KaylenLa boca de Roman se estrella sobre la mía; nuestro beso es desesperado y profundo. Pasé la tarde mentalizándome para esto, preparándome para todos los escenarios posibles, trabajando duro para pelear contra lo que Erik llama mis "pensamientos catastróficos." Básicamente, suelo pensar que va a suceder lo peor, y que sería insoportable. Entonces lo primero que pensé cuando le dije a Erik que quería hacer esto, fue que Román podría estar aquí con otra chica, que se reiría en mi cara y me mostraría la puerta.
Román me ama. Y yo también lo amo, y lo he sabido por un tiempo. Aprieto mis ojos mientras me hace retroceder contra la puerta y me enjaula con sus brazos. Su toque es urgente y demandante, estoy preparada para esto eventualmente, y no le diré a él, pero parte de mi sesión de exposición fue ir a farmacias y comprar condones. Él debe tener algunos a mano, pero hablé con Erik y acordamos que esto podría ser una parte importante de esto. Mis manos temblaban mientras ponía la cajita en frente del vendedor, y seguía pensando: es porque estás nerviosa, porque estás un poco avergonzada, pero pasará. Y... pasó. Me mantuve firme a pesar de que quería correr y esconderme. El vendedor ni siquiera me miró dos veces mientras escaneaba la caja y la metía en una bolsa. Salí de la tienda con condones en el bolsillo de mi abrigo como si eso no fuera para tanto.
Román desabotona mi blusa mientras gentilmente mordisquea mi garganta. Su piel es áspera contra la mía, y el roce de sus dientes hace que me retuerza de deseo por él. Empuja mis mangas por mis brazos hasta que la blusa se halla tirada en el suelo. Sus ojos se deslizan sobre mí, hambrientos. Esto se ha estado construyendo por semanas.
Mientras me besa de nuevo, levanto su ropa , esperando verlo. La arranca rápidamente de un tirón sobre su cabeza y la lanza lejos. Estoy sin aliento mientras miro fijamente su pecho y estómago, sus músculos tensos, su tatuaje, toda su hermosa piel. Coloco completamente la palma de mi mano sobre su corazón, y él pone su mano sobre el mío. —Tuyo —dice simplemente. Lo veo a los ojos, aún incapaz de creerlo. —Te amo —susurro, porque no sé qué más decir. Es lo único en lo que puedo pensar, sobre todo cuando se mueve más cerca y me clava a la pared, con sus manos en mis piernas y moviéndose al norte. Mis dedos se deslizan en su cabello desarreglado en tanto mordisquea mi labio inferior y acaricia la cara interna de mi muslo, entonces engancha sus dedos sobre un lado de mis bragas y las empuja hacia abajo, hasta que caen a mis tobillos. Por supuesto, se enganchan a mis tacones, y estoy cerca de darle un rodillazo en la entrepierna mientras trato de quitármelas. Él salta justo a tiempo. —Vaya.
Resoplo, y entonces comienzo a reír por cuán ridículos nos vemos: Yo, estando de pie con mi sostén y enredada en mis bragas; y él, apoyado en la pared, sin camisa, con su erección notoria incluso a través de sus pantalones . —Ten cuidado —le digo entre risas disimuladas—. Mi golpe de rodilla es letal.
Sonríe y se arrodilla, rozando con sus manos mis piernas hasta mis tobillos. —Una razón más para no enojarte. —Fácilmente me quita las odiosas bragas y se asoma hacia mí. Aparto el cabello de su frente y recorro su mandíbula con la punta de mis dedos. —Luces hermosa. Pienso que siempre lo haces —dice, entonces besa mi muslo, justo debajo del dobladillo de la falda. Sus manos se mueven hacia arriba de nuevo, hasta que están en mi trasero. Sus dientes son fuertes contra la carne de la cara interna de mi muslo, así que me apoyo contra la pared y cierro los ojos, mientras olas de calor y deseo se estrellan en mi parte de abajo. Lo quiero dentro de mí. Estoy muriendo por sentirlo de nuevo. Jadeo mientras sus dedos se arrastran hacia arriba lentamente, burlándose sin piedad. Mi falda está subiendo hasta mis caderas, y él tiene el control sobre mí. Todo lo que puedo hacer es sostenerme de la pared mientras me acaricia, construyendo la tensión momento a momento. Hizo lo mismo la última vez que estuvimos juntos.
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Alas rotas a traves del cristal (Román Burki)
FanfictionSecuencia de por Amor al arte