Kim.
- ¿Por qué me seguiste? - le pregunté con tranquilidad a Hoseok que me miraba como si no me conociera.
- Porque parecía que te estabas escapando o huyendo, no sé - me habla estupefacto, lo estaba conteniendo adentro.
- Vuelve a la academia - le digo y me levanto caminando en sentido contrario. - Y no me sigas más, no pienso escaparme antes de que termine el curso - siento sus pasos detrás de mí y giro la cabeza mirándolo fijamente, pero me tengo que rendir porque llega a mi lado y me sonríe.
- ¿Adónde vas? - pregunta y suspiro, no puedo con él.
- A escalar un rato.
- Voy contigo.
Pasamos el rato conversando temas triviales, él es del mismo año que yo y descubrí que su música favorita es el rap. Llegamos a una montaña rocosa muy empinada.
- ¿Competimos? - me dice Hoseok, al ver que saco de la mochila una cuerda de escalar - Pero sin cuerdas
- Ok, hasta allá - digo señalando una repisa como a veinte metros de altura y guardo las cuerdas para sacar dos pares de guantes, le entrego un par.
- Toma, así no te dañarás tanto las manos.
Empezamos a escalar. Hoseok es mucho mejor que yo y enseguida me saca distancia, pero tampoco se lo dejo fácil y me adelanto un poco. Igual me gana, aunque llego unos segundos después. Me adentro en la cueva donde, a veces, me siento a pensar y reflexionar antes de irme a la academia.
Encuentro algunas ramas pequeñas para hacer una fogata, las acomodo y la enciendo con un fósforo. Hoseok se siente a mi lado.
- Tienes muchos secretos en tu vida - dice mirando a los alrededores de la cueva y sonriendo - ¿Me cuentas alguno? - vuelve a mirarme.
- Solo si tú me cuentas alguno - le digo un poco insegura, pero quiero saber algo más personal de él.
- Trato - me dice alargándome su mano.
- ¿Cómo puedo estar segura de que no irás por ahí a contárselo a cualquiera o a Namjoon?
- No lo sé. Pero por lo menos no pienso decir nada por ahora - me dice y le estrecho la mano.
- Pregunta.
- ¿Por qué hiciste eso? ¿ Lo del garaje y lo de la chica? - me pregunta. Creo que no se pasó, podría haberme hecho decir muchas cosas de las que no quiero hablar. Suspiro y empiezo a decir.
- Por rabia - me mira confundido y a pesar de haber respondido ya su pregunta, decido explicarme mejor -En cada uno de los tipos que viste, yo veo la cara de mi padre. Solo descargo todo el odio que le tengo en ellos y me calma aunque sea un poco. Todo es puro egoísmo.
- Yo no lo veo así.
- En fin, da igual - le digo para terminar el tema. Estoy un poco ansiosa por saber algo más - Te toca.
- Yo no te responderé algo, prefiero contarte mi historia.
- Ok.
- Primero debería agradecerte por callar a Rita aquel día.
- Eso no fue nada. Se te veía en la cara que estabas incómodo. Además se pasó un poco. Discúlpala, a veces se le va la lengua - digo dándole la menor importancia.
- Bueno, entonces a lo que iba - me dice un poco acercándose un poco más a mí - Lo de apuñalar a mi padre y romperle la nariz solo fue un impulso, todo eso tuvo su origen. Él era un alcohólico, ni trabajana ni traía dinero a la casa. Mi madre lo mantuvo unos doce años desde que se casaron.
- Ella debe ser una mujer muy fuerte para mantener sola una casa en sus hombros - lo interrumpo cuando hace una pausa. Estoy empezando a entender porque me siento atada a él : tenemos algo en común en el pasado.
- Sí, lo era - continúa y se da cuenta de que no entiendo lo que quiso decir - Ella murió en un atentado, pero el desgraciado de mi padre sobrevivió.
- ¿Y eso de romperle la nariz?.
- Ahora te cuento. Entré aquí a los diez años por eso. Practicaba boxeo en mis tiempos libres, me gustaban los deportes, incluso quería practicar equitación pero no teníamos dinero para pagar las clases. Mi padre golpeaba a mi madre tanto ebrio como sobrio y no le importaba dejarle alguna marca. Una vez me metí en la pelea y le propiné un puñetazo en la cara, se fue sangrando al hospital. Mi madre y yo escapamos y estuvimos tranquilos por un mes. Nos encontró, me trajo aquí y después sucedió lo del atentado.
Cuando termina de hablar apoya la cabeza en mi hombro, al rato levanta la vista. Sus ojos están un poco rojos y parecen perdidos en mi mirada porque ninguno de los dos logra apartar la vista del otro.
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FanfictionKim es una chica que vive desde los siete años en una Academia Militar Femenina, adonde sus padres la enviaron, deshaciéndose de ella, por su gran violencia provocada por los abusos que sufría en su antigua escuela. La estricta protección sobre...