Masoquista © (Editando)

▪︎ Capítulo 23: Andrea ▪︎

Cuando nos bajamos del auto Ascher entrelaza nuestras manos y se echa el cabello hacia atrás desordenándolo, y solo puedo pensar en lo guapo que es, Dios. Estamos en un Club y no me gustan los Clubes, fui una sola vez en mi vida a uno con Dania y Dereck y nos fue muy mal; a parte de que éramos menores de edad llevábamos escaso dinero y un tipo intento sobrepasarse con Dania, terminamos los tres fuera del lugar en una acera hablando tonterías y bebiéndonos una botella de Vodka que Der había conseguido y terminamos embriagándonos todos.

En la entrada del lugar había un hombre musculoso y vestido de traje que cuando nos vio le sonrió a Ascher y nos dejó pasar enseguida, en cambio Ascher solo continuó, ignorándolo. Había una cola larguísima en el costado del edificio gigante y elegante, color negro con rojo.

Agradecía que me haya traído aquí para quitarme un poco el estrés aunque no me gusten estos lugares, pero este sitio es muy elegante, huele a alcohol y humo como es de esperarse; pero también a menta y yerbas naturales, el lugar estaba de lo más limpio y elegante, de verdad. Subimos unas escaleras de cerámica plateadas y dos hombres con trajes del mismo color nos cedieron el pasó quitando una cinta roja, era zona VIP. Entramos y solo habían unas quince personas, incluyendo a Carson y a Cara. Cuando la vi no supe qué hacer, me alegré demasiado. Solté la mano de Ascher, él se ha detenido para hablar con un hombre, me voltea a mirar y cuando ve que me acerco a su amigo vuelve la mirada al hombre con el que habla y casi pude ver que estaba amenazándole.

Cara se levanta de un salto de las piernas de Carson, un chico moreno muy guapo, ella está entusiasmada y muy alegre también, camina hasta mí y me estrecha en sus brazos como si fuésemos amigas que no se veían durante mucho tiempo. Cara y yo no éramos amigas, aunque fue de mucho apoyo la primera y última vez que la vi. Me aprieta muy fuerte y me empieza a zarandear sin soltarme, también la abrazo y me suelto diciéndole que está ahogándome, entre risas.

—¡Qué emoción verte! Carson me dijo que seguías con Ascher y... y ¡Dios! quería verte, ¿cómo estás? —todo su entusiasmo me parecía muy empalagoso, a la única persona que había soportado tan pegajosa y agobiante era a Dania.

—Estoy muy bien, también me alegra mucho verte, ¿tú cómo estás? —si por Ascher no hubiese sido, no me acordaba de su nombre. Pero claro que la recordaba, como una persona muy buena y alegre.

—¡Muy bien! ¡Mira! —me enseña su dedo anular después de haber soltado un grito muy alegre y comienza a dar saltos. De verdad, la chica es demasiado alegre, no nos conocíamos muy bien, pero es una gran chica— ¡Carson me ha pedido matrimonio ayer!

Cuando termina de decir mira hacia atrás, él moreno está bebiendo y cuando siente nuestras miradas voltea con una sonrisa grande y le guiña un ojo a Cara, ella se vuelve hacia mí muy entusiasmada. Yo su historia no la conocía muy bien, pero sé que ama a Carson y que nunca lo odio a pesar de la vida que lleva. Era imposible que esos ojos azules más claros que los míos, llenos de alegría y carisma, pudiesen sentir odio. Claro que yo sé que a ella no le agrada Ascher.

—Ven, saluda a Carson —me jala de la mano hasta el sofá cuadrado color rojo sangre y nos posiciona frente al moreno.

A él no lo conozco pero nada, era amigo de Ascher o colega, solo lo vi una vez en mi vida en aquel edificio y ni siquiera me había hablado tanto, antes no me había caído bien porque era amigo de Ascher; pero sin duda, Jacob fue quien me dio mala espina entre los dos desde un principio.

Me muerdo el labio por dentro y giro a mirar a Ascher que está hablando muy seriamente con aquel hombre. Le tiendo la mano con una sonrisa de lado y él mira hacia Ascher también, recibiéndola y dándome un apretón.

—¿Cómo estás Rachel? —pregunta con amabilidad, cara se le sienta en las piernas y le sonríe como niña pequeña, él le da besos en toda su cara.