo. Podemos matar a todos los habitantes de una casa sin siquiera chamuscar sus cortinas.
Un profundo estremecimiento recorrió el grupo de alumnos a la vez que otros se regocijaban con la idea de quemar personas.
– Bien empecemos.– Sirius apuntó a la silueta y pronunció: – ¡Evanesca!– La silueta desapareció. Luego colocó a los alumnos en fila haciéndoles practicar el hechizo apuntando hacia el fondo del salón y haciéndoles las correcciones necesarias.
La fila de alumnos poco a poco se fue acortando, en algunos alumnos se detenía y en otros no era necesario. Increíblemente Neville fue de los segundos, lo cual lo dejó más turbado que si hubiese cometido graves errores. 
Al finalizar el ensayo, Sirius abrió una de las cajas liberando un insecto del tamaño de un colibrí de color negro y tornasolado, era como un enorme escarabajo que volaba ágilmente. Sirius le apuntó y le dio con la llama en pleno abdomen. Contrariamente a lo esperable, el insecto escapó ileso del ataque y comenzó a zumbar agresivamente haciendo que el estómago de Harry se cerrara y un mareo fuerte le atacara.
– Como ven, este escarabajo egipcio es extraordinariamente resistente a la maldición y además, tiene la defensa de hacer ese sonido atontador. Creí importante esta inclusión para darle a la práctica un aspecto realista, parecido a un combate real sin dañar a nadie. Ahora sepárense bien. 
Los alumnos se distribuyeron por el amplio salón, entonces Sirius comenzó a liberar los escarabajos y ordenó que combatieran contra ellos. A los pocos minutos el salón era realmente propio de una batalla medieval, el ruido era ensordecedor por la mezcla del rugido de las llamas y el zumbido de los insectos. Sirius recorría el salón haciendo correcciones y esquivando maldiciones. Cada vez que hablaba, debía hacerlo a los gritos. Cuando alguno de sus alumnos era rozado accidentalmente por las llamas, Sirius corría a buscar la gelatina verdosa del enorme frasco y la untaba sobre la quemadura. “Es la única poción que cura el efecto de esta maldición pero sólo si es una pequeña zona” decía. 
Rato después los insectos parecían estar venciendo a los estudiantes con sus ágiles movimientos y sus zumbidos atontadores.
Harry no pudo evitar un poco de orgullo al ver que su amigo Neville se recuperaba del atontamiento casi más rápido que Hermione.
– ¡Paren, paren, deténganse!– Gritó Sirius,. Uno a uno los alumnos se fueron deteniendo. Cuando todo se aquietó Sirius levantó su varita describiendo un círculo sobre su cabeza y pronunció: – ¡Quies!– Obedientemente, los escarabajos descendieron y posándose desordenadamente sobre la mesa, se quedaron como si estuvieran dormidos. – Ahora les explicaré el contrahechizo, que quedará de tarea para la próxima clase. La idea es hacer un hechizo que forme una especie de coraza frente al fuego, pero ésta es invisible, así que debemos concentrarnos en que está funcionando, pues si perdemos la concentración, perdemos la coraza. El contrahechizo dice: “como un alma pura las llamas la rodearán sin tocarla. No hay juicio para un alma justa”– Esta frase fue seguida de un murmullo de admiración pues al parecer era el primer conjuro tan complejo que aprendían. – Intentémoslo, ¡Neville! Tú me lanzarás las llamas.
– ¡Pyro! – Dijo Neville afirmándose en el piso y lanzando las flamas.
Las llamas lamieron a Sirius que comenzó a pronunciar el conjuro . Mientras tomaba la varita con ambas palmas y levantaba los brazos sobre su cabeza.
– “Como un alma pura las llamas la rodearán sin tocarla. No hay juicio para un alma justa”
Ahora las llamas rodearon completamente a Sirius que permaneció impávido como si una agua tibia lo abrazara. Esto duró unos minutos hasta que se oyó el llamado del final de clase, entonces Neville dejó de lanzar llamas.
– ¡Practiquen para la próxima!
Los alumnos salieron en tropel hacia el pasillo, Sirius le hizo un gesto a Harry para que se quedara, Ron y Hermione saludaron y salieron también. 
– ¿Querías decirme algo?– Preguntó Harry.
– Solamente felicitarte.
– ¿Por qué?
– Por lo bien que has trabajado con los chicos en las clases.
– ¿Te refieres a las clases de la AD?
– Sí, creo que así las llamaban. He notado la diferencia entre los que han asistido y los que no.
Harry sonrió de oreja a oreja, una sensación de orgullo invadió todo su cuerpo y no pudo evitar hincharse por ello. Sirius percibió ese humor y le sonrió dulcemente, pero luego observó que se quedaba pensativo.
– ¿Algo te molesta? – Preguntó.
– No en realidad, sólo es que no he podido dejar de pensar en la esfera de los destinos de Francine.
– Imagino que las posibilidades que abre ese artefacto te han perturbado.– Hipotetizó Sirius.
– Algo así, es que ver a mis padres..tener entre mis dedos el poder para tenerlos..., no sé, después pienso en Francine y en que ella podría haber cambiado su pasado...tú sabes, ese padre que la castigaba tanto.
– Ella es muy fuerte.– Dijo Sirius– Siempre dice que se ha hecho fuerte por ese pasado.
– Lo sé, en eso me concentro para tratar de no obsesionarme tanto.– Confesó Harry.
– Te has convertido en un joven fuerte y de gran valor, eso tiene que contar. –Afirmó Sirius.
Harry volvió a sonreír hinchado de orgullo.
– Los tres compartimos un pasado desagradable, pero no puedo olvidar las imágenes que vi entre los recuerdos de Francine ¡Y aún así no cambió nada!– Dijo Harry con admiración.
– Es cierto, ella ha hecho las pases con su destino, yo lo estoy intentando, pero no es fácil.– Suspiró Sirius mientras terminaba de acomodar el salón con unos movimientos de su varita, luego salió del salón acompañado por Harry.
– No es fácil...no, no lo es...– Suspiró Harry también. 
– Si quieres hacer algo importante, averigua todo lo que puedas sobre la esfera, dile a Granger, eso ayudará. Cuando sepas algo me lo cuentas, pero no le digas a Molly que te estoy dando ese tipo de misiones ¿Prometido? – Harry asintió y Sirius le palmeó la espalda sonriéndole, luego se fue.

Una muggle en HogwartsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora