Capitulo 4 En Grimmauld Place

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El baile de Navidad se estaba acercando y el colegio era un hervidero de muchachos y muchachas preparándose, pensando en a quién invitarían o quiénes los invitarían. Francine había conversado con Harry, Ron y Hermione cuando se cruzaron a la salida de una de las clases de pociones, en ese momento la pusieron al tanto de que aún no contaban con pareja excepto Hermione que le susurró al pasar “luego te cuento” . Francine les dijo por su parte que no tenía pareja, aunque los profesores no necesitaban ir acompañados. –De todos modos no soy profesor ni alumno así que no sé cómo me tocará ir-, Reflexionó ella -. Y lo cierto es que le estoy escapando a Filch que hace días que me busca para decirme algo, siendo que jamás me ha dirigido la palabra antes -,dijo con una mirada de temor en los ojos.
Se despidieron, los muchachos y Hermione siguieron rumbo a la próxima clase y Francine al despacho/ laboratorio de Snape. Al entrar, él no se encontraba a pesar de que ese era uno de los días en que trabajaban juntos y además estaban esperando el envío de un lote especial de hormigas africanas para una experiencia nueva en la que estaban trabajando. Evidentemente, algo había requerido su atención inmediata y por eso no se encontraba. Ella esperó sentada suponiendo que no se demoraría mucho y allí jugueteó con las cosas que Snape tenía sobre el escritorio, unos cuarenta y cinco minutos después se levantó y recorrió aburridamente el lugar, en un rincón encontró una araña roja, colocó su mano para que la araña subiera, comenzó a girarla para verla caminar por un lado, por el otro y a lo largo del brazo. Estaba ensimismada en ese entretenimiento cuando la puerta crujió y el susurro de una túnica ingresó al despacho.
-¡Al fin! Tuvo que intervenir Dumbledore para que me entregaran mis hormigas, las habían confiscado! Como sabrás estos elementos son de circulación muy controlada -,dijo Snape .
-Hola ¿No?- Francine intentó comenzar como se debe, saludando, se acercó a él suavemente para evitar que se sobresaltara, le tomó la barbilla con una mano y lo besó en los labios cerrando los ojos como saboreando el instante -.Y no son MIS hormigas, son NUESTRAS hormigas, recuerda que las ganancias de los libros son de ambos- .Le corrigió Francine con la araña caminándole por el hombro, que luego ella tomó en su mano.
-Bueno como quier...- Snape observó el juego de Francine - ¿Qué haces? ¡Es venenosa!
-Lo sé-,dijo ella como si oyera llover-. ¿No me picarás? ¿No?-le dijo en un tono cariñoso-.¡auch!
-¡Te ha picado! Déjame colocarte un poco de antídoto ¡Mujer tonta! -la regañó.
-No importa, lo ha hecho muchas veces, no me hace nada -,respondió mirando a la arañita como si hubiera hecho una travesura.
-¿Te ha picado y no te hace nada?- dijo asombrado.
-Si- respondió ella como algo natural -. Es que yo no respondo a todas las leyes naturales de los magos...ni de los muggles debo decir.
Hubo un largo y hasta pesado silencio que Francine no entendía a qué se debía.
-¿Vendrás conmigo al baile, no? -,espetó Snape sin más preámbulos.
-Si me invitaras...-respondió Francine.
-Acabo de hacerlo –dijo Snape como si fuera una obviedad.
-No, no lo has hecho, me dijiste que iré contigo pero no me has invitado -aclaró ella.
Snape bufó- ¿Quieres venir conmigo al baile? -dijo mecánicamente.
-¡Claro que sí! ¿Pasarás por mí o prefieres encontrarte conmigo allí? -Dijo Francine sobreactuando.
-Pasaré por ti -.Eligió Snape en el mismo tono inexpresivo.
-¡OH y bailaremos toda la noche! ¡Qué emoción!- Francine bailó alrededor de él de manera exagerada.
-Bien, aclarado eso comencemos con las hormigas -. Con ese comentario él cortó el payasesco baile, ella se dobló hacia delante como si se estuviera desinflando.

***
La noche de Navidad todos en el colegio lucían diferentes, cada uno se había preparado y cambiado el aspecto, lo más llamativo era el colorido de las túnicas, pues allí habitualmente deambulaban las de color negro.
Media hora antes del baile de inauguración, donde los campeones darían inicio oficial al baile, Snape pasó por la habitación de Francine, aquella a la que varios meses atrás había entrado a hurtadillas para poder hacerse con los escritos sólo para encontrarse con una feroz mujer defendiéndolos. Golpeó la puerta y de adentro la voz cantarina y divertida de Francine respondió.- ¡Voy!-. Ella abrió la puerta aún poniéndose la túnica sobre el vestido turquesa que tenía debajo. A pesar que Snape era un hombre muy medido en sus demostraciones verbales, especialmente las halagadoras, no pudo evitar abrir los ojos llamativamente y escrutarla de arriba abajo con una expresión de agradable sorpresa.
-Te ves diferente -. Dijo él.
-¡Oh esmérate un poco en lo que me vas a decir! ¿O verdaderamente crees que sólo me veo diferente? -Francine acompañó estas palabras dando unos pasos hacia él como si lo fuera a arrinconar contra la pared, luego giró para que la apreciara en su totalidad.
-Todos me envidiarán esta noche y se preguntarán cómo es que "Snufly" esta vez se ha conseguido la mejor chica -. El tono de la voz de Snape sonaba levemente amargo, era como si finalmente obtuviera un resarcimiento y un triunfo.

Una muggle en HogwartsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora