Capítulo 20 - Nochebuena

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[Me habría gustado tener este capítulo para el 24, pero aquí está! Es algo corto y no estoy del todo contenta con cómo salió. Pero el final mereció la pena. Felices fiestas!]
Un escalofrío recorrió su cuerpo y su piel se erizó. Ruby pensó que quizá una vez más que el dichoso frío de diciembre la había despertado. Pero la realidad era que seguía acurrucada bajo las mantas y junto a su novia. Con un gruñido de frustración, se levantó para cerrar la ventana que de alguna manera se había abierto durante la noche. 

Lo que no esperó en ningún momento fue la estampa navideña que se estaba produciendo ante sus ojos. Una fina capa de nieve se había formado durante la madrugada y cubría todo el paisaje visible desde su posición. Ruby sonrió, sabiendo que Sapphire estaría inmensamente feliz al despertar. Tras una rápida visita al baño y checar la hora, la morena se volvió a meter en la cama.

El sueño que había tenido le dejó las mejillas sonrosadas y una sensación cálida en el cuerpo. Ya no había recuerdo alguno de él, pero estaba segura de que había sido uno bueno. Tan pronto como un bostezo se escapó de su boca, Ruby notó el vacío junto a ella. Ligeramente alarmada, buscó ansiosamente con la mirada a su novia, sólo para encontrarla encaramada en la ventana, con una expresión de paz en su rostro. Ruby sintió mariposas revoloteando en su estómago, nadie sabía lo dichosa que se sentía de poder llamar amor de su vida a la radiante mujer en la ventana. 

Sapphire sonrió, probablemente habiéndose dado cuenta de la mirada incesante de su novia hacía ya varios minutos. Cerrando la ventana, se volvió a meter bajo las mantas y colocó sus manos frías en la espalda de Ruby. La morena se apartó de ella con una risa histérica, huyendo de su novia. Sapphire no se dio por vencida y la abrazó por la cintura, feliz de poder disfrutar un día tan especial junto a su novia. 

La tarde llegó, y con ella, todo el nerviosismo de los preparativos para la cena. Sapphire se había arreglado para la ocasión y esperaba pacientemente a su novia, que aún estaba tratando de decidir qué jersey navideño llevaría a la cena con sus padres. La peliazul, viendo su incapacidad para dar con una elección, se levantó y escogió el que hacía más conjunto con su modelito. Ruby se calmó y corrió a terminarse, el tiempo se les echaba encima y sus padres no Iban a apreciar en absoluto que llegase tarde. 

Tras un poco de forcejeo con su melena, Ruby salió a la sala de estar para avisar a su novia de que ya podrían irse. Cogidas de la mano, pusieron rumbo a la casa familiar. Las distracciones eran evidentes en una fecha en la que las luces brillantes y la música están en cada lugar al que mires, pero para Sapphire era sin duda la manera en la que las luces reflejaban en la oscura piel de su novia y en sus preciosos labios, que hoy por primera vez, llevaban brillo labial. El simple hecho de pensarlo le hizo suspirar. Estaba tan orgullosa de su novia. 

Al llegar a la casa familiar, saludaron a todos los miembros de la familia. Sapphire observó con una risa apenas contenida como la abuela de Ruby la bañaba en besos y su novia sólo pudo hacer pucheritos y sonrojarse. La velada transcurrió sin percance alguno, la atmósfera era cómoda y cálida, tal y como su novia, pensó Sapphire. 

Cuando llegó la hora del postre, Ruby comenzó a ponerse sospechosamente nerviosa. La familia estaba a punto de intercambiar los regalos y su novia no paraba de moverse en su asiento, juguetear con una servilleta entre sus manos y mirar a su madre, que por alguna razón le sonreía y asentía. Sapphire lo encontró todo algo extraño, pero intentó dirigir sus pensamientos hacia otro lado.

Todos reunidos alrededor del árbol, música navideña sonando suavemente en el fondo, tazas de chocolate caliente en las manos. Los más pequeños se abalanzaron a por los regalos primero, siendo ellos los protagonistas de la noche. Pero de pronto, la jerarquía cambió, y en lugar de continuar con las más jóvenes, Ruby dio un paso al frente, suspiró profundamente y tomó un paquete del montón. 

"Sapphi" comenzó, su voz quebrándose por los nervios. "Te preguntarás que qué hago aquí en medio, en vez de dejar a mis hermanas abrir sus regalos. Y la razón es que… Te amo, Sapphire. Eres lo mejor que me ha pasado en la vida después de mi familia. Eres cariñosa, atenta, pasional…" al decir esto último, se sonrojó y rió nerviosamente. "Eso sonaba mejor en mi cabeza, la verdad. Pero al grano. La razón por la que te estoy diciendo todo esto es porque… Me gustaría pasar el resto de mis días contigo. Quizá sea precipitado, porque somos muy jóvenes y nada independientes, pero una puede soñar…" miró a su madre una vez más y sonrió, decidida. Hincó una rodilla en el suelo y tomó la pequeña mano de Sapphire en la suya. Revelando una pequeña cajita color carmesí. "Sapphi, ¿Quieres casarte conmigo?".

Sapphire estaba atónita, se boca abierta por la sorpresa y ojos como platos. Internamente se preguntó si Ruby podría oír lo rápido que latía su corazón en ese momento. Viendo la cara de rechazo de su novia, se dio cuenta de que no había respondido aún. "Por supuesto que sí, corazón". Cogiendo a Ruby por las mejillas, le plantó un beso lleno de amor en los labios. Ruby reía a carcajadas, cogiéndola por la cintura y dando vueltas por el salón. Por el rabillo del ojo vio a sus suegros secándose lágrimas de emoción.

La mejor Nochebuena de sus vida había sido esa y nada ni nadie podía cambiarlo. Ambas estaban seguras. 

El amor a primera vista no existe [Rupphyre - Human Au]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora