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Capítulo 7.

             Hoseok.

     En un impulso pego mi boca a la de ella. Sus ojos verdes han hecho que mi resistencia se acabe. Quiero parar pero ya es tarde. Mi cuerpo controla fácilmente a mi mente y su cabeza ya está  tocando el suelo conmigo encima de su cuerpo. Mi lengua acaricia a la suya y me responde chupando mi labio inferior. Sus manos se adentran en mi camisa y el toque de sus dedos hace que me erice completo. Le quito el abrigo y ella, mi camisa. La sigo besando, esta vez, empiezo por su mandíbula, bajando por su cuello. Siento como, al rozar la tela de mi pantalón con el de ella, aumenta mi bulto y parece que se va romper el cierre. Ya debe haber notado en que estado estoy. Su cuerpo está caliente debajo del mío y me aparto solo para quitarle su pullover. Comienzo a observar su cuerpo y me distraigo con la forma de sus senos medianamente pequeños, a través de su sencillo sujetador negro. Bajo la vista a su fina cintura y justo al lado del ombligo encuentro un atractivo lunar. Sacudo la cabeza para dejar de mirarla como un tonto, llevo años sin ver el cuerpo de una mujer y si no me controlo, no sé que pueda pasar. Comienzo de nuevo, de abajo hacia arriba, besándola por todo su abdomen y subiendo hasta su sujetador, pero justo antes de intentar  quitárselo me llama.
   - Hoseok - dice con un tono de niña, le doi un beso interrumpiéndola.
   - ¿Qué?
   - Ya está amaneciendo - "Mierda". Digo para mis adentros enterrando la cabeza entre sus senos. Nos levantamos a la vez y nos vestimos. Bajamos más rápido de lo que subimos y de vez en cuento noto que Kim se me queda mirando,  pero aparta rápido la vista. Caminamos en silencio hasta un punto intermedio entre las dos academias. Kim se sitúa frente a mí y enrosca sus brazos alrededor de mi cuello.
   - Me gustó lo que pasó allá arriba - dice y me da un pequeño beso.
   - Cuando quieras - le digo al oído sonriéndole.