Era el techo de mi habitación... lo reconocía solo por que no era el techo con el que me crié.
Era de noche? Si lo era no entendía que hacía la luz encendida... que hacía aquí?
–Ya vuelves a estar con nosotros, eh? –Comentó Claus haciendo que me girara hacia donde venía su voz.
Tenía puesto el traje que había llevado a mi graduación, solo que sin la americana, los primeros botones abiertos y la corbata estaba completamente deshecha.
–Que ha pasado? –Dudé incorporándome solo pudiendo recordar cosas confusas.
En orden, pero confusas.
–Te acuerdas de las personas de las que te hablé que aprendieron a controlar la fuerza negativa? –Preguntó suspirando ligeramente, pero su aura marrón cambió a blanca dándome a entender que era de alivio.
Asentí con la cabeza mirando para mi cuerpo con dudas.
Solo llevaba puesto aún el pantalón.
–La mujer que te atacó en la entrada del instituto es una de esas personas, dejó una semilla en tu interior de oscuridad y pudo controlarte desde ahí al mismo tiempo que trataba de romper tu mente –Explicó con calma viendo que lo entendía con esas palabras–. Forcejeamos y te dispare en el estómago, aunque mi disparo no te hizo daño destruyó la semilla que te había implantado.
–Una bala... no me ha hecho nada? –Dudé palpando mi estómago sin entender como era posible.
–Mis pistolas no van por balas, van por energía –Contestó al mismo tiempo que miraba su reloj–. No pueden destruir el cuerpo, solo la energía negativa.
–Lo que dije en el baño..! –Traté de explicarlo recordando perfectamente la cara pálida de Siro.
–Sabemos que es verdad, Siro no miente... no lo tiene permitido.
–Fue culpa mía! No se lo digas a Gracia o Abel, por favor –Supliqué levantándome de cama si hacía falta para arrodillarme.
Si Siro tenía tanto miedo sería por algo... no podía meterle en un lío.
–Aike... es a mamá y a papá a quien no puede mentir... Cid le castigará y encontrarán otro guardaespaldas... cuanto antes lo asumas tendrás menos problemas –Cortó sin darme tiempo siquiera a arrodillarme.
No... no, no, no, no...
Sin pensar salí corriendo de la habitación como si tuviera idea de a donde iba tratando de impedir que ocurriera lo peor.
No quería otro guardaespaldas.
No quería que le castigaran.
No quería que le culparan.
Cuando me quise dar cuenta mi visión era como si vibrara, mareaba un poco, pero podía ver claramente las auras... podía ver como Abel, Gracia y Cid estaban frente a Siro con un aura marrón y autoritaria mientras Siro teñía su color marrón de verde y negro.
Corrí escaleras abajo guiado por mis sentidos y abrí la puerta de golpe escuchando como el aire se cortaba con un latigazo asestado en la propia espalda de Siro.
Ni una muestra de dolor salió de su boca casi tocando el suelo con la frente al estar arrodillado sujetando el mismo el látigo con el que fustigarse ni una misera pizca de pena se dibujó en la cara de Cid.
–Aike –Dudó Gracia al darse cuenta de que yo era quien había atravesado la puerta.
Siro ni siquiera levantó la mirada cuando me arrodille a su lado.

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Colors (Yaoi/BL)
FantasyAike estaba acostumbrado a la tranquilidad de su vida normal, tenía amigos y unos padres que lo querían, simplemente tenía que mantener en secreto su extraña habilidad de ver el aura de las personas. Que hará ahora que alguien llega a su vida, lo de...