Kim.
El taxi me deja frente a la estación de policías donde antes trabajaba. Todo sigue igual: fotos de rostros de desaparecidos o criminales buscados pegadas en las paredes, el alboroto por alguna captura o emboscada que estaban preparando. Me acerco a la puerta de la oficina de Steve Wood; pero antes de entrar, Elizabeth, la chica del laboratorio, sale y al girar la cabeza me reconoce.
- ¡Kimberly! - me da un beso en la mejilla, abrazándome al mismo tiempo - ¿Vas a volver?
- No, lo siento. Solo ayudo a Steve con un caso, ¿está ahí? - le pregunto.
- Sí, el "Señor Musculoso" te estaba esperando.
Entro a la oficina y lo encuentro observando unos papeles en su escritorio.
- ¡Hola! - saludo.
- ¡Oh! Ya estás aquí - me indica que me siente al frente - Te veo mejor.
- Sí, bueno... un amigo me ayudó mucho en eso. ¿ Por qué no me cuentas del caso?
- Ok. La víctima fue encontrada a la orilla de un pequeño río por un guardabosques a treinta kilómetros de la ciudad. Esto retrasó los resultados de la autopsia, pero Elizabeth me acaba de informar que ya terminó. ¿Me acompañas al laboratorio? - asiento - ¿Estás segura? - me pregunta cuando salgo detrás de él.
- Por supuesto - digo abriendo la puerta del laboratorio.
Elizabeth se levanta cuando entramos. La camilla con el cadáver de mi madre se encuentra a un lado de la habitación. La tentación de deslizar la sábana que la cubría para verle el rostro me comía por dentro y por instantes, hacía que me temblaran las manos, pero sabía que tendría algún tipo de crisis en el acto.
- Chicos, el caso es difícil. Ni siquiera puedo decirles por donde empezar a investigar - comienza diciendo - Lo primero es que la víctima está llena de moretones y cicatrices. Está confirmado que murió a causa de la asfixia - se coloca los guantes y comienza a levantar la tela.
- Elizabeth, eso no será necesario. No creo que le haga muy bien a Kimberly, se siente mal, puede vomitar o algo... - la interrumpe Steve.
- Ok. Solo les quería enseñar el cuello. No importa. Fue asesinada con algún tipo de cable. No hay muchas huellas que analizar y si habían, el agua las arruinó - se dirige a su escritorio, al lado de la computadora, toma un sobre con un móvil adentro - Esto lo encontramos en uno de sus bolsillos.
- ¿Enciende? - le pregunto.
- Sí, no le entró mucha agua. Es un modelo de hace como veinte años. Nadie tiene esto hoy - Elizabeth saca el teléfono del pequeño paquete y me lo da junto a un par de guantes.
Al encenderlo me sorprendo de que no hay ninguna contraseña. Los contactos están vacíos, igual que el registro de llamadas y la mensajería.
- Esto no sirve de nada. Está vacío por completo. ¿Cómo lograron dar con su nombre?
- Por esta foto - ella toma un pedazo de papel y me lo muestra - Es ella unos años atrás, cuando tenía aproximadamente 24 años. Su nombre está detrás. Es vieja la foto, probablemente Kristen haya muerto con unos 44 o 45 años de edad.
- Con 46, para ser exactos - le aclaro - y ya sé por donde comenzar la investigación y con quien.
- Ves, Elizabeth. Te dije que ella sabría que hacer.
- Pero no lo entiendo. No tenemos de quien sospechar. Ni siquiera encontraste el lugar donde residía. Lo único que se sabe es que en esta imagen hay una niña pequeña a su lado, pero, ¿quién es? - de repente se calla y me dirige su mirada - Kristie Stand y Kimberly Stand. ¡Por supuesto!, ¿cómo no te reconocí? Lo siento tanto.
- Ya pasó. No te preocupes. Solo hazme un favor: nadie tiene que enterarse, ¿sí? - le digo.
- Claro, secreto absoluto.
- Bien. Wood, necesito que me lleves al río donde la encontraron, solo quiero confirmar una sospecha que me está pasando por la mente.

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أدب الهواةKim es una chica que vive desde los siete años en una Academia Militar Femenina, adonde sus padres la enviaron, deshaciéndose de ella, por su gran violencia provocada por los abusos que sufría en su antigua escuela. La estricta protección sobre...