Kim
Mis ojos están cerrado aunque llevo varios minutos despierta. Esta mañana me siento más livoana y cómoda en la cama. La alarma de mi móvil suena a lo lejos. Decido levantarme para apagarla y abro los párpados. Una extraña imagen salta a la vista. Algo largo y grueso. Quedo confusa pero un segundo después caigo en la cuenta tengo la cabeza apoyada sobre el vientre de un hombre y a poco centímetros de mi rostro se encontraba una enorme polla.
—¡¡Ahhhhhh!! — grito levantandome de la cama. Noto que estoy desnuda. De repente una pregunta invadió mi mente. ¿Con quién habré follado?. Un torso joven sale de abajo de las sábanas. "Por lo menos no es un viejo y no esta nada mal. Tengo suerte como borracha." Ese pensamiento chocó con el rostro. Mi nuevo jefe se restregaba los ojos, como un niño, con sus largos dedos. Su pelo lacio morado estaba mucho más desordenado que antes.
— Katy, no me dejas dormir. Vete a trabajar — murmura de manera inentendible con una voz bastante grave.
— ¿Tú? — pregunto aturdida. "No, no, no, no. Mierda."
Abrío los ojos como platos al verme, su vista se desvía hacia mi cuerpo. Tomo la sábana que lo cubría y me envuelvo rápido en ella.
—¿¡Qué!? ¿Contigo? — dice sorprendido.
— Exacto, es imposible. Solo estamos desnudos, eso no significa nada ¿no?. Yo no lo recuerdo ¿Y tú? — digo tratando de convencerme.
— Por supuesto que no. — niega cuando mia ojos se percatan de un condón anudado en el suelo.
— ¡¡Ay, un condón!! — grito como si hubiera visto un asqueroso escarabajo a la vez que el Sr. Kim corre hacia el baño.
Aprovecho el momento para vestirme y arreglar mi pelo alborotado y enredado. Hago un intento por apresurarme, pero resbalo con el condón y caigo al suelo. "¡Genial!". No pienso emborracharme más en los que me queda de vida (segunda vez que lo digo), me acosté con mi jefe antes del primer día. Si cada vez que bebo me pasa algo parecido.… ¡Ay, no, ni pienses! Cuando termino, el Sr. Kim sale del baño.
— Se ha demorado demasiado y aquí tenemos asuntos que resolver. — digo cruzando los brazos.
— ¿Qué querías? Con lo que pasó anoche, no creo que necesite ir al baño en todo el día. — me contesta y comienza a ponerse un traje — Por tu culpa llegaré tarde a una reunión de trabajo importante.
— ¿Ah, sí? Pues yo ya voy atrasada a mi primer día.
— Ni te molestes en ir, estás despedida.
— ¡No puede hacer eso! No sin una razón y menos cuando se estaba divirtiendo con mi cuerpo anoche obligándome a hacer cosas que ni muerta haría. — le digo en voz alta y enojada.
— ¡Sí que puedo! — me grita — ¡Y no te obligue a nada! Recuerdo perfectamente que te aprovechabas de que había bebido de más y empezaste a provocarme.
— ¡No provoqué a nadie! Fue usted quien me obligó a tomar todo lo que había en es bar.
— ¿Me estás acusando de violación?
— Usted lo ha dicho. — le doy la espalda.
— En todo caso, fuiste tú la que me violaste.
— ¡Qué idea tan absurda! — exclamo y me giro — Aunque no esperaba que dijera algo con lógica.
— No es absurdo, no me acuesto con mis empleadas; no es ético. — replica y mira hacia el ventanal — Estás despedida, no me importa si hay una razón o no.
— ¿Quieres jugar sucio? Vamos a jugar sucio. — le digo caminando hasta quedar frente a él — Primero: si se acuesta con sus empleadas, específicamente esa tal Katy. No lo puedes negar ¿qué fue lo primero que dijo al despertar? — acerco mi cara — ¡Oh, si! Katy. — vuelvo poner distancia — ¡Qué ético ¿no?! Segundo: Sé que oculta algo y sabe a lo que me refiero. ¿Cristales y puertas blindadas, paredes a prueba de sonido y el pequeño botón de alarma bajo su escritorio? No entiendo por qué un empresario necesitaría eso, pero tampoco me interesa. Tercero: Está en la ruina, sus hoteles ya no gustan como antes y no tiene mucha clientela con respecto a la construcción de casa. He investigado lo suficiente. Me necesita.
— Puedo contratar a otra persona.
— Claro, pero con lo exigente que es puede tardar años y mientras la constructora estará llegando al subsuelo. — le digo riendo — Me voy a buscar empleo, ya que ahora estoy despedida.
Salgo del cuarto y me dirijo a la puerta.
— ¡Kimberly Stand, en una hora te quiero en la empresa! — oigo que me grita con voz furiosa desde la cama. Suelto una carcajada por la victoria, aunque no le contesto.
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FanfictionKim es una chica que vive desde los siete años en una Academia Militar Femenina, adonde sus padres la enviaron, deshaciéndose de ella, por su gran violencia provocada por los abusos que sufría en su antigua escuela. La estricta protección sobre...