Capítulo 11 Sortilegios Weasley's

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Francine tardó unos minutos en recobrarse del esfuerzo y especialmente de la confusa idea de estar de nuevo al otro lado junto a sus amigos, observó a los miembros de la orden continuar luchando y perseguir a los mortífagos que intentaban ir detrás de Harry y el resto de los chicos. Esa observación le daba una expresión ausente que asustó un tanto a Lupin que aún no había logrado despertar a Sirius.

- ¿Estás bien?- Preguntó Lupin con aire sombrío.

- ¿Puedes entendernos?- Insistió Moody al ver que ella no reaccionaba.

Francine asintió con la cabeza, pero la realidad era que aún estaba muy aturdida, además sus brazos y piernas temblaban descontroladamente por el esfuerzo que acababa de hacer.

- ¿Cómo lo lograste?- Preguntó Moody al mismo tiempo que Lupin preguntaba: -¿Qué hay allá adentro?

- Lo que me dijiste, la muerte.- Dijo simplemente Francine y agregó: - He hecho una promesa que debo cumplir...pero ahora será mejor que nos vayamos. Los mortífagos no deben saber que él ha salido de allí.- Intentó levantarse para partir pero sus piernas parecían de gelatina así que se tambaleó siendo atrapada por Lupin y Moody, este último se fue hacia atrás cayendo sentado en uno de los escalones y arrastrando a Francine con él. Lupin se sacudió pero resistió el sacudón. 

- Deberé tomarme unos minutos para recobrarme.- Mientras decía esto Francine buscaba en sus bolsillos nerviosamente, pero sus manos también estaban torpes así que renunció.- Remus, saca de este bolsillo una botellita verde, es un concentrado de poción revitalizante como la que me dieron a mí, colócale tres gotas en la boca a Sirius. Eso bastará para que se mantenga bien por que es más potente que la que tú conoces.

Lupin metió la mano en el bolsillo de su amiga y sacando el pequeño frasco e hizo con él lo que le había indicado Francine. - Tú también deberías tomar.- Aconsejó.

- No.- Dijo secamente.- Lo que yo necesito son unos minutos más para que mis músculos funcionen nuevamente, además no sabemos cuánto tiempo deberemos darle ni cuánto tiempo estaré sin poder preparar más cantidad.

- ¿Cómo cuánto tiempo? No entiendo...- Preguntó Lupin.

- No podemos regresar a Grimmauld Place con Bellatrix libre, ella debe conocer perfectamente su localización.- Ella meditó unos segundos.- Remus...nunca antes necesité tanto tu ayuda como ahora, no puedo hacer esto sola.- Francine apoyó su mano en el antebrazo de Lupin a modo de súplica y se puso muy seria.

- Dime qué quieres que haga y lo haré.- Afirmó Lupin sacando su varita y colocándose en guardia como un espadachín.

- Quiero que vengas conmigo, no podré escapar cargando con él.- Ella señaló a Sirius.- es demasiado grande y me atraparán.

- Entiendo.- Dijo Lupin, entonces apuntó a Sirius y dijo: - movilcorpus.- Esto hizo flotar el cuerpo de Sirius.

En ese momento el chispazo verde de un hechizo golpeó el brazo de Lupin sacudiéndolo violentamente, un segundo chispazo rozó la cabeza de Francine que lo esquivó agachándose pues no podía responder con la ballesta debido a que aún le temblaba demasiado el pulso. En su lugar Moody y Lupin respondieron, uno de los mortífagos cayó hacia atrás.

- Yo detendré esto.- Dijo Moody.- Ustedes salgan.

Así lo hicieron, mientras tanto Moody establecía un duelo contra tres mortífagos. Lo hacía muy bien, su destreza era magistral. Los primeros en salir fueron Lupin y Sirius que flotaba, detrás de ellos salió Francine tambaleándose torpemente, esto le impedía subir los escalones con rapidez así que para cuando llegaron arriba, varios minutos habían pasado, pero al entrar al cuarto de las puertas Francine había recuperado casi toda su fuerza y caminaba con total normalidad. Aún así no podía cargar la ballesta así que sacó un cuchillo y se conformó con él para defenderse ante cualquier ataque.

Una muggle en HogwartsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora