Capítulo 3 - La primera cita

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Cuando Sapphire llegó a casa se encontró con un panorama que no esperaba. Su madre, en lugar de echarle la bronca del siglo, la abrazó preocupada. Tras dar una explicación camuflada, desayunar y darse una larga ducha, se retiró a su cama para poder descansar. O eso creía ella. Cada vez que cerraba los ojos le venían flashbacks de la noche anterior. De cómo Ruby había caído sobre ella, del primer beso impulsivo y de los otros tantos que se habían dado después. Su cara ardía. ¿Desde cuándo ha sido ella tan lanzada?

Pasaron unos días cuando Ruby decidió dar el primer paso en mandarle un mensaje.

R: Hola! Soy Ruby. Cómo has estado? Me preguntaba si... bueno, si quizás querías ir a dar una vuelta

R: O no! Como quieras. No hay presión.

Sapphire sonrió para sus adentros. Prácticamente podía ver la ansiedad de la otra chica tras la pantalla.

S: Claro! Suena bien. Pero debo pedirle permiso a mi madre. Dónde nos vemos?

R: Oh! Qué bien. Te puedo pasar a recoger a las 19, mi padre ya me deja coger el coche sola.

S: Bien! Mi madre acepta. A las 19 entonces en esta dirección: 📌 Ubicación.

Con una mezcla de nervios y excitación, Sapphire corrió a su armario para elegir modelito. Acabó eligiendo un vestido azul cielo que le llegaba por las rodillas y contrastaba con su morena piel. Se hizo una trenza y se puso su pintalabios favorito. Lista.

Faltaban cinco minutos para la hora de la cita, pero ella ya estaba esperando en el porche de su casa. Una sensación de revoloteo constante en su estómago. Su madre le había dicho que podía llegar tarde porque hoy ella iba a salir con Aquamarina a hacer esos estúpidos planes de Madre-hija que Sapphire odiaba. ¿Qué sorpresas les regalaría la noche?

La peli azul fue sacada de sus pensamientos cuando un pequeño coche rojo se acercó a su puerta y allí estaba Ruby. Evidentemente nerviosa pero con una sonrisa que alumbraba el lugar. Sapphire entró y se dejó conducir a la aventura.

"Estás muy callada, ¿Te ocurre algo? Si quieres te puedo dejar a volver en casa" Pero Ruby no quería eso en absoluto. Lo que quería era poder llevar a cabo su plan y pasar tiempo con esa chica tan adorable que se estaba sentada a su lado. "No es nada. Me gusta estar en silencio y escuchar lo que me rodea. ¿A dónde vamos, por cierto?" Ruby soltó el aire que no sabía que estaba aguantando y se relajó visiblemente. Era solo eso. Que Sapphire era una chica callada. Eso no era nada malo, en absoluto. "Quiero ir a un mirador que está en la montaña más cercana, podemos ver las estrellas esta noche. ¿Qué te parece? Podemos cambiar el plan si quieres" las últimas palabras salieron despedidas de su boca con una rapidez que casi las hacía ininteligibles, pero Sapphire puso su mano sobre la suya en la palanca de cambios y ahora todo estaba bien "Me parece una idea fantástica, Ruby. ¿Sabías que me encanta la astronomía? Igual puedes ver el futuro" Ruby soltó una carcajada nerviosa y volvió a fijar su mirada en la carretera. Visión futura. Qué tontería.

Cuando llegaron al mirador, el lugar estaba prácticamente desierto, a pesar de ser una preciosa tarde de comienzos de verano. "Prefieres ir afuera o nos quedamos aquí? Tengo mantas, para poder tumbarnos en el suelo si te apetece" sus mejillas ardían y sus manos temblaban. Ruby normalmente era un pequeño manojo de nervios, pero algo pasaba cuando estaba cerca de Sapphire y es que los nervios se le concentraban en la boca del estómago y le hacían sentir cosquillitas. "Me encantaría eso. Así podremos verlas más fácilmente" sólo hizo falta su consentimiento para que Ruby fuera hasta el maletero y sacara las mantas. Esperó a Sapphire y tras cerrar el coche, caminaron hasta la cima de la colina para montar allí su pequeño refugio.

Al principio todo fue un poco raro por los nervios. Manos que se tocaban y hacían sentir corrientes eléctricas y miradas nerviosas. Pero con el paso del tiempo y el descenso del sol, ambas volvieron a encontrar el calor del cuerpo de la otra. Sus cuerpos de abrazaban como si fueran las piezas de un puzle, hechas la una para la otra. En un momento en el que ambas miraban a las estrellas, Sapphire rompió el silencio. "¿Sabes? No puedo dejar de pensar en lo que nos pasó el otro día. Fue algo que nunca había experimentado antes. Y ya no lo digo por los besos, sino porque cuando estamos juntas siento que no soy yo, soy como alguien completamente nuevo. Sé que suena tonto, pero es mi primera vez sintiendo algo así" algo dudosa, dejó su mano caer en la manta para encontrar el calor de la mano de Ruby. "Nunca es así. Cada vez que he besado a alguien o estado con otra persona, nunca me había sentido así. Es genial pero a la vez asusta, ¿sabes?" Sapphire asintió y se aproximó a ella, posando su cabeza en el pecho de Ruby y abrazándola por la cintura. "Sapphire, ¿Puedo preguntarte algo personal?" Intrigada, miró a la morena que ahora parecía estar muy interesada en un rizo de su alocado afro. "Claro, pregunta lo que quieras. Ya veremos si puedo responder" no sabía qué iba a preguntar Ruby, pero intuía que tenía más que ver con ella que con Sapphire en sí. "A ver, no es ningún secreto que soy trans. Y como es bastante notable, mi cuerpo no ha cambiado nada aún. Así que tengo dudas, porque sé que tú eres lesbiana y no quiero comprometerte a nada... " Sapphire se incorporó y tomó la cara de la morena en sus pequeñas manos, se apartó el flequillo de la cara y la miró fijamente. "Ruby, quiero que te quede claro. Sea lo que sea esto que tenemos, está pasando porque ambas lo consentimos. Sé quién eres y me gustas así. Después de todo, ¿Qué más da cómo sea tu cuerpo? Eres una chica preciosa por fuera, pero sobre todo por dentro." Emocionada, Ruby acarició la fría mejilla de Sapphire y la atrajo hacia un beso sincero, de agradecimiento. Nadie sabía lo feliz que le hace que la acepten tal y como es. "Tú también me gustas mucho, Sapphire" dijo susurrando en medio del beso. A lo que Sapphire respondió con un abrazo tan fuerte que las hizo sentir un solo cuerpo. 

El amor a primera vista no existe [Rupphyre - Human Au]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora