Capítulo 11 - ¡Fuera!

49 2 1
                                    

El sonido de su nombre siendo llamado por una voz muy familiar hizo a Ruby despertarse abruptamente. Se habían quedado dormidas y eso no podía ser nada bueno. Sonrojándose hasta el nacimiento del cabello cuando su cuerpo por fin se despegó del de Sapphire, la morena cubrió a su novia y se enrolló en la manta para ir abrir la puerta.

Nadia no parecía enfadada, pero sí preocupada. Ruby enseguida notó que en las ventanas del pasillo ya no había ni rastro del sol, era noche cerrada. Una repentina sensación de pánico se aferró a su pecho cuando su madre le pasó el teléfono y señaló al cuerpo que dormía plácidamente en su cama. Era Ágata.

Agradeció a Nadia y cerró la puerta tras de sí, sentándose en el borde de la cama y tomando una profunda bocanada de aire. Comenzó a besar a Sapphire para despertarla y le sacudió el hombro gentilmente. La expresión serena de la peli azul enseguida se convirtió en una de horror al ver quién era la persona que llamaba insistentemente al móvil de su novia. Alcanzó a coger el dispositivo y aceptó la llamada.

"Tú, Ruby o como sea que te llames, ¿dónde está mi hija y por qué no me contesta al teléfono? Juro por Dios que como le hayas hecho algo, nos veremos ante la ley" el color de la cara de Sapphire se disipó, dejándola pálida y sudorosa. Un suspiro más tarde se sintió con fuerzas para responder. "Soy yo, mamá. Estoy en casa de Ruby. Nos distrajimos un poco y se me fue el tiempo, ya voy de camino a casa" no era mentira del todo, aún debía encontrar su ropa interior y peinarse, pero la distracción había sido real. "¡Sapphire! ¿Tienes idea de lo preocupada que estaba? Y no creas que me trago lo de Perla y Amatista, las llamé a ambas y ninguna sabía nada de ti. Exijo una explicación de porqué estabas en casa de Ruby a solas".

Nadia y Ruby intentaron calmarla por todas las vías posibles, pero Sapphire sabía con certeza de lo mucho que la había fastidiado. Su madre ahora conocía su vida sexual y todas las mentiras que le había contado este último mes. No había manera posible de que pudiese salir viva de la discusión que le esperaba justo tras la gran puerta principal. Las manos cálidas de su novia y de su suegra se encontraban en sus hombros, dejándole saber de alguna forma que no iba a enfrentarse sola al peligro. Clic. Y el camino hacia el caos se había materializado ante sus ojos. Aquamarine miró a su hermana y a las dos extrañas que iban tras ella y le señaló la pequeña sala a la que su madre llamaba oficina. Oh, esto iba a ser serio si la llamaba a la oficina.

Ágata estaba de pie junto a la ventana de la habitación. Sus altas botas blancas y su suéter negro de cuello tortuga la hacían parecer aún más intimidante. Su ceño fruncido sólo hacía que el metafórico bloque de hielo sobre el pecho de Sapphire se sintiera aún más pesado. Las tres tomaron asiento en el pequeño sofá y la oficial se sentó tras su escritorio. "Que comience el interrogatorio" susurró Ruby al oído de su novia y la mano entrelazada con la suya tembló.

"Espero que sepas por qué estás aquí, jovencita. Creía que te había educado lo suficientemente bien para que confiaras en mí y me contaras cuando fueses a tener relaciones sexuales. Pero eso no es lo peor, sino que para colmo es con una especie de híbrido de mujer cuyos padres parecen no controlar sus actividades. Dígame, señora... Lo que sea, ¿sabía usted lo que su hija hacía con la mía? Y para colmo mintiéndome para verse con ella a mis espaldas, mi pobre hija está corrupta con las ideas de la tuya." Una sola lágrima rodó por la mejilla de Ruby y Nadia parecía envuelta en llamas y furia. Abrazando a las dos chicas a su pecho, levantó la mirada y se aclaró la garganta.

"Señora Nadia, Doña Ágata. Primero que nada, le ruego que no trate mal a mi hija porque ella no ha hecho nada para merecerlo. Segundo, es una mujer, no ningún híbrido como usted lo pone. Y sí, sabía que las chicas habían tenido relaciones, de hecho, fui yo quien decidí dejar la casa a solas e incitar a Ruby a invitar a Sapphire. Yo no sé si usted conocerá algo sobre el tema, pero los adolescentes tienen también necesidades sexo-afectivas, y no pienso dejar a mi hija hacerlo en un descampado porque sus padres no confían en ella lo suficiente como para dejarle intimidad bajo su propio techo". A su lado podía notar como Ruby contenía las lágrimas con toda su fuerza de voluntad, mientras Sapphire parecía en un trance del que no se le podía sacar. Esto le estaba rompiendo el corazón. Sus chicas no eran merecedoras de esto.

"Discrepo con usted. mi hija era una chica decente hasta que conoció a la suya. El sexo no es ninguna necesidad. Sapphire, hija, sabes que te quiero con toda mi alma, pero me temo que o dejas esta relación o tendré que tomar medidas drásticas" dijo Ágata tocándose el puente de la nariz, exasperada.

La última frase de su madre rompió el hechizo de congelación que la había envuelto y Sapphire saltó de su asiento, se apartó el flequillo de la cara y respiró profundamente. "No, mamá. No pienso dejar mi relación porque tú pienses que debo hacerlo. Ruby es preciosa, inteligente, cariñosa y mil adjetivos positivos más. Me ha hecho más feliz en los últimos meses de lo que he sido en mi vida entera. Si no aceptas a Ruby o nuestra relación, tendrás que cambiar tú de opinión. El año que viene me iré de casa para estudiar en la universidad, ¿realmente pensabas que iba a estar siempre obedeciéndote?" La tranquila voz de Sapphire quebró al pronunciar la última sílaba y sus pequeñas manos se hicieron amenazantes puños a los lados de sus caderas.

Su madre no salía de su asombro, hasta que dio un golpe en el escritorio y furia se instaló en su penetrante mirada azul. "No sé qué habré hecho mal criándote Sapphire, eres igual que tu padre. Terca, libertina y con aires de saberlo todo. Muy bien, si crees que esto es lo que te conviene, continúa. Pero no mientras vivas conmigo. Cuando seas una adulta independiente, harás con tu vida lo que quieras. O lo tomas o lo dejas, tú veras".

Una sonrisa provocadora cruzó los carnosos labios de Sapphire y una profunda carcajada rompió el tenso silencio que se había instalado en la habitación. La peli azul se acercó a su novia, que seguía abrazada a su madre como si la vida le fuera en ello. Le tomó de la mano y la atrajo hacia ella. Agarrando los cachetes de Ruby, Sapphire juntó sus labios con un profundo beso. Lengua, dientes y hasta un pequeño gemido se vieron envueltos. Antes de que pudieran romper el beso, un grito lleno de rabia las sacó del estupor causado por sus labios. "¿Así es cómo juegas? ¡Fuera de mi casa ahora mismo, Sapphire! ¡Fuera! Cuando decidas ser la persona que crie, vuelves bajo mi techo. Pero no te quiero volver a ver a no ser que esta persona de aquí esté fuera de tu vida. Coge tus cosas y lárgate. Ya no perteneces más a esta familia".

Los rápidos reflejos de Ruby fueron convenientes cuando sintió las rodillas de su novia volverse gelatina ante la declaración de su madre. La había echado oficialmente de casa. Pero ella no podía moverse, ¿cómo había escalado esto tan rápido y lejos? Ella sólo quería ser feliz junto a su no- "¡Fuera! ¿Qué parte no entiendes? Sapphire, haz las maletas, por favor. No quiero tener que ver más a tu lo que sea y a su madre jamás". La voz de su madre retumbaba en su cabeza como el eco de un trueno. Asintió, tomó a Ruby de la mano y señaló a Nadia para que la siguiese.

Hora de comenzar una nueva vida. Sin ningún lugar a donde ir.

El amor a primera vista no existe [Rupphyre - Human Au]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora