De la vida y otras cosas #1 [El blog de Zarzamora]

#6. De mi soledad

Hoy el día esta triste, y me pregunto si tengo un problema muy grave. He estado deprimida todos estos días. Casi no he visto a mamá, se va al trabajo muy temprano y no vuelve sino hasta la noche. El otro día la escucho llorar en su habitación, creo que extraña a papá.

Yo también lo extraño, el otro día le llamo y me contesta su novia Amanda.

—¿Me pasas a papá? Por favor.

—Lo siento linda, pero dice que está muy ocupado. Está preparando un informe para su jefe. Me está diciendo que él te devuelve la llamada apenas pueda, ¿está bien?

Le digo que sí, aunque no lo está. Necesito hablar con él, decirle que me siento sola y pedirle un consejo para relacionarme.

He estado pensando mucho en eso. ¿Está mal? ¿Ser como soy? ¿Por qué no puedo ser como Nicole y encontrar un tema de conversación como ella lo hace? ¿Por qué solo guardo silencio mientras los demás hablan?

El sábado mamá tiene que ir a trabajar. Ella es maquillista y trabaja en la televisión. Por eso sus horarios son tan fuertes, porque si un programa sale en vivo ella tiene que estar allí. También para cuando graban los programas en diferido.

Por consiguiente estoy sola en casa, el cielo afuera es gris y cada cinco minutos suena un relámpago. La casa está muy silenciosa y me comienza a entrar el miedo, así que coloco música. No ayuda mucho, si soy honesta. Porque tengo miedo de que vuelva a suceder.

Ha pasado mucho tiempo desde la última vez, pero siempre existe la posibilidad de que vuelvan y he tenido mis dudas. He tenido mis dudas sobre si de verdad pasa o de si es la terrible soledad la que me está volviendo loca.

Recuerdo las palabras de las personas que conozco.

«Tienes que integrarte» Me dicen los profesores.

«Me preocupa que no tenga amigos» Me dice mi madre.

«¿Porque no tienes amigos?» Me pregunta Lydia.

¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué?

Oh no, ahí está, han vuelto, ellos volvieron. Mi piel se eriza, y comienza a hacer frío, mucho frío. Está lloviendo y eso les encanta, les encantan los ambientes lúgubres y las personas tristes. Es la receta perfecta y no la van a desperdiciar.

Zarzamora.