#1. Del por qué

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No puedo respirar, me siento sofocada y triste, siento como si estuviera en una piscina, con pesas atadas a los pies, con el agua que no para de entrar en mis pulmones y, allá arriba, en la seguridad del aire puro, están todas las personas que conozco, mirándome, preguntándose, ¿por qué no nada hacía la superficie? Y quiero gritarles: «¡No puedo! ¡Tengo pesas en los pies!» Pero no puedo hacerlo porque me ahogo.

Así es como me siento todos los días, más unos que otros, porque en ocasiones encuentro un segundo para respirar y son esos instantes los que me mantienen a flote, solo para hundirme de nuevo más tarde.

¿Piensan que esto es deprimente? Sí, lo es. No soy estúpida, solo una solitaria, eso es todo.

He decidido escribir este blog por cuatro razones:

Uno: La consejera escolar de mi instituto.

Dos: No tengo amigas.

Tres: Me parece un desperdicio escribir en un diario que nadie jamás va a leer.

Cuatro: Nicole y sus amigas.

Todas estas razones están correlacionadas. Empiezo por la consejera escolar; pues en lo que va de semana me han enviado dos veces con ella y en esas dos veces solo ella habla. La segunda vez me dice:

—¿No te parece que estaría bien tener una amiga? —Me encojo de hombros por toda respuesta y entonces ella sugiere la idea de un diario—. Necesitas desahogarte. Muchas jóvenes tienen diarios, ¿por qué no lo intentas?

Le asiento con un además de la cabeza, pero lo hago solo porque quiero salir de ahí. No vuelvo a pensar en la idea del diario sino hasta la clase de historia del día siguiente. Mi profesor de Historia Universal me recuerda a Kakashi Sensei, siempre llegando tarde a clases.

Así que mientras lo esperamos se arman los grupos usuales, a saber: Damián y sus chicos, seguro hablan de autos o quizás de fútbol. Ceci y los suyos: rockeros, quienes deben estar debatiendo sobre las mejores de bandas de rock de antaño. Miriam y las suyas: el cuadro de honor, no tengo idea qué temas escogen para hablar. Lydia: quien es la más parecida a mí, pues tampoco tiene muchos amigos, pero siempre encuentra con quien hablar, ella es como un colibrí, volando de grupo en grupo, robando frases aquí y allá. Por último están Nicole y sus chicas.

Nicole se sienta atrás de mí y sus chicas alrededor, ellas hablan de los diarios. Nicole comenta que tiene uno bajo la almohada, con cubierta de estrellas plateadas sobre un fondo fucsia. Marta le dice que siempre ha tenido miedo de los diarios.

—¿Por qué? —Le pregunta Melisa, quien ríe y se enrolla un mechón de cabello en el dedo índice.

—Te imaginas que mi mamá lo encuentre y lo lea. Ay no, me muero.

En mi mente concuerdo con ella, aunque no lo expreso por supuesto, solo estoy allí en mi asiento, encorvada sobre mi libreta de dibujo y con aspecto de estar ajena al mundo, como siempre.

Al final de la mañana mientras me dirijo a casa, no puedo dejar de pensar en Nicole y sus chicas. Ellas se tienen la una a la otra, se hacen bromas, se guardan secretos, se ayudan en clases. Yo no tengo eso.

¿Y por qué no lo buscas? Se deben estar preguntando ustedes. Pues no lo sé, no tengo el suficiente valor, o quizás es solo que no me siento a gusto en compañía de otras personas que siempre estén juzgando lo que hago o dejo de hacer.

Por eso, cuando llego a casa después de clases y la encuentro vacía, se me ocurre de inmediato crear un blog. ¿Necesito desahogarme? Sí, lo necesito. Pero con mamá no puedo hacerlo, papá no vive conmigo, ¿hermanos? Me los quedaron debiendo, amigos están escasos; así que solo quedan ustedes. Un montón de gente desconocida que vaga por la red y tienen la suerte o mala fortuna de toparse con este blog: De la vida y otras cosas, como decido llamarlo, porque preciso de eso es de lo que trata.

Así que si piensan que encontraran cosas interesantes aquí, lamento decepcionarlos, pues solo se trata del diario online de una adolescente solitaria y melancólica que necesita escupir todas las palabras que se ha obligado a contener durante estos dieciséis años.

Llámenme Zarzamora, prefiero mantener el anonimato por si algún conocido mío se topa con este sitio. Todos los nombres anteriormente dichos los modifiqué, el instituto y la ciudad en que vivo los omitiré.

Eso es todo por hoy, nos leemos de nuevo cuando pase algo interesante que merezca la pena ser contado.

Zarzamora


De la vida y otras cosas #1 [El blog de Zarzamora]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora