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Capítulo 17

     Namjoon.
  En la noche.

   - ¿Dónde está? - le pregunto a una de las sirvientas de la casa.
   - Ella salió. Dijo que pasaría la noche en el cementerio de nuevo.
     Desde la muerte de sus padres, Rita  lleva sumida en una tragedia. Hace dos semanas comenzó a pasar la noche en el cementerio. Algunas veces he logrado traerla a casa, dormida en mis brazos; pero la mayoría de las veces me he quedado acompañándola para que no esté sola. Duerme poco y la despiertan las pesadillas; viste de negro todo el tiempo e incluso, cuando le pregunté cuánto duraría su luto, me contestó enojada:
   - ¿Acaso hay un límite para llorar a mis padres?
         
               ...............................   

     La encuentro sentada entre las dos tumbas. Levanta la vista hacia mí cuando me arrodillo en el suelo, frente a ella. Miro sus ojos rojos, hinchados y con unas enormes ojeras a su alrededor. Al instante, siento mis lágrimas acumulándose.
   - Si piensas arrastrarme hasta la casa; por favor, no lo intentes - me dice cubriéndose la cara con sus manos.
   - Rita, necesitamos hablar - le digo quitándole suavemente las manos del rostro para mirarla a los ojos.
    - ¿¡De qué, Namjoon!? ¿¡ De qué!? ¿ No ves que no puedo pensar en otra cosa que no sea en ellos? No tengo cabeza para nada - me grita y oigo como su voz se ablanda al terminar cada palabra.
   - Esa obsección con la muerte de tus padres no te llevará a nada.
   - Es fácil para ti decirlo porque los tuyos están bien vivos y nadan en dinero.
   - ¿Qué...? - me duelen sus palabras, pero sé que ni siquiera sabe lo que dice. Hago una pausa durante un minuto y luego sigo - ¿Y nuestra relación qué? ¿Se acabó? Porque ellos que están en una tumba parecen estar en más vivos para ti que yo. Rita, yo te amo. Quiero una vida contigo, casarme, tener hijos, pero a ti eso no parece importarte.
   - Si me amaras de verdad me comprenderías.
   - Tienes razón. No te entiendo porque ya no eres la Rita de la que me enamoré ni a la que le prometí una vida entera a su lado el día en que la hice mía por primera vez - digo alzando la voz y poniéndome de pie - Nuestra relación necesita darse un tiempo, yo... yo ya no  puedo seguir con esto. Creo que... voy a alejarme por un buen tiempo. No te preocupes, todo mi dinero está a tu disposición, solo que... necesitas estar sola, pensar por ti misma y llegar a la conclusión de que esto te hace daño - las lágrimas  recorren mi rostro. Estoy haciendo lo correcto, tanto para ella como para mí.  Me agacho de nuevo a su altura - Te voy a dejar una sola tarea y cuando  tengas la respuesta a esa pregunta, entonces nos volveremos a ver. Dime, ¿tus padres querrían que siguieras adelante con tu vida o que te atascaras en algo que ya no tiene solución? Piénsalo, ¿si? - me alejo y voy hacia el auto. Al cerrar la puerta me voy abajo por completo y comienzo a llorar. Esto es, posiblemente,  lo más duro que he  hecho en mi vida, pero los dos lo necesitábamos y no voy a echarme para atrás.