Capítulo 31 (El ve más en ti de lo que tu podrías)

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Lila se había pasado a mi cuarto, entrando por la ventana

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Lila se había pasado a mi cuarto, entrando por la ventana. Nos quedamos hablando, pintandonos las uñas, una a la otra y no sé cómo caímos al tema de la pelea entre Bruno y ella.

—¿Tienes idea de lo estúpida que me sentí?

—Si él no estaba para eso, Lila, no veo el problema. No siempre tendrá ganas.

No me miró, siguió viendo cómo le pintaba las uñas de color rojo, su preferido.

—Él siempre quiere —respondió como si fuera lo más normal.

—No tengo que saber esa información —dije intentando borrar las imágenes de mi cabeza.

—Él... estaba raro.

—Tiene derecho a ... no querer algo un día. Debes dejarlo respirar, ¿Vale? No perdió el deseo hacia tí, lo vas a sofocar si sigues molesta de esta manera por esa tontería.

Se quedó callada, claramente en contra de lo que pensaba. Teníamos distintas maneras de pensar cuando se trataba de chicos.

Bufó con molestia.

—Lo extrañas —dije lo que ya ella sabía de sobra. Esta vez la miré —. él también lo hace. No tienen que mantenerse de esta manera.

—Ehmm, eres la reina de las peleas sin sentido, ¿De qué hablas?

Me reí, enserio lo hice.

—Por eso es muy grande cuando te digo que es una pelea sin sentido —hizo un gesto de asco —. a ver, trato de darte un buen consejo y pensar desde fuera del problema.

—Sabes, ahora mismo suenas bastante como Vicky. No sueles... resolver estos tipos de problemas de una manera razonable o dar consejos tan pacíficos.

La miré con reproche.

—Ya lo sé, intento no hacer tanto caos, ¿De acuerdo?

Se quedó callada, pensando. Movió los pies, mientras se ladeaba para verlo desde "diferentes lados"

—Intentaré... hablar con él hoy.

—Sin cogidas —me paré y organicé todo —. no todo se resuelve de esa manera.

—Es la que mejor funciona en nosotros —se encoge de hombros.

Asentí dudando un poco. Tenía que aceptar que todas las relaciones eran distintas.

—¿Y... Thiago?

Me tendí en la cama con suma vagancia.

—Bien, supongo.

Se quedó con la mano en el aire, frunciendo el ceño.

—¿Solo "bien, supongo"? Por favor, ¿Qué fue esa mierda?

—Pues, simplemente, no pasa nada nuevo.

Su vista me evadió por completo. Ella era demasiado notoria.

Nuestro pequeño accidente Donde viven las historias. Descúbrelo ahora