Durante (Larcel)

Capítulo 21

Marcel despertó con la sensación de una caricia casi fantasmal en su rostro con la yema de unos dedos que supo que eran los de Louis nada más entreabrir los ojos. Louis estaba recostado de lado y toda la luz del ventanal que tenía detrás golpeaba su tez ligeramente morena mientras sonreía al ver como el pequeño despertaba ante su tacto. Marcel podía jurar que sus ojos se veían mucho más azules en ese momento.

-Mmm… Buenos días - ronroneó mientras se abrazaba al cuerpo de Louis y reposaba la cabeza en su cuello.

-Buenas tardes - dijo el castaño con sorna mientras acariciaba los mechones desordenados de Marcel y este besaba con inocente levedad su cuello - tienes hambre?

-No mucha, pero he de comer algo y tomarme la medicación - Marcel se separó un poco de Louis y besó sus labios con ternura levantándose posteriormente y caminando hacia el baño.

-No tienes calor?, siempre duermes tan tapado yo estoy hasado - comentó Louis quien caminó también hacia el baño observando como se cepillaba los dientes. Marcel escupió la pasta.

-No me mires que vergüenza - se quejó y Louis rió.

-Qué tiene de malo? Yo hago cosas peores también relacionada con tu boca y no te quejas.

-Te escupiré a ti como no salgas del baño ahora Louis - amenazó y Louis rió dulcemente mientras salía de la habitación y caminaba hacia la cocina “Enfadado parece un caniche gruñendo” se dijo mentalmente y rió aún más.

Louis preparó un par de tortillas francesas y una ensalada, Marcel no tardó en bajar con su cajita de pastillas.

-Come más - Louis interrumpió el ameno silencio al ver como Marcel dejaba los cubiertos junto a la restante media tortilla en el plato -ni se te ocurra darme un “pero” un poquito más, sólo un poquito - cortó un cacho y se lo tendió mientras sonreía pícaramente, Marcel lo aceptó, junto a los otros hasta que terminó por completo la tortilla ya que sólo estaba pendiente de los ojos de Louis, y su rostro y esa sonrisa que le enamoraba cada día un poco más. Abrió la cajita y miró la medicación, suspiró, y cogió la primera.

-Para qué es esa? -preguntó Louis interesado.

-Es un protector para el estómago, esta es para la ansiedad, esta otra para la tensión, suplementos, para las náuseas y esta última es para la depresión - susurró lo último mientras se tomaba las pastillas y guardaba la cajita en su bolsillo.

-Prometo que no necesitarás ninguna más de aquí un tiempo -Louis besó su mejilla y caminó hacia las escaleras - voy a ducharme - informó.

-Yo recojo! - dijo Marcel y ambos hicieron su tarea.

Marcel nada más terminar caminó hacía la habitación y se quitó la camiseta para ponerse algo más decente dejando ver todas las marcas en su abdomen, justo en ese momento Louis salía y Marcel se tapó rápidamente.

-Louis! - le advirtió.

-Pero si soy yo el que ha salido del baño y lleva menos ropa.

-No me mires - susurró Marcel lentamente.

-Marcel…

-No lo hagas, no quiero que lo hagas, entra y dejame que me cambie - la voz de Marcel era pausada por culpa de su respiración entrecortada.

Louis caminó hacia él y con total delicadeza midiendo cada gesto acarició los brazos de Marcel causando que este los aflojara y lentamente quitó la camiseta de entre sus dedos dejándolo sin camiseta y totalmente expuesto con la mirada baja. No percibió nada extraño, pero al dar un paso más hacia él la contraluz le mostró las marcas por los brazos y abdomen, Louis alargó la mano y acarició el abdomen de Marcel sintiendo como las pequeñas hendiduras de las estrechas cicatrices que un día fueron heridas amargas, eran profundas, nada vagamente superficial. Su mano recorrió todo su abdomen y resiguió sus brazos hasta llegar a su rostro el cual elevó con delicadeza y después de una profunda mirada juntó sus labios con mucha ternura. Los labios de Marcel eran torpes, como siempre, pero perfectos; Louis se tomó su tiempo para poco a poco profundizar la caricia de sus labios.