#18. De lo que Nicole siempre quiso

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¿Recuerdan que les he confesado la aversión que le tengo a los lavados? Pues cada día se intensifica más. Volver al instituto luego del pequeño espectáculo de Bruno en la tienda de comestibles se sintió raro. Y es por esto que intento evitarlo lo más que puedo, y mi cometido ha resultado bastante bien. De hecho a Frederick tampoco le veo en toda la mañana. Pero a quien sí veo a mitad del periodo escolar es a Nicole. Está en los lavados, llorando y sola.

Me quedo de pie en la puerta, una parte de mi me dice que me vaya, que ya no es asunto mío lo que pase con ella, pero otra parte me dice que en un mundo paralelo, esa podría ser yo. Un mundo paralelo en el que la que se queda con la confianza de las dos soy yo, un mundo paralelo donde la que se aleja de la gente es Nicole, un mundo paralelo en donde yo me quedo con sus amigas y ella con mi soledad.

Lleva el cabello recogido en una trenza, un vestido verde limón y zapatos blancos. Tiene las manos apoyadas en los lavamanos, los ojos cerrados y las mejillas empapadas.

«Seré abogada» escucho en mi mente antes de dar el paso definitivo y acercarme.

—Oscar Wilde escribió —Ella da un respingo y clava sus ojos en los míos, sin secarse el llanto—: «A veces podemos pasarnos años sin vivir en absoluto, y de pronto toda nuestra vida se concentra en un solo instante.»

—Gracias, pero —Se vuelve hacia el espejo y comienza a secarse las mejillas—, si no te importa, quiero estar sola.

—He estado muchas veces ahí, en la soledad. A veces es una buena compañía, otras no tanto. —Ladea una sonrisa y sorbe la nariz, luego me dice.

—¿Es por eso que ahora te la pasas con él? —Se encoge de hombros y agrega—. Yo pensaría que tú eras más inteligente que eso. —No puedo evitar fruncirle el ceño, ella se explica—. Frederick no es precisamente la mejor compañía que podrías escoger.

—No es tan malo como la gente piensa. Él solo, quiere llamar la atención, eso es todo.

—Sí, incendiando cosas, acostándose con las zorras de su grupo, fumando en cada rincón del instituto. Vaya forma de llamar la atención.

—Al menos no ha embarazado a nadie —lo digo y me arrepiento en el preciso instante en que las palabras se me escapan. Nicole baja la mirada y ahoga un sollozo—. Lo siento, mira

—No, estás en lo cierto. Siempre lo has estado, ¿no? Te alejaste de mí y de cualquiera que quisiera hablarte cuando tus padres se divorciaron. Y ahí estás tú, viviendo la vida adolescente y aquí estoy yo, embarazada de un chico que siempre he querido, pero ¿de qué me sirve? Yo para él no soy nada. Soy poco más que un error a la espera de desaparecer de su vida en cualquier momento.

Se cruza de brazos y apoya la espalda baja sobre el lavamanos, un par de lágrimas le ruedan por las mejillas y ella no hace ningún ademan de detenerlas.

—Fue aquí —dice, mirando el techo del lavado—. Aquí me embaracé del chico que me ha gustado desde que entré al instituto. Fue una sola vez, no fueron más de quince minutos que mandaron mi vida al diablo.

—¿Por qué accediste a estar con él si no eran nada? —Se encoge de hombros.

—No lo sé. Coqueteamos un par de veces y ese día él lo sugirió y yo acepté. —Aprieta los labios antes de confesar—. Era mi primera vez y quería que fuera con él, solo eso. —En ese momento suena la campana, pero Nicole la ignora. Yo en cambio, ya estoy pensando en ir a clases cuando ella dice—. Cuando supe que estaba embarazada me acorde ti. —Suelta una risa al tiempo que se aprieta la nariz—. En cuando éramos amigas de pequeñas, en lo divertido que era y en lo poco que te había extraño desde que dejamos de serlo. ¿Quieres un consejo? —Eleva la mirada y sus ojos se enganchan a los míos—. Nunca permitas que un chico llegué a tu corazón, mucho menos uno como Frederick deditos de mantequilla.

Frederick deditos de mantequilla, murmuro en cuanto Nicole cruza la puerta de salida de los lavados y pienso en sus palabras. Es evidente que tengo que buscar a Fred y hablar con él, pero este día no será. Me siento cansada y lo único que deseo es que el periodo escolar termine para luego ir a casa y hacer mis deberes.


Zarzamora.

De la vida y otras cosas #1 [El blog de Zarzamora]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora