Capítulo 11.

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          Hoseok.

     Llegó el día: la graduación, el final de mi prisión, de mi condena de ocho años en esta academia militar.
     Ignoro todos los discursos aburridos de los profesores, excepto el de Namjoon. Él es el cerebro de mi año, así que prácticamente  le era obligado hacerlo, ya ni siquiera está nervioso.
     El montón de estudiantes salen al bosque desesperados por entrar de nuevo al mundo. Observo a mi alrededor y no encuentro a Namjoon por ningún lado, debe haber ido a buscar a Rita. Decidieron ir a vivir juntos en la mansión de los padres de él. Me hubiera gustado despedirme de ellos y desearles suerte para que encuentren el camino que la vida les ha reservado, pero sé que no la necesitan.
     Poco a poco se entremezclan los chicos con las chicas de la otra academia mientras se van separando en grupos, dirigiéndose en distintas direcciones. Cuando llego a la avenida principal, antes de tomar mi camino a la derecha, me dedico a atarme los cordones de los zapatos. Mi vista se dirige por instinto hacia la separación  entre el bosque y la calle.  A unos metros de mí, Kim sale de los arbustos y se queda unos segundos mirando el cielo. Me incorporo y ella se echa a andar. Cuando por fin puedo llamarla,  está demasiado lejos. La dejo ir, no quiero acosarla, que haga su nueva vida. En el mundo hay muchas mujeres y yo espero encontrar una que me haga feliz. Tal vez, algún día nos volvamos a encontrar y seamos buenos amigos.

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