Colors (Yaoi/BL)

Cap. 30

Todo había sucedió tan rápido, la arritmia extraña que me hizo correr a la habitación de Aike por su inminente miedo.

La nota de que se había largado.

Gracia chillando histérica por la noticia mientras yo sentía que me moría si no estaba ahora con Aike y nadie podía hacer nada.

Cuando llegamos a la ciudad donde vivía antes a una casa que se había derrumbado ya no sentía que me iba a morir... y eso solo me ponía peor...

Habíamos recibido la noticia de que había ocurrido un incidente "extraño", todos llegamos aquí con la fe de que ese incidente fuera Aike.

Unos médicos estaban llevando una bolsa negra de un cadáver a un lado mientras los encargados del rescate seguían buscando más cuerpos.

–Aike!? –Chilló Gracia tirándose a por los médicos que llevaban la bolsa.

–Es una mujer señora Archer –Le dio la noticia uno de los médicos al ver su estado alterado.

–Aun esta ahí abajo –Murmuró Claus tirándose a por los escombros sin pensar.

Abel y yo corrimos detrás de él uniéndonos a los de rescate buscando histéricos un cuerpo, una luz, lo que fuera...

No podía estar muerto, por que yo hubiera dejado de sentir que me necesitaba no quería decir que estuviera muerto... podría simplemente haber dejado de tener miedo... no podía estar muerto.

–Aquí! –Chilló un hombre tratando de mover una viga.

Todos corrimos histéricos a ayudarle consiguiendo ver la tenue luz blanca de su escudo.

Estaba vivo!

Abel con otro hombre hicieron en un segundo que la viga se partiera en pedazos ignorando la sangre en sus manos y permitiéndonos acceder a la bola que se desvaneció en cuanto ya no tenía nada encima.

Chad estaba ahí... sujetaba sin poder dejar de llorar el cuerpo inconsciente de Aike ignorando sus propias heridas.

–Ayuda... –Suplicó dejando que Abel quitara a Aike de sus brazos.

Yo sin embargo me desplomé de rodillas viendo como otro de los encargados del rescate cogía a Chad para cargarlo junto a los médicos.

Por que había pasado esto? Por que se había fugado sin más?

Por que fui incapaz de estar a su lado impidiendo que esto pasará!?

–Siro levántate –Ordenó con firmeza Claus.

Pero no moví ni un músculo.

–Siro levántate ahora mismo, plantate al lado de la camilla de mi hermano y reza con mi madre por que consigan que vuelva a respirar o yo mismo seré quien te despida –Insistió dejando ver su cabreo por mi incapacidad de estar a su lado.

–Es mi culpa... –Musité aún sin moverme.

–No, salir de casa sin tu supervisión fue decisión propia suya al ser incapaz de dejar de lado lo que quiera que hablarais y así poner por encima su seguridad –Contestó antes de darme una patada tirándome de lado entre los escombros–. Deja de llorar como un niño, ponte de pie y llora como un hombre.

Esta vez no me atreví a llevarle la contraria, con dolor me puse de pie y viendo sin dejar de llorar como los médicos le hacían una RCP me mantuve al lado de su madre que solo lloraba histérica.

–Tiene pulso! –Saltó uno de los médicos pudiendo hacer que el otro se detuviera.

Gracia chilló como si lo hubiera visto levantarse y se tiró a los brazos de Abel mientras que yo sentí que volvía a respirar por primera vez después de mucho tiempo.