Capítulo 16.

9 1 0
                                    

            2 años después....
Yoongi.

     El ruido de la puerta me detiene en seco mientras veía la televisión con comida chatarra a mi lado. Debe ser él, me llamó hace un rato para decirme que vendría a recoger los planos e ir a conformar el próximo plan con nuestro líder. Después de abrirle, mi amigo entra con cara larga y se sienta a mi lado.
   - ¿Qué tienes? - le pregunto.
   - Boberías. Es que terminé con Britany, ya le había pegado los cuernos unas cuantas veces en solo dos meses sin dudarlo, ahora se va a mudar bien lejos. No la quería tanto, aunque es la relación que más me ha durado. Creo que voy a sentir su ausencia.
   - ¡Ah! Era eso. Pensé que era más grave.
   - ¿Por qué estoy hablando de este tipo de cosas contigo? - sé que me hizo una pregunta retórica, pero le contesto para molestarlo.
   - Será porque te lo pregunté.
   - Idiota. Ve a buscar los planos de la casa.
     Entro en mi habitación y abro mi armario. Busco detrás de la ropa y los encuentro un poco estrujados.
   - Toma, aquí están - le digo sentándome a su lado - Hay otros papeles sobre los sistemas de seguridad, dáselos al bebecito del equipo - noto que su mirada se desvía por encima de mis hombros y la sigo  con la vista.
   - ¡Ufff! Hermano, ¿de quién son esas piernas? - observo como Kimberly sale del baño en toalla. Hace eso todos los días, dice que le da igual que la vea así.
   - Acabas de salir de una relación y ya te estás fijando en las piernas de mi compañera de piso.
   - ¿Comparten también la cama? - me pregunta sarcásticamente.
   - Ni loco.
   - Entonces me la puedo follar ahora. ¿No?.
   - No te aconsejo que intentes tocarla. Se pasa el día en los estudios o en el trabajo. Es una nerd sin remedio - se ríe, se levanta y se dirige hacia la puerta.
   - Puede que la deje por ahora;  pero créeme, lo que hay entre esas piernas va a ser mío algún día solo porque está buena, ¿eh? - le doy un empujón para que salga del apartamento.
   - Anda, vete. Deja de hablar de mujeres y concéntrate en el trabajo - se aleja riéndose solo, a carcajadas y cierro la puerta.
   - ¿Tenías visita? - me pregunta Kimberly ya vestida y con el pelo mojado.
   - Pues sí. Un idiota al que no puedes odiar.
  

XDonde viven las historias. Descúbrelo ahora