Cap. 27

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Aún colorado de vergüenza no podía evitar reírme contagiado por la risa de Siro mientras bailábamos una vez habíamos terminado de cenar.

Era como una burbuja perfecta y sin preocupaciones de la que no quería salir.

Siro me hacía girar de un lado a otro robándome besos y abrazándome cuando tenía oportunidad ignorando por completo el ritmo real de la música.

–Sabes? Eres mi primera cita con un chico –Murmuré a sus labios antes de sentir como su lengua exigía mi atención.

Su lengua y la mía parecían tan compatibles, tan hechas la una para la otra.

–Quiero robarte todas las primeras veces que pueda –Comentó una vez nos separamos para respirar.

Ambos sabíamos que el ambiente se estaba caldeando.

–Quieres salir conmigo? Oficialmente juntos –Susurró a mi oído antes de comenzar a mordisquear mi oreja.

–Nunca he estado en una relación –Me sinceré poniéndome tenso pero recordando perfectamente como escurrí el bulto hace unos días por la vergüenza–, no prometo ser la mejor pareja del año, ni el más atento ni nada...

–Me da igual, me gustas, ya aprenderemos juntos como llevar nuestra relación –Contestó apartándose un poco para poder mirarme a los ojos.

Si me miraba directamente era imposible que me negara a nada.

–A mí también me gustas –Susurré volviendo a acercarnos para besarnos.

Si solo nos pudiéramos quedar en esta burbuja perfecta siempre sería más feliz. Sin poderes ni personas que me quieran matar y lo pongan a él en peligro, solo nosotros.

–Que tal si volvemos a la habitación? Claus tiene su regalo esperándote ahí –Sugirió una vez separamos nuestros labios de nuevo.

Ojalá poder tenerlos siempre unidos.

–Que regaló? –Dudé con curiosidad contagiándome de su sonrisa.

–Lo veras cuando volvamos –Contestó separándonos definitivamente para cogerme la mano y tirar de mi para regresar–. Cuidado no te pierdas.

Nervioso aceleré el paso terminando siendo yo el que lo llevaba a él una vez salimos del laberinto.

Por una vez en mucho tiempo estaba feliz.

Cuando llegamos a mi habitación nos encontramos con Claus recogiendo una escalera ayudado de Abel.

El techo de mi habitación ahora estaba lleno de estrellas que tenían dibujadas y unidas las constelaciones.

–Te gusta? –Preguntó Claus mientras Abel se llevaba la escalera.

Solo sentí el impulso de abrazarlo y agradecérselo de verdad. Era el mejor regalo que me habían hecho hoy junto con los pendientes de Siro.

–No es mucho, pero me pareció perfecto, a ver si te ayuda a dormir –Comentó devolviéndome el abrazo.

–Si, es perfecto –Contesté soltándolo para dejarlo respirar.

Aunque Claus se fue con rapidez diciendo que estaba muy cansado. En parte lo entendía, era la 1 de la mañana y normalmente ellos se acostaban a las 11 como muy tarde.

–Quitando el agobio con tu familia, hoy te has sentido especial? –Preguntó abrazándome por detrás mientras yo aún miraba encandilado las estrellas.

–No, pero la cena contigo y esto han sido lo mejor... ahí sí que me he sentido un poquito especial –Respondí con sinceridad cogiendo una de sus manos y llevándola hasta mi boca.

Colors (Yaoi/BL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora