Capítulo 32 - Inefable

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[Casi 12 horas antes de lo previsto, pero era ahora o nunca. Les dejo unas notas a pie de capítulo. Disfrútenlo tanto como lo hice yo escribiéndolo.]

Cuando Ruby y Sapphire se dieron cuenta de que aquella sería la última vez que oirían el latido del corazón de su pequeña a través de un ecógrafo, se preguntaron cómo había pasado tan rápido el tiempo. La nostalgia tiñó todos los recuerdos del embarazo e impulsó el sentimiento de querer conocer ya a Garnet, de poder tenerla entre sus brazos. Para suerte de ambas, ese deseo podría cumplirse en cualquier momento. Y esperaban que fuera pronto.

El final del año escolar dio un merecido respiro a Ruby. Aunque ya no tenía empleo, la constante de preocuparse por el bienestar de Sapphire y su bebé consumía tiempo, pero sobre todo energía. Desde hacía un par de noches, la peli azul había perdido por completo la capacidad de dormir. La combinación del cansancio y los nervios que le suponía la revisión de la nota final del trabajo de fin de carrera la habían convertido en una especie de zombie. Ruby, preocupada, la acompañó en sus vigilias para que no se sintiera sola, planeando un día de playa idílico mientras los colores del amanecer comenzaban a colarse en la habitación.

Aquella mañana, la pareja se despidió con un beso en la parada del autobús. Sapphire se dirigía hacia el campus central acompañada por Peridot, que iba a hacer su último examen del trimestre. Con el traqueteo del vehículo, la peli azul se llevó las manos a la tripa. Desde hacía ya unas horas, una pequeña molestia intermitente se había implantado en la zona izquierda de su vientre. Achacándolo a los nervios, tras bajarse del autobús, Sapphire deseó suerte a su amiga y continuó su camino en busca del despacho de su tutora. Hoy tenía que ser un gran día y ningún dolor se lo iba a impedir. 

Dos horas más tarde y con muy buenas noticias, la peli azul salió del campus queriendo correr hacia los brazos de su prometida como Peridot lo había hecho con Lapis. Conformándose con andar todo lo deprisa posible, Sapphire volvió a sentir la molestia en el vientre. Pero esta vez, fue un dolor más punzante. Durante la charla con su tutora había notado presión en la zona lumbar, pero nada que un pequeño cambio de postura y ejercicios de respiración no calmaran. Decidiendo ir más despacio, las mariposas de su estómago revolotearon viendo a Ruby sonreír así, una sonrisa tan brillante que competía con el sol. Después de un beso que parecía no tener fin, les dio la gran noticia: había sacado un sobresaliente en su trabajo final y ya era libre de la universidad hasta que decidiera volver a la tortura de forma voluntaria. Ahora sí que podían irse a disfrutar del comienzo del verano.

Después de ver a Ruby pelear con una sombrilla durante diez minutos, entre risas, Lapis logró salvar la situación  en sólo uno, por lo que las chicas se terminaron de instalar en la playa. Era un día perfecto, con el sol brillando en el horizonte y una suave brisa corriendo. Sapphire no tardó en deshacerse de su vestido e ir al agua, ansiosa por liberar a su espalda del peso que suponía cargar con una tripa de 38 semanas de embarazo. La morena, por supuesto, la siguió de cerca, para asegurarse de que estuviera bien e intentar pillarla desprevenida para salpicarla, sólo para acabar siendo salpicada ella. Ruby se lo tomó como la peor de las traiciones, y cuando decidió perdonar a su prometida semejante fechoría, nadó hacia ella, la atrapó entre sus brazos y la atacó con pedorretas en el cuello, provocando a la otra chica reír histéricamente. Fue entonces cuando Sapphire volvió a sentirlo.

El fuerte dolor punzante cortó su risa abruptamente y alertó a Ruby. Casi un minuto completo pasó hasta que la peli azul recobró el aliento. "Sapphire, ¿Te encuentras bien?, ¿Te hice daño?". Sapphire enseguida negó y forzó una sonrisa "sólo estoy cansada, corazón. ¿Nos podemos sentar en la orilla?". Cuando llegaron allí, otro dolor comenzó y fue entonces cuando Ruby decidió ir a por refuerzos. En seguida Lapis había nadado también hasta allí, Sapphire parecía haber palidecido. "Sapphi, dime, ¿qué te pasa?, ¿qué te duele?, ¿estás mareada?" le susurró Ruby con urgencia evidente en su tono. La morena, que se había sentado junto a ella, saltó como un resorte cuando escuchó las siguientes palabras que salieron de los labios de su prometida "Creo… Creo que tengo contracciones. Desde que llegamos he sentido dos dolores muy fuertes. Y ahora son demasiado seguidos como para seguir nadando". Ruby comenzó a andar en círculos, el pánico preparental apoderándose de ella "¡¿Y qué hacemos ahora?!, ¿¡Cómo llegamos al hospital?!". Sapphire sólo pudo sonreír y pedirle que se calmara. "Tranquila, amor. Lapis nos lleva al hospital, el coche no está lejos". 

El amor a primera vista no existe [Rupphyre - Human Au]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora