Cap. 50

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Me desperté después de caer dormido tras la consulta con el Maestro, que trató todo lo posible, con la ayuda del doctor Kalu, mis heridas, tanto internas como externas.

Aún estaban algo mal y pero al menos mi vida no corría peligro.

Aike volvía a estar acurrucado a mi lado, había dejado tirado de cualquier manera la capa y la chaqueta del uniforme, ni siquiera era capaz de pensar en enfadarme, el aura violeta por la preocupación seguía rodeandolo por completo.

Al ya no tener una vía en el brazo derecho lo usé para abrazar ligeramente a Aike. Le había hecho pasar tanto miedo, pero él estaba vivo, esa era recompensa suficiente.

–Estas despierto –Musitó incorporándose ligeramente para mirarme a los ojos.

Suspiró de alivio al ver que los tenía abiertos y se movió trepando con cuidado hasta apoyar su cabeza en mi hombro bueno.

–No has dormido nada esta noche, descansa –Contesté acariciando su brazo–. No estas cansado después de haber usado tanta energía?

–No, estoy bien así, tengo miedo de cerrar los ojos y que ocurra algo, así que prefiero estar así –Respondió con sinceridad dejando que besara su frente.

–Estaré aquí cuando despiertes, no te preocupes –Traté de convencerlo.

Pero sabía que era imposible si tenía tanto miedo, hasta que no sucumbiera al cansancio no dormiría.

–Siento interrupción –Nos interrumpió la doctora Gilda apareciendo en la consulta con demasiados ánimos.

Bueno, generalmente siempre tenía demasiados ánimos fuera lo que fuera.

Aike se separó de mi y Gilda hizo unas pocas comprobaciones, pero esa misma tarde, casi a la noche, me dieron el alta firmada por todos los médicos.

–Solo tienes que evitar moverlo demasiado hasta que la herida este perfecta, en una semana haremos la revisión –Explicó el doctor Kalu tras darme los papeles y estar ya vestido.

Salí de la habitación para caminar directamente hacia el comedor.

Aike ignoró por completo cualquier comentario o clase social y no soltó mi mano en ningún momento.

Estaba tan tenso por el miedo y la preocupación, entendía que ignorara completamente la desaprobación de todos, incluso de Gracia, pero ella prefirió no empeorar la situación con Aike y mantuvo la boca cerrada.

Gracia había hecho tantas cosas mal para Aike que ahora mismo nadie sabía cómo solucionarlo, y se veía perfectamente que ella quería solucionarlo aunque le costara la vida.

Para sorpresa de todos mañana se retrasaría el desayuno dos horas, nos lo comunicaron una vez terminó la cena.

–Podremos dormir más, así que da igual –Agradeció Claus.

–Habrá reunión internacional con el resto de congresos, ni siquiera creo que atrasandolo dos horas vayamos a desayunar –Murmuró medio quejándose Gracia.

–Mucha suerte –Contestó Aike a su queja con sequedad pero consiguiendo que la mirada de Gracia se iluminara.

Pero no dijo nada más, solo agarró mi mano y volvimos a caminar para irnos a la habitación.

–Necesitas ayuda? –Preguntó al escuchar mi queja al tratar de quitarme la camiseta solo.

Estaba tan en guardia todo el rato con mi estado que ni le pude decir que no, así que me senté en el borde de la cama esta vez siendo yo quien debía ser atendido.

Colors (Yaoi/BL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora