Capítulo 43 - Planes de futuro (final)

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[2020, como mi vida, fue un caos. Mi salud no me permitió sacar este capítulo cuando debía, pero he trabajado duro este diciembre para poder cerrar esta historia a la que le tengo tanto cariño. Aunque sólo sea para leerla yo.
Si sigues aquí, gracias por haberme acompañado en esta aventura. Espero que lo disfrutes 💕]


Los cálidos rayos de sol de aquella mañana de septiembre abrazaban a Ruby como una suave manta de lana lo haría en invierno. Trabajar desde aquel sofá había sido la mejor idea que había tenido desde que abrió los ojos ese día. La suave brisa que entraba desde la puerta del jardín mezclaba el aroma de la lavanda con el café recién hecho de la cocina y de fondo podía oír a Sapphire tocando una suave melodía en el piano que había adquirido recientemente. Una sonrisa se dibujó en su rostro. Desde que terminaron la mudanza sus vidas habían cambiado completamente, al igual que algunos de sus planes. Ruby, que pensaba que no iba ser elegida para trabajar jamás en algún colegio, fue llamada para trabajar como profesora de Educación Física en el colegio más cercano a su nuevo hogar y, lo mejor de todo, es que el equipo educativo le había dado la bienvenida con los brazos abiertos. Sapphire, sin embargo, quiso olvidarse de trabajo y estudios por un tiempo y retomar su pasión por la música. Dedicar un tiempo a encontrarse a sí misma y practicar las habilidades que había dejado aparcadas por tanto tiempo. Y así fue como la habitación que iba a ser su oficina se convirtió de la noche a la mañana en un pequeño estudio, con un piano de segunda mano que Perla le había cedido más que encantada al oír los planes de su mejor amiga.

Eventualmente la música paró y el sonido de pasos en el piso superior seguido de risas inundaron la casa entera. Ruby sintió su corazón rebozar de felicidad al oír a los dos amores de su vida riendo a carcajadas. Para una persona ajena, tanto Garnet como Sapphire podrían ser personas frías y distantes, pero para Ruby, que las conocía como la palma de su mano, eran dos pequeños luceros caídos del cielo que habían llegado a su vida cuando ella más las necesitaba. Perdida en sus pensamientos, la morena no se percató del timbre de la puerta principal. Cuando sonó una segunda vez, le provocó tal susto que sintió que el corazón se le iba a escapar del pecho. Con parsimonia, dejó el ordenador en la mesita de café frente a ella y se desperezó cual gato adormitado antes de recorrer el pasillo hacia la puerta principal. Antes siquiera de poder llegar, oyó el crujir de la madera vieja de las escaleras, Sapphire y Garnet habían bajado también a ver quién era la misteriosa visita. Al abrir la puerta, la pareja se encontró con un par de caras muy conocidas.

Tras la sorpresa inicial, las cuatro chicas intercambiaron abrazos y las recién llegadas ofrecieron una bienvenida un poco más larga de lo habitual con la pequeña que estaba en brazos de Sapphire. La peli azul buscó la mirada de su mujer y ambas se encogieron de hombros. Tener de visita a Perla y Amatista era siempre una gratísima sorpresa, pero que lo hicieran sin aviso previo y un sábado por la mañana era algo… Sospechoso. Dejando de lado las sospechas, por el momento, la pareja invitó a sus amigas a pasar a la cocina, donde Sapphire iba a empezar a preparar la limonada con los limones que había recogido el día anterior del jardín. Amatista, por supuesto, se ofreció a ayudar con la elaboración del desayuno y con un poco de colaboración de las cuatro, y Garnet también, en menos de una hora había prácticamente un banquete preparado en la mesa. El desayuno estaba transcurriendo de forma silenciosa, solamente interrumpido por el sonido de los pájaros o por algún comentario de la pequeña. Hasta que Ruby decidió romper el silencio. “Entonces, chicas, ¿qué les trajo por aquí hoy? No es normal que Amatista se levante antes de las 12 un finde. Todo bien, ¿verdad?”. La pareja intercambió una mirada y Perla tragó visiblemente. Amatista, jugueteando de forma nerviosa con el tenedor y sin mantener contacto visual con su mejor amiga, fue la que respondió por ambas “Nah, todo bien, Ru. Sólo que ayer estábamos hablando de cómo les echamos de menos en la ciudad y decidimos venir de sorpresa, ya sabes”. Ruby asintió, no queriendo incomodar más a la parejita frente a ella, pero inmediatamente miró a Sapphire con cierta preocupación en los ojos. La peli azul le tomó la mano por debajo de la mesa e hizo una mueca con el labio, también sintiendo que ese no era el motivo de la visita en absoluto.

El amor a primera vista no existe [Rupphyre - Human Au]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora