Definitivamente había entrado en calor, estaba empachado completamente, pero no tenía frío.
–No puedo más, no quiero ni cenar –Me quejé haciendo que Siro se riera mientras yo tenía que llevar todas las mantas en el regazo.
Debía de haberme tomado yo solo como 2 litros de chocolate caliente con todo tipo de dulces de acompañantes... de verdad que estaba lleno.
–Pero has entrado en calor –Contestó Siro abriendo la puerta de nuestra habitación.
–Es por que he recuperado energía? –Pregunté viendo como bajaba ligeramente la persiana, el sol estaba ya muy bajo.
–Seguramente, todo el dulce que has comido tendrá que dar algún resultado –Respondió quitándome todas las mantas de encima y dejandolas sobre una butaca–. Si después tienes frío ya estarán aquí.
–Espero que no... dios que calor hace...
Siro no pudo evitar reírse y volvió a tirar de mi silla una vez volvió a cerrar la puerta.
Dar un paseo ahora por el exterior si lo agradecería más, me seguía poniendo tenso cuando nos cruzabamos con la gente y no sabía que pensaban, pero no podía hacer nada, tenía que empezar a acostumbrarme.
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Los jardines eran preciosos... simplemente me quedé con la boca abierta al verlos, las flores estaban perfectamente florecidas y cuidadas, todo estaba organizado y presentado como si fuera una obra maestra.–No te parece precioso? –Dudé acercando la mano a unas violetas.
–Si, los jardineros hacen un buen trabajo –Contestó Siro admirando la flor conmigo.
–Los colores son vivos y brillantes y cálidos y sencillos, todo al mismo tiempo, todo está cuidado al milímetro para que sea precioso –Seguí admirando casi con miedo a tocar los pétalos y hojas.
Me parecía tan bonito que tenía miedo de romperlo.
–Gracias señor –Contestó una voz a nuestras espaldas haciendo que nos giráramos.
Un chico pelirrojo con una manguera entre los dedos me sonreía dejando ver una ligera separación entre sus paletas que solo resaltaba una expresión natural de inocencia. Ni siquiera parecía tener más años que yo.
–Eres uno de los jardineros? –Preguntó Siro tirando de mi silla para apartarnos de su camino.
–Si, ver que alguien le parece tan bonito lo que nos cuesta tanto mantener es satisfactorio –Respondió el chico abriendo el agua ligeramente para regar.
–Podría pasarme horas intentando dibujar toda esa belleza y se que no podría –Murmuré aún con la agradable sensación de los pétalos en la yema de mis dedos.
–Mañana quieres venir a dibujar? Puedo conseguirte todos los materiales –Preguntó Siro peinándome ligeramente con sus dedos.
–Pero tu no tendrás nada que hacer, y tardaré mucho –Contesté no muy convencido mirando hacia arriba para verlo al estar de pie detrás de mi.
–Pero, cuando tendrás otra oportunidad así? Los jardines más bonitos que has visto nunca te están pidiendo que los dibujes y no quieres? –Picó riéndose ligeramente antes de inclinarse y besarme.
No pude evitar reírme con él cuando nuestros labios se separaron haciendo que me diera cuenta de que el chico nos había visto y trataba de fingir que no.
–Les aconsejó que si van a venir se resguarden bajo la sombra de algún árbol, sino pueden tener problemas con el sol –Aconsejó sin girarse para mirarnos.
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Colors (Yaoi/BL)
FantasyAike estaba acostumbrado a la tranquilidad de su vida normal, tenía amigos y unos padres que lo querían, simplemente tenía que mantener en secreto su extraña habilidad de ver el aura de las personas. Que hará ahora que alguien llega a su vida, lo de...