Masoquista © (Editando)

▪︎ Capítulo 27: Algo del pasado de Ascher ▪︎

Esos tipos tenían que ver con Jacob, estaba segura de eso. ¡Eran ellos!, los mismos hombres que nos dispararon a Ascher y a mí.

—Cuídate mucho, mucho, mucho —había cantado con una risa burlona y a la vez escalofriante, haciendo que mis vellos se pusieran de punta.

Me había apuntado con el arma para seguidamente reír estruendosamente y alejarse acelerando al igual que el otro tipo al lado de Jared. Mi corazón estaba desbocado, mi respiración agitada y las manos me temblaban mucho.

—¿Estás bien? —Jared pregunta y no es hasta que aprieta mi mano temblante que salgo del shock.

—Sí... estoy bien —la voz me tiembla y mis ojos arden con las lágrimas retenidas. Lo miro, su respiración es acelerada y se nota claramente asustado, reviso con mi mirada que no tenga ninguna herida—. ¿Tú estás bien, no te hizo nada?

—Estoy bien, Rachel —su voz es baja y yo aprieto su mano con la mía.

—Siento mucho que hayas pasado por esto —me rompo a llorar mirando para todos lados, con miedo a que vuelvan a terminar lo que empezaron.

—Tranquila —susurra con preocupación acariciando mi mejilla.

Yo simplemente no puedo tranquilizarme, me acaban de apuntar con un arma y creía que posiblemente era una de mis mayores pesadillas. Jacob. Me cubrí el rostro. Quería dejar de pensar en ese hombre y sus malditos ojos esmeraldas puestos en mí con malicia. Mierda, simplemente no quería recordarlo a él y lo que me hizo.

Jared iba a toda velocidad, el viento de la madrugada nos golpeaba y sabía que al igual que yo él no dejaba de estar alerta, queriendo llegar rápido a nuestro destino. Pienso en Ascher, en que quiero estar con él y sentirme protegida en sus brazos fuertes. Pero pensar en decirle a Jared que desvíe el camino y conduzca hasta Ascher es ponernos en más peligro. Solo quiero estar en casa.

Después de media hora por fin llegamos a la casa de mis padres.

—Ten cuidado, por favor quédate en la casa de tus padres ahora —mi voz es una suplica preocupada para Jared, él asiente y se baja del coche conmigo, acompañándome hasta la puerta de mi casa—. Por favor vete, entra en casa ya.

En mi mente solo se reproducen las imágenes de la vez que Jacob nos interceptó justo aquí y me da mucho miedo.

—Por favor descansa, Rachel, no pienses en nada más —me intenta tranquilizar.

Asintiendo entro en casa y voy a la ventana, vigilando que él entre a la casa de sus padres. Toca la puerta varias veces, el timbre de igual manera y puedo verlo observar todo el vecindario, luego saca su celular y se lo lleva a la oreja. Unos minutos más tarde su madre abre la puerta, lo abraza y él entra. Es ahí donde puedo por fin subir a mi habitación.

Tomo mi celular y le dejo un mensaje a Ascher diciéndole que vine a mi casa y que estoy bien, que no pude ir con él y lo sentía. Luego me alisto para dormir, siendo esto lo último que puedo conseguir de lo nerviosa que he quedado con lo que pasó.

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Saliendo de clases me espero encontrar a Ascher para recogerme, después de no haber ido a su casa ayer imaginé que vendría hoy por mí y me querría ver. Pero no fue así. Ni siquiera había visto mi mensaje y eso me preocupaba.