Cap. 47

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Las palabras de Gracia aún rebotaban en mi cabeza.

–Que tal te encuentras? –Preguntó Siro una vez me había secado el pelo tras ducharme con él y dejar que me lavara el pelo después.

–Mal –Contesté con frustración dejando que me besara la nuca.

Estaba sentado entre sus piernas dejando que secara mi pelo con una toalla.

–Lo de Gracia se que te ha dolido... –Comentó tratando de encontrar palabras que calmaran lo sucedido.

–Claro que me ha dolido! –Solté cortando cualquier cosa que tratara de decir–. Te defendí por que me puso enfermo ver como te trataban! Pero ni siquiera lo escuchó! Solo dijo mierdas sin pensar en lo que decía y el daño que podía hacer! Te tratan constantemente como una mierda y te juzgan y les da absolutamente igual! Lo único que les preocupa es su estúpida imagen y su estúpido apellido!

–Lo siento –Se disculpó agarrando mi mano.

–No! –Corté haciendo que soltara mi mano–. Tu no eres quien tiene que disculparse! Por que te tienes que sentir mal tú por culpa de la mierda de otros!? A ellos es a quien tendrían que enseñarles cual es su lugar! No a ti!

Era perfectamente consciente de que daba igual lo que me dijera ahora, todo me lo tomaría mal. Pero eso no quitaba lo que me había dolido lo ocurrido.

–Como se supone que me tengo que tomar que la persona que quiero sea tratada así!? Por que tengo que aguantarlo? Por que ellos me han dado un apellido!? Por que todos son unos cabrones!? Ricos pijos asquerosos...

–Sh! Estas despotricando sin pensar, y sabes que hay personas que no son así –Trató de hacerme recapacitar

–Lo se! Lo se muy bien... pero... por que? –Pregunté empezando a sentir las lágrimas en los ojos que Siro no noto al estar detrás de mi– Por que tengo que tener un vocabulario adecuado..? Y tengo que relacionarme con quien ellos consideran digno..! Ya no se que hacer... ni siquiera soy alguien que crean en lo que dice... todo es una fachada... lo único que quieren de mi es que me convierta en otro más del montón! De su montón de pijos!

No pude más, volví a echarme a llorar como una magdalena girándome para abrazarlo y seguir llorando en sus brazos.

–De esto era de lo que quería protegerte Claus –Susurró abrazándome con fuerza–. Tu eres genial así, no cedas, aunque delante de todos ellos termines fingiendo nunca cambies, eres especial, eres muy muy especial... sobre todo para mi.

Aun con el calor que hacía fui incapaz de separarme de él y soltar su camiseta, solo podía llorar y llorar queriendo aporrea a todo el mundo.

–Puedo? –Dudó desde fuera de la habitación Claus después de llamar a la puerta.

Siro esperó a que asintiera con la cabeza antes de levantarse e ir a abrir la puerta.

–Hoy no ha sido un buen día, no? –Preguntó Claus acercándose a la cama.

Pero ni siquiera me giré para mirarle o decir algo.

–Se que mamá se ha pasado, no voy a decirte que la perdones ni pienses en que no pensó antes de hablar... yo también estaría igual de cabreado y no tiene perdón... –Comenzó a hablar con dudas sentándose en el borde de la cama– todo esta saliendo bastante mal para ti después de que te dijeran que te ibas a recuperar...

–Todo sale mal desde que aparecisteis en mi vida –Corté encogiéndome abrazándome a mi mismo.

–Si... es verdad... mañana el Maestro dijo que te daría clase por la mañana en el gimnasio, para solaparlo con los entrenamientos de Siro... por la tarde cuando termines con la rehabilitación puedo conseguir un teléfono y un par de horas para hablar, pero no se lo digas a nadie.

Colors (Yaoi/BL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora