–No le has ni dirigido la mirada a Gracia en la cena, no me quieres contar lo que sucedió mientras no estaba? –Preguntó Siro una vez me ayudó a sentarme en el borde de la cama.
–No cree lo que vi, pero yo se que esa mujer tenía el verde malo, cuando alguien esta a punto de hacer algo que no debe... ese color... ahora aunque no lo veo no me quito la sensación del cuerpo –Expliqué pudiéndome quitar yo mismo al fin la camiseta.
–Y por que crees que tenía ese color?
–No lo se... ver los colores no me hace leer mentes –Contesté tumbándome con rabia frotándome los ojos.
–Es verdad, ahí te doy toda la razón.
Antes de que pudiera moverme o siquiera abrir los ojos pude sentir como Siro besaba la parte baja de mi abdomen pillándome por sorpresa.
–Haces cosquillas –Me reí al sentir su pelo sobre mi piel.
–Aun tienes ganas de hacerlo? Tu cuerpo sigue pareciendo muy débil, puedo contar tus costillas y todo junto con tus lunares, seguro que si te das la vuelta podría contar todas tus cervicales –Planteó llevando con cuidado la yema de sus dedos por todo mi torso haciéndome más cosquillas pero encendiéndome poco a poco.
–Pues cuéntalas una por una, tal vez en un mes ya no puedas –Contesté sintiendo como uno de sus dedos se paraba haciendo especial hincapié en mi pezón izquierdo.
–Ojalá en menos de un mes ya no pueda ni sentir uno solo de tus huesos –Tentó apoyando una de sus rodillas en el borde de la cama e inclinándose para besarme–. Pero te prometí que lo haríamos si decían que te estabas recuperando, y quiero celebrar por todo lo alto que es así.
Nuestros labios se unieron con más fogosidad que todos los días y sus manos fueron ágiles a mi cintura pegándome a él sintiéndolo a través de la tela.
Ambos estábamos impacientes, lo sabíamos.
Sus labios esta vez no marcaron mi piel, pero jugó a su antojo mientras sus manos hacían desaparecer nuestra ropa.
–Si te vas a correr dilo –Susurró a mi oído antes de morderlo.
Pero bajo con rapidez poniéndose de rodillas en el suelo frente a mi.
Sus dedos entonces rodearon mi miembro y me hicieron incorporarme con nerviosismo al no entender que iba a hacer.
–Se va a sentir bien, ya veras –Contestó a mi preocupación antes de sacar su lengua.
Aun no estando competamente excitado sentir como rozaba mi punta se sintió casi como una locura teniendo que tapar mi boca con las dos manos para no gemir en alto.
Su lengua jugó a su antojo con mi miembro haciendo que me retorciera de placer mientras él usaba sus manos para que mantuviera mis piernas bien abiertas.
–Te gusta? –Preguntó deteniendo su juego dejándome completamente a su merced.
Solo podía temblar de placer y tratar de no gemir.
–Mucho –Contesté pasando mi mano por su pelo manteniendo la otra sobre mis labios viéndome capaz de gemir por el más mínimo movimiento.
–Entonces dejame escucharte, me encanta la voz suplicante que pones cuando estas rozando el límite –Pidió dejando una marca en el interior de mi muslo sabiendo que ahí no se vería.
–No pongo ninguna v... –Traté de quejarme quedando mis palabras en la garganta al sentir como su boca devoraba todo mi miembro.
No pude callar mi voz por mucho que lo intenté, sus labios y lengua parecían solo saber dar placer a mi cuerpo sin siquiera darme cuenta de los primeros dedos profanando mi interior.

ESTÁS LEYENDO
Colors (Yaoi/BL)
FantasyAike estaba acostumbrado a la tranquilidad de su vida normal, tenía amigos y unos padres que lo querían, simplemente tenía que mantener en secreto su extraña habilidad de ver el aura de las personas. Que hará ahora que alguien llega a su vida, lo de...