Lucía Carpenter es una chica solitaria que detestaba la idea de tener un mate, por sobre todo lo que eso significa.
Pero estaba a punto de cumplir 16 y todo cambiaría para ella.
Oye idiota sueltame! - dijo ella luchando contra todos sus instintos.
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|| Lucia||
Existen momentos en los que uno se pregunta ¿por qué?
Las personas van y vienen, pero simplemente me parece que no es forma de morir, lo que vi ese día fue algo asqueroso y sin duda horrible como dirían los humanos, algo totalmente inhumano.
Estamos aquí todos los que trabajan o vivimos en la mansión además personas que habitan en la manada, todos juntos en un velorio. Y aunque no hay muchas lágrimas (solo la de los familiares) todo se siente oscuro.
Ustedes creerán que encontramos a Matilde y este es su funeral, pues déjeme decirles que gracias a la diosa luna no es así.
Ese día encontré tras de la mesa a la cinco chicas del servicio muertas, desangradas Y sus cuerpos abiertos por unas garras, había un rastro de sangre que llevaba al patio el cual seguí, para encontrarme una pila de cuerpos de mujeres uno sobre otros, desangrando y obviamente violados (presumí, al ver por donde se desangraron).
Lucía, estas cansada y es mejor que vayas a casa - dijo con voz fuerte gruesa he imponente de Marcos.
No quiero ir, esa casa me recuerda a todas esas mujeres, el nada más ver la entrada me causa dolor de cabeza - dije algo monótona y seca.
Lo se, pero debes descansar llevas dos días sin dormir bien, ni comer - dijo llamando a uno de los guarda espaldas.
Por favor, no quiero pelear estoy agotado por todo, solo ve - dijo y me señaló el carro con los aguarda espaldas.
Solo camine sin despedirme de nadie, entre en el auto sin mayor protesta y este empezó a andar.
Ese día... Encontramos a la servidumbre mujeres muertas en toda la casa, una que otras vivas pero muy mal heridas, entre esas Matilde, la encontramos inconsciente y grave, justo ahora están con ella José y Camila.
Señorita ya estamos en casa- dijo el señor mayor que manejaba el cual no se si su nombre.
Gracias - me limite a decir para luego bajar del auto para caminar a mi cuarto.
Entre, abrí la puerta que me llevó al resividor, pude notar que en la sala estaba alguien sentado, pensaba pasar de largo he ignorarlo pero no pude.
Hija- era la voz de mi padre.
Que haces aquí papá? Deberías estar con Camila en el hospital - dije tratando de sonreírle.
Estoy preocupado, esta mansión no es segura para tí, tienes que venir conmigo - dijo tomando mi mano y arrastrandome
Papá ya! Por favor! - logre soltarme
No te preocupes estoy bien, Marcos me cuida mucho - demasiado diría yo.
En esta casa hubo una ma-sa-cre, y nadie sabe como ocurrió o como evitar que vuelva a suceder - dijo tratando de lucir calmado.
Vale entiendo, pero puso muchos guardias a mi cargo y... - no pude terminar la oración.