*LA OTRA CARA DE ANA*

30

Al día siguiente escucho que están tocando el timbre de la casa con mucha insistencia .

El sonido hace que despierte, tomo el celular y me fijo que  son las 1:45PM.

Anoche me dormí muy tarde.
Aun no me acostumbro a estar sola en una casa tan grande.

Me causaba mucho miedo.

Así que me di rápido y baje a todo dar, Abrí la puerta y era Dani... Estaba llorado, temblando y mojada.

-Qué te pasa?
Porqué estas mojada?
No esta lloviendo!

-Mi padre!

-Qué tu padre que?

-Me hecho de la casa!

-Y te hizo esto?

-Si!
-Pero por favor No lo bayas a enfrentar parque no se la desquite con mi madre y mis hermanas.

Por lo visto ella le tenia miedo al ogro  y no era capaz de enfrentarlo.

-Y que edad tienes tu?

-20!
-Esta algo joven quizás por eso tu padre esta así. Pero nada justifica el maltrato.

Pero no te preocupes aquí vas estar bien y segura. Nadie te va maltratar y mucho menos estarás como una presa.

Mi hermano me dijo que te cuidara y ahora veo porque te sobre protegió tanto.

Hasta me llego a decir que se compraría un departamento para ambos.

Las lágrimas me invaden otra vez.

-Se que no es fácil y mas cuando la vida te ha golpeado tanto.

-Si pero al menos, no voy a estar sola.

Mientras hablaba con ella la:
Lleve  al cuarto que era de mi hermano hasta mientras tanto. Estaba pensado mudarnos del lugar.

Me sentía muy mal y triste a la vez.

No sabia nada de Carlos y menos me atrevía a llamarlo. Quizás cuando él se sintiera bien o mejor, me buscaría como siempre lo terminaba haciendo.

Para poder estar tranquila observaba a Kevin desde lejos.

Cuando lo llevaban a su colegio.
Cuando lo recogían y  en muchas  ocasiones también lo observaba de lejos. Para no alarmar a nadie.
Cuando lo llevaban de vez en  cuando al hospital a  sus chequeos rutinas podía observarlo desde lejos.

Ya que era un niño muy enfermo sus padres adoptivos vivían mas en el medico que en su propia casa.

Pero gracias a Dios lo peor ha había pasado. 

Podía ver como iba creciendo y era cada vez mas semejante a Carlos.

Los días pasaron, las semanas y los meses, se fueron muy rápido y Carlos aun no me hablaba y tampoco sabia algo de el.

De vez en cuando salia con Félix y podíamos conversar de nuestra vida un poco.

La vida no me estaba sonreído porque a pesar de tener compañía en la casa fuera como si estuviera sola.

Daniela estaba en un transe  de presión que si seguía así ella y la criatura no lo iban a lograr...
Estaba a punto de cumplir 7 meses pero el dolor por lo que estamos pasando no la dejaba vivir tranquila.

Aun la panza no se le notaba.

Por mas que la obligaba a comer no se dejaba.

Su  padre le había prohibido a su esposa e hijas  ir a ver a Dani, se que quizás es duro para ella pero debe de pensar en la criatura que aun no sabíamos cual era su sexo.