Capítulo 16 ( Huyendo del mismo destino ) EDITAR

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Nota: he editado este capítulo varias veces, y las faltas no se corrigen, Wattpad continúa dejándolo de la misma manera, no me permite actualizarlo. Disculpen el inconveniente :(

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VENUS

Él no se veía de aquí, definitivamente no era de este mundo. Todos lo observaban con determinación, como si fuera un bicho raro, que básicamente eso es lo que era para la gente en el centro.

Algunos murmullos llegaban hacia mí, dando por hecho que esto era algo muy personal, otros sabiendo de antemano quien ganaría, pero para ellos era divertido, muy satisfactorio ver como un "presumido" como le estaban llamando, pensaba llegar siquiera a la meta en el tiempo promedio. Muchos se preguntaban, ¿quién diablos es este hombre? Se alarmaron al ver su presencia llena de poder, de un hombre en todo el sentido de la palabra.

Por un lado al mirarlo me daba una sensación vacía y vulnerable, por el otro, solo quería marcarle, quería romperlo. Sentía la necesidad de estimular la descarga solamente por el placer de la euforía al manejar y de vencerlo, de dejarle claro que fue un grabe error llegar aquí.

Nos adentramos a los carros. Ni siquiera le miré, pero sentía su mirada en mí. Todos gritaban con ímpetu y eso no hizo más que darme el gusto de ganarle.

El sonido de los motores retumba, y ya nos sobábamos las manos para ver la bandera verde. Nadie se sienta, todos están parados, y cuando ya queda una vuelta para la verde, todos se emocionan y aplauden para que se inicie la carrera. Cuando ocurre esto, al instante, aceleramos y el sonido se hace cada vez más fuerte, siendo una delicia para los allí presentes. La velocidad que adquieren (sobre los 300 kilómetros por hora), es algo que emociona. Toda la gente eufórica por ver que la carrera ha partido. No importaba nadie más en esos momentos, solo el hecho de ver correr lo deja a uno por satisfecho.

Las voces del público se escuchaba aunque recorriera la calle acelerando lo más que podía. El aire dándome de golpe en el rostro, mis manos agarrando fuerte el volante...esto era vida.

Sonreí al ver a Aiden mucho, pero mucho más atrás de mí.

Idiota.

A estas alturas no debería sorprenderme de los cambios de humor de él, tomando consigo sus ideas, cada vez peor que la anterior. La carrera estaba ganada, todos lo sabían, ¿por qué intentarlo? Había algo que no entendía. Llegó hacia acá para hacer una estúpida carrera, tomando en cuenta con quien trataba. Pero había otra voz en mi cabeza:

Tu has hecho muchas cosas también, le has costado, no creas que para él ha sido fácil perdonarte.

—Cállate —susurré para mí misma.

Iba perdiéndolo de vista.

Sentía que el carro tenía alma propia, única e inigualable, me tenía fascinada al estar al volante, un éxtasis, diversos sentimientos se arremolinaban en mí interior, el deseo de ganar, y las ganas de seguir corriendo como si no hubiera mañana. Bajé la velocidad al tomar una curva y escuché el bullicio a lo lejos, estarían viendo en pantalla cada movimiento, cada curva que tomaba, cada minuto que estuviera en esta máquina con una potencia increible, lo sentía...y eso no hacía más que aumentar la adrenalina, deseo por poder sentir la fuerza que cualquier inexperto podría notar, y poder ponerlas al límite, entrar en el mundo de sensaciones que supone estar en armonía con una máquina de tal calibre.

Aiden volvió a mis pensamientos y me contradecía una y otra vez con lo que pasaba por mi cabeza. No tenía culpa de nada, él cometió varios errores, aún estando consiente de lo que hacía, era un impulsivo de mierda y egoísta.

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