Capítulo 1.

32 6 1
                                    

                  Kim.

     111... 112... 113. ¡ Ay, no!. Ya me aburrí.  Llevo contando casi una hora,  tan lento, como si se me fueran a acabar los números alguna vez. ¿ Sabes qué?. Arriba. Me levanto de mi cama decidida a dejar de intentar dormirme. Rita todavía  está  durmiendo; así  que, sigilosamente, paso por su lado y me quito el pijama. Me pongo algo cómodo: unos jeans, una camiseta y mis Converse, todo negro. Salgo al patio trasero, el único que siempre está  vacío y muy tranquilo. El silencio despeja mi mente, siento el fresco del viento cuando sopla, a veces, al sacudir mi ropa. Me quedo callada admirando la plena oscuridad: uno de los paisajes que más  me  entretienen. Los árboles  del bosque, los ruidos de algunos animales nocturnos y las estrellas en el cielo hacen que pierda la noción  del tiempo. Dos horas después ya es medianoche. Escucho un ruido, me levanto y camino hacia la cerca; no es un guardia, proviene de afuera, la salto fácilmente,  maravillándome, como cada vez que lo hago, de cómo es posible que  dejaran esta parte tan desprotegida con respecto a las demás.  Avanzo hacia un árbol y me escondo detrás de su tronco cuando veo a dos sombras y una linterna.
                ................................
   
    - Namjoon, no sé por qué  me trajiste aquí, voy a estar interrumpiéndolos.
   - Si quieres vete, ella me dijo que traería  a un amiga.
   - Está  bien,  me quedo.
      Siento un cosquilleo en mi espalda y salgo disparada de mi escondite.
   - ¡ Ah! Una araña - grito lo más  bajo que puedo, quitándome el insecto de encima, pero ya era demasiado tarde para disimular. Estaba parada frente a dos desconocidos que me miraban atónitos.
   - ¿ Quiénes  son ustedes y qué  hacen aquí? - los dos chicos se miraron y uno de ellos encogió  los hombros, el otro, el de la linterna, decidió  contestar.
   - Yo soy Namjoon.
   - Y yo me llamo Hoseok, un placer conocerla señorita... - me dice el más  bajo haciendo una reverencia y mirándome  con una sonrisa resplandeciente.
   - Kim, me llamo Kim - digo algo confundida por su gesto tan poco común.
   - Somos de la Academia de al lado y venimos a buscar a alguien - me dice Namjoon.
   - Yo soy de esta academia y será  mejor que hagamos como si no nos conociéramos y se vayan de aquí. Deberían saber que está  prohibido - le contesto y me giro para volver.
  - No me digas que eres de esas que no rompen las reglas - le oigo decir detrás  de mí.
  - Para tu información, he roto las reglas más de la cuenta, pero no me apetece que me expulsen por esta -  contesto retomando mi posición anterior.
  - ¿Por qué no te pasa un rato con nosotros? - me dice Hoseok pasándome la mano por encima de los hombros y apartándonos de su amigo - Vinimos a buscar a la novia de este - señala a Namjoon con su dedo pulgar - pero ya está retrasada, haznos compañía.
     No sé  si deba acompañarlos, son bastante simpáticos y parecen buenas personas, pero los acabo de conocer. Sería bueno pasar un rato con amigos, me canso de hacer lo mismo todos los días y todas las noches, la verdad odio una parte de mi rutina.
   - Venga, no seas tonta, ya saltaste la cerca, es decir, que ya rompiste la regla. ¿Qué  más da? - es extraño el hecho de que me cueste trabajo decirle que no a este chico, o sea, lo estoy pensando demasiado.  Sinceramente no entiendo la conexión que siento con él. Es demasiada confianza para desarrollarse en solo unos minutos.
   - Ok - Hoseok me vuelve a sonreír y se gira para asentirle a Namjoon.
   - Si quieren pueden adelantarse, yo esperaré un poco más, seguro que se le complicó la cosa a... - una sombra que apareció detrás de él y se subió a su espalda lo interrumpió.
   - ¡Namjoonie! - la voz de una chica  se me hace familiar; al salir a la luz veo a Rita con una sonrisa plantada en la cara.
   - Amor, me tenías preocupado - le dice Namjoon.
   - ¿Ella es tu novia? No lo creo - me reí  a la vez que ella abre los ojos como platos.
   - ¿Kim? - asiento con la cabeza. Namjoon  me apunta con la cara con la linterna.
   - ¿Se conocen?
   - Sí - le contesto bloqueando la luz con mis manos - ¿Podrías  bajar esa cosa de mi cara? - le quito la linterna de su mano,  apagándola y devolviéndosela a la vez.
   - Ya llegó, vámonos - dice Hoseok con impaciencia.
     En el camino al claro, donde nos dirigíamos, Rita me obliga a contarle cómo fue que los conocí. Omito detalles, si no, la conversación se extenderá  demasiado con ella. Anduvimos un rato, pero llegamos rápido.  Los chicos encendieron una fogata y nos sentamos alrededor de ella. Rita saca la pequeña canasta que llevaba.
   - ¿Alguien tiene hambre? Traje algunos sándwiches.
   - Yo sí  - digo tomando uno y los demás me siguen cuando doy un mordisco.
   - ¿Por qué no jugamos a algo?
   - ¿Qué tienes en mente, Hoseok? - pregunta Namjoon abrazando a Rita.
     Hoseok saca una botella con agua y la coloca en el suelo, a mi lado.
   - Al que le toque la boca deberá responder una pregunta del que le toque la parte de atrás, con la verdad - contesta mirando a todos con una sonrisa pícara.
   - Estoy de acuerdo. Pero, no digamos mentiras... mmm... el que no quiera contestar, le toca un reto - digo solo para salvarme el pellejo, hay preguntas que no quiero responder y es preferible escalar un árbol alguna que otra bobería de esas, que hacerlo.
   - Por mí, bien - contesta  Namjoon mirando a Rita, quien asiente después.
     Todos nos corremos para que la botella quede en el centro, dejando la fogata a nuestro lado, en un ángulo donde nos daba la suficiente luz como para no forzar la vista.
   - Entonces, ¡ a jugar! - dice Hoseok haciendo girar la botella, dejando el juego a la suerte.
 

XDonde viven las historias. Descúbrelo ahora