Capítulo 34

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Niall había suspirado pesadamente mientras se revolvía incómodo en el sofá, sin encontrar la posición correcta, como perdido sin la presencia de Edward a su lado. El intento nuevamente fue en vano y resopló aún más frustrado. Llevaba toda la tarde comiendose la cabeza porque Edward había desaparecido dándole un beso y diciéndole un “Después nos vemos” apresurado, y él nunca hacía eso, es decir siempre acompañaba hasta casa al rubio y hasta le costaba despedirse de él sabiendo que lo dejaba solo; pero esta vez había sido distinta, no había parecido importarle lo más mínimo dejar a Niall y romper su buena costumbre.

El teléfono comunicó dos vece antes de que lo descolgaran.

-Hola? - preguntó el mediano de los trillizos Styles.

-Está con otro, no es así? Me está engañando, verdad? - sollozó desde la otra línea el rubio.

-Niall? De qué hablas? No, claro que no, Edward te quiere

-Por qué se ha ido sin acompañarme a casa? Acaso tenía cosas mejores que hacer que estar conmigo?

-No… Claro que no, tendrá sus asuntos, ya sabes como es - intentó restarle importancia Harry mientras caminaba por el pasillo mordiéndose las uñas de los nervios.

-Exactamente por eso sé que algo le pasa - se sorbió la nariz de un modo muy infantil.

-Tranquilízate, todo va a estar bien, vas a ver que ha sido una tontería.

La puerta de casa del rubio se abrió y en menos de dos segundos Edward lo había mirado, había cambiado su semblante y se había movido rápido por la habitación para acariciarle la mejilla con preocupación.

De la impresión a Niall se le cayó el móvil de entre sus temblorosos dedos.

-Qué te pasa Duende?

-No me quieres? - susurró entrecortadamente mientras se tallaba los ojos con las mangas de la sudadera que le venía enorme ya que era de su pareja. Edward podía jurar que sus ojos eran más azules que nunca y mucho más grandes de lo que nunca habían sido.

-Qué?! Claro que te quiero, qué demonios te hace pensar que eso no es así?

-No me has acompañado a casa, te has ido sin decirme nada - el pequeño rubio se veía completamente desolado y terriblemente triste, y así era como realmente se sentía.

-Lo siento Niall - Edward lo abrazó muy fuerte hacia su cuerpo, realmente su disculpa era sincera, escasas eran las veces que el mayor de los Styles lo nombraba por su nombre - No pensé que te fuera a sentar así, ni lo pensé… Tenía algo que hacer - besó su frente con adoración.

-Algo tan importante como para dejarme solo?

-Algo realmente importante, hubiese perdido mi sesión si no hubiese ido.

-Sesión?

Edward se quitó la camiseta mostrando un tatuaje recién hecho en su brazo derecho, con una letra muy fina ponía: won't stop until we surrender. Niall miró con incertidumbre el tatuaje y una vez lo leyó miró con incredulidad al castaño.

-Es… es muy bonito.

Edward sonrió como un idiota enamorado y muy afortunado e instintivamente agarró un costado de la cabeza de Niall para atraerlo hacia el suyo y besarlo con el sentimiento más puro y feliz que jamás había sentido. Sus labios estaban más hambrientos que nunca de esa sensación vertiginosa que oscilaba entre el amor y la pasión. Sin soltarlo por un segundo Edward lo ayudó a estirarse en el sofá mientras él se posicionaba encima del pequeño cuerpo del rubio.

Edward renegaba a dejar los labios de Niall libres ni por un segundo y sólo se separaba medio segundo para coger algo de aire y dar un pequeñísimo respiro al rubio que jadeaba levemente mientras sus manos torpemente se aferraban a los omoplatos anchos y musculados del castaño.

Durante (Larcel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora